Resumimos en 11 apuntes los principales resultados del barómetro del CIS correspondiente a octubre y de las dos encuestas -realizadas respectivamente por el CIS y el Centro de Estudios de Opinión (CEO)- sobre las próximas elecciones catalanas.
Sobre el pulso electoral en Cataluña:
1. El eclipse PSC. Las encuestas del CIS muestran lo que se intuía en las encuestas de los medios de comunicación: el PSC se encuentra en su momento más bajo. Al margen de contar con una intención directa de voto bajo mínimos (de apenas un 10%), hay otros tres elementos que avalan la crítica situación del PSC: a) sólo el 52% de votantes socialistas están dispuestos a volver a hacerlo. Se trata de una de las tasas de lealtad más bajas de la historia, sólo superada en 2010; b) Pere Navarro, con una nota de 3,4, es el líder peor valorado de la historia del PSC, tanto entre su electorado como entre el resto de los catalanes; y c) Pere Navarro es también uno de los líderes del PSC más desconocidos. A estas alturas, aún hay un 27% de los catalanes que por Pere Navarro no les viene nada. Este porcentaje de desconocimiento sólo es superado por el exalcalde de Girona, Joaquim Nadal, quien fue nombrado candidato pocos meses antes de las elecciones de 1995.
2. Los indecisos, no tantos como pensábamos. Todas las encuestas electorales mostraban hasta ahora un alto grado de indecisión del electorado catalán. En la encuesta del CEO el porcentaje de los que no declaran su intención de voto alcanzaba incluso la poca creíble cifra del 40%. Sin embargo, el CIS parece contradecir esta tendencia y reduce el número de indecisos en apenas el 18%. Se trata de un porcentaje nada excepcional, y muy similar a otras contiendas electorales. Además, contrariamente a otras encuestas publicadas hasta ahora, no parece que haya aumentado el número de indecisos entre la izquierda. Los datos del CIS no parecen, pues, apoyar la tesis de un potencial voto oculto al PSC. Más malas noticias para los socialistas.
3. Puestos a elegir, Sí a la independencia. La independencia es preferida por un total de “sólo” el 44% de los catalanes. Sin embargo, el 57%, puestos a elegir sí o no, dirían Sí a la independencia. Por votantes, el federalismo es la opción preferida entre el electorado del PSC (seguido del autonomismo) y de ICV. El autonomismo es la opción preferida de los votantes del PP. Y el independentismo es ahora la opción mayoritaria en el electorado de CiU, además de en el de ERC y SI.
Sobre el panorama nacional:
4. Deshojando la “margarita electoral”: votar, no votar, a quién votar. A la pregunta de a qué partido votarían si se celebraran ahora las elecciones generales, el 35,4% de lo electores se decanta por la abstención (18,8%) y la indecisión (16,6%). Los apoyos del PP (16,1% de voto) y del PSOE (17,6% de voto) están en mínimos históricos.
5. PP desgastado-PSOE estancado: Con el 35,9% del voto estimado, el PP volvería a ganar las elecciones generales si celebraran ahora. Pero respecto a las pasadas elecciones generales, se dejaría en el camino más de 8 puntos porcentuales de voto y vería reducida su ventaja sobre el PSOE a la mitad (7,3 puntos). Casi un año después de las elecciones generales, los socialistas no sólo no capitalizan el descontento de los ciudadanos con el PP, sino que no consiguen despegar (pues ahora, con el 28,6% de voto estimado, obtendrían prácticamente el mismo resultado que entonces). Si bien, en intención directa de voto (“sin cocina”; atendiendo a lo que contestan los encuestados cuando se les pregunta a qué partido votarían si se celebraran las elecciones), el PSOE aventaja (con 1,5 puntos) al PP; algo que no ocurría desde julio de 2009. Sólo un tercio de los españoles se muestra inclinado a votar al PSOE o al PP. En lo que a la fidelidad de los votantes se refiere, también se observa el “bache” por el que atraviesan populares y socialistas. Tan sólo el 57,6% de electores que optaron por el PP hace un año, volverían a hacerlo ahora. El PSOE se encuentra con un porcentaje de votantes fieles (60,8%) más alto que el PP, pero también es cierto que sigue una evolución negativa (pues en abril la tasa de fidelidad socialista era del 74,4% y en julio 62,5%). Asimismo, hay que tener en cuenta, que el grupo de edad en el que el PP y el PSOE obtienen más apoyos es entre los mayores de 65 años. Frente al deterioro de los dos grandes partidos, IU y UPyD cotizan al alza.
6. Rajoy, el Presidente peor valorado de la democracia. Con una nota media de 2,78, Rajoy ha alcanzado la puntuación más baja (que, hasta ahora, estaba situada en el 3,06 obtenido por Zapatero al final de su mandato) que recibe un Presidente del gobierno desde que hay registros en el CIS. Entre los votantes del PP hay seis ministros mejor valorados que Rajoy.
7. Contundente suspenso a la labor del gobierno y de la oposición socialista. Casi 7 de cada 10 ciudadanos desaprueban la labor realizada por el PP y el PSOE. Ni siquiera, entre sus votantes, el PP y el PSOE consiguen el aprobado. Todos los ministros de Rajoy suspenden (7 con una nota inferior a 3 y 6 con una nota inferior a 4). Gallardón (con un 3,54) es el Ministro mejor valorado y José Ignacio Wert, con una puntuación de 2,15, se afianza como el “farolillo rojo” del equipo de Rajoy.
8. Nuevo récord de descontento con la clase política. Como viene ocurriendo desde febrero de 2010,“los políticos, los partidos y la política” vuelven a ser considerados por los ciudadanos el tercer problema (después del paro y de la situación económica) del país. Y se vuelve a batir un nuevo récord: por primera vez las personas que mencionan a los políticos y los partidos como uno de los principales problemas del país superan el 30%. Por otro lado, el CIS sigue arrojando nuevos síntomas de la desafección de los ciudadanos con el sistema político. El principal sentimiento que despierta la política es desconfianza (citada por un 70,3 % de los ciudadanos), seguida de irritación (mencionada por un 41,2% de los encuestados). Un tercio de los electores no siente simpatía, ni se siente cercano a ningún partido.
9. Los ciudadanos no ven “señales esperanzadoras”. Cuando parecía que era imposible, la percepción sobre la economía continúa empeorando. Más del 90% de los españoles creen que la situación económica es mala o muy mala. Más llamativo que este dato es la desesperanza con que los españoles abordan la evolución futura de la economía. La mayoría de los encuestados piensa que dentro de un año estaremos todavía peor. Estas cifras de pesimismo no tienen precedentes.
10. El liberalismo, cosa de jóvenes. Los menores de 44 años en España se declaran mayoritariamente liberales. Los españoles entre 45 y 64 años son principalmente socialistas. Y los mayores de 65 años se identifican predominantemente con la “etiqueta” de conservadores.
11. Freno la ola centralista. Los partidarios de limitar/anular las autonomías caen de 39 al 34%. Los partidarios de una mayor/máxima autonomía suben del 18 al 22%. ¿Cambio de tendencia?