Opinión y blogs

Sobre este blog

El clima está cambiando: ¿puede la COP28 ayudar a la gente a tomar conciencia?

14 de diciembre de 2023 06:01 h

0

La conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP28, se ha estado celebrando hasta ayer en Dubái. Todos los países, desde el estado insular más pequeño luchando por su supervivencia hasta el petroestado de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), han participado en el proceso. Dentro del recinto de la Conferencia, más de 70,000 participantes han debatido sobre cómo combatir el cambio climático. Afuera, más de 8 mil millones de personas sienten sus duras consecuencias. El propósito central de la COP28 es coordinar la acción climática global. Más allá del éxito o del fracaso en este empeño, ¿podría la COP28 lograr captar la atención del público respecto al cambio climático, y, quién sabe, incluso influir en las actitudes hacia el mismo? 

Las conferencias sobre el cambio climático tienen la capacidad de atraer la atención de los ciudadanos. Así lo muestra un estudio de 2021 realizado por Sisco, Pianta, Weber y Bosetti: Las búsquedas en Google sobre el cambio climático aumentaron más del 40% durante la COP21 en Paris (2015) y la COP22 in Marrakech (2016) en comparación con el resto del período analizado por los autores. Este efecto es de tamaño considerable, superando al impacto de las “huelgas climáticas”, y es mucho mayor que el efecto que tiene una anomalía en la temperatura de un lugar equivalente a un grado centígrado.

Sin embargo, según esos mismos autores, la COP23 en Bonn y la COP24 en Katowice no lograron captar la atención de manera tan efectiva. A pesar de la creciente tendencia de la “ansiedad climática”, utilizando datos de Google Trends confirmamos que la capacidad de las COP para generar cobertura mediática es muy variable. Como muestra el siguiente gráfico, la COP21 y la COP26 se destacan como casos de éxito en términos de volumen de noticias, pero no ocurre lo mismo con otras COP. ¿A qué se debe este fenómeno?

En la COP21, se aprobó el histórico Acuerdo de París sobre el cambio climático, que fijó como objetivos que el aumento de la temperatura global no exceda los 2ºC por encima del nivel preindustrial, y que se realicen esfuerzos para que no sobrepase los 1.5ºC. Fue la primera vez que un tratado de esta magnitud, obligando a todos los países a reducir las emisiones de gases con efecto invernadero, fue firmado.

En comparación, la COP26 tuvo resultados bastante modestos. Los compromisos del Acuerdo de Glasgow fueron vistos prácticamente como una confirmación de los de Paris, y recibieron críticas por no responder de manera adecuada a la urgencia de la crisis climática. Además, varios miembros de los medios de comunicación argumentan que el lobby de los combustibles fósiles ha logrado reducir la ambición de los compromisos de la COP26.

Sin embargo, aunque tuviera un impacto real limitado, la COP26 de Glasgow sí que logró una gran repercusión mediática, en parte gracias a las protestas del “Dia de Acción Global por la Justicia Climática”. El 6 de noviembre de 2021, miles de jóvenes activistas, liderados por Fridays for Future de Greta Thunberg, se manifestaron en Glasgow (y en todo el mundo) criticando la falta de ambición en las propuestas políticas de los líderes mundiales. Lo dijo Greta Thunberg: “las COPs no están realmente funcionando [para traer cambios sistémicos], a menos que las usemos para movilizarnos”. Esto se ha revelado como particularmente difícil en las dos últimas COP, ya que las manifestaciones están de facto prohibidas en Egipto y en los Emiratos Árabes.

Las COP parecen lograr llamar la atención sobre el cambio climático cuando cumplen su papel, organizando, aunque sea paso a paso, la acción climática, pero también cuando sus fallos se vuelven evidentes para el público. Las noticias sobre cómo los EAU tenían planes para negociar ventas de petróleo y gas durante la conferencia, y los comentarios polémicos del presidente de la COP28, el sultán de los EAU Al Jaber, sobre la (no)-eliminación de los combustibles fósiles, han atraído mucha atención en los medios de comunicación. Pero, aunque logren captar la atención de los medios de comunicación y del público, ¿pueden las conferencias COP cambiar opiniones y actitudes sobre el cambio climático?

Un análisis reciente realizado por António Valentim revela que la exposición repetida a las protestas climáticas de Fridays for Future ha beneficiado al Partido Verde en Alemania, persuadiendo a los votantes a apoyar propuestas ambientales más ambiciosas. Por nuestra parte, en un manuscrito recién publicado, decidimos investigar el impacto de la COP22 de Marrakech en 2016 y de la COP26 de Glasglow en 2021 sobre la opinión pública europea.

Utilizando una muestra representativa de los ciudadanos de 27 países que participan en la Encuesta Social Europea, analizamos si la preocupación sobre el cambio climático cambió como resultado de las dos cumbres de COP. Utilizando información detallada sobre las temperaturas locales, nos aseguramos de que cualquier cambio en la opinión pública no sea el resultado de fenómenos meteorológicos atípicos, ya que estos también podrían provocar un aumento en la preocupación sobre la emergencia climática.

Los resultados de nuestra investigación, presentados en el siguiente gráfico, muestran que los entrevistados durante la COP26 – pero no los entrevistados durante la COP22 – se encuentran más preocupados por el cambio climático. Este efecto dura aproximadamente un mes, lo cual indica que los efectos de la cumbre sobre la opinión pública fueron moderadamente persistentes.

Nuestros datos aportan otras lecciones, tanto positivas como negativas. En lo negativo, vemos que la cumbre no produjo ningún cambio en la percepción de los entrevistados de que la reducción de emisiones una responsabilidad individual. Por otro lado, si nos centramos en las personas que se identifican como de derecha o en aquellas poco interesadas en política, encontramos motivos para ser optimistas: La COP26 parece haber aumentado la preocupación sobre el cambio climático principalmente en estos dos grupos, y llevado a un aumento de la convicción, entre los individuos de derecha, de que el cambio climático tiene causas humanas.

En general, los resultados sugieren que las COP pueden desempeñar un papel importante en convencer precisamente a estos grupos de personas que aún no están totalmente seguras de la importancia del cambio climático y que son también las menos susceptibles de estar influidas por el activismo ambiental o por los fenómenos climáticos extremos.

Las medidas graduales que la COP propone, y, más aún, las medidas sistémicas fundamentales para la lucha contra el cambio climático, requieren la participación ciudadana. Las iniciativas de base han sido fundamentales para concienciar a los votantes sobre la amenaza del cambio climático. No es casualidad que la política nacional se haya vuelto cada vez más receptiva a este tema en Europa. Sin embargo, tanto activistas como políticos se han visto confrontados por los escépticos y por grupos de presión económica.

Iniciativas globales como la COP trascienden las barrieras políticas e ideológicas tradicionales. Cuando logran establecer objetivos ambiciosos, al mismo tiempo que promueven la participación más amplia posible de la sociedad civil y fomentan el debate, pueden persuadir a los más escépticos. Este es un enorme desafío en un momento tan polarizado como el nuestro, pero es uno que debemos abrazar: obtener apoyo público, claro y de amplio alcance, será fundamental, desde nuestra perspectiva, para aprobar y eventualmente implementar las políticas que urgentemente necesitamos en la lucha contra el cambio climático.

La conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP28, se ha estado celebrando hasta ayer en Dubái. Todos los países, desde el estado insular más pequeño luchando por su supervivencia hasta el petroestado de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), han participado en el proceso. Dentro del recinto de la Conferencia, más de 70,000 participantes han debatido sobre cómo combatir el cambio climático. Afuera, más de 8 mil millones de personas sienten sus duras consecuencias. El propósito central de la COP28 es coordinar la acción climática global. Más allá del éxito o del fracaso en este empeño, ¿podría la COP28 lograr captar la atención del público respecto al cambio climático, y, quién sabe, incluso influir en las actitudes hacia el mismo? 

Las conferencias sobre el cambio climático tienen la capacidad de atraer la atención de los ciudadanos. Así lo muestra un estudio de 2021 realizado por Sisco, Pianta, Weber y Bosetti: Las búsquedas en Google sobre el cambio climático aumentaron más del 40% durante la COP21 en Paris (2015) y la COP22 in Marrakech (2016) en comparación con el resto del período analizado por los autores. Este efecto es de tamaño considerable, superando al impacto de las “huelgas climáticas”, y es mucho mayor que el efecto que tiene una anomalía en la temperatura de un lugar equivalente a un grado centígrado.