La fractura ideológica sobre el cambio climático en España

En España la mayoría de la población reconoce la existencia del cambio climático y está preocupada por él, por lo que las posiciones negacionistas son minoritarias. Sin embargo, la división política alrededor de esta cuestión aflora más claramente en el grado de apoyo a las políticas destinadas a prevenir las causas del cambio climático o a combatir sus efectos. Esta división puede explicarse por dos motivos: porque las políticas no son neutrales, al tener efectos distributivos (generan ganadores y perdedores tanto en la población como en distintos sectores económicos). Y, en segundo lugar, porque el apoyo a las políticas puede estar condicionado por el grado de confianza o apoyo hacia los actores políticos que deben impulsarlas.

La división alrededor de la cuestión climática en la sociedad española es fundamentalmente ideológica, pues los electores de izquierda se muestran generalmente más preocupados por el cambio climático y apoyan en mayor medida las políticas que los de derecha. En este último bloque, los votantes de VOX aparecen con posiciones claramente diferenciada respecto a los votantes del PP, PSOE y SUMAR. Aunque el grado de división ideológica en estas cuestiones parece menor que en otras políticas (León y Miller 2023), el mayor protagonismo del calentamiento global en la agenda política es relativamente nuevo, y solo recientemente los partidos han comenzado a tomar posiciones sobre esta problemática y las políticas que se impulsan para combatirla. Esto implica que todavía existe margen, tanto en los partidos como en la opinión pública, para cambios en sus posicionamientos sobre la cuestión climática.

En este sentido, los electores del Partido Popular operan como una especie de grupo bisagra entre las posiciones más favorables a la lucha contra el cambio climático de la izquierda y las actitudes más radicalizadas de los electores de VOX. Si el votante del Partido Popular se radicaliza hacia posiciones cercanas a las de VOX, manteniendo constante la posición del resto, el consenso actual en la preocupación y reconocimiento del cambio climático entre los votantes de izquierda y los del PP se debilitará. Si, por el contrario, los votantes populares siguen manteniendo posiciones generalmente favorables a las medidas para luchar contra el cambio climático, los avances en la agenda política de transición verde impulsada por Europa serán menos conflictivos. En definitiva, el grado de consenso sobre el que operen las políticas públicas relacionadas con el cambio climático dependerá en gran medida de cómo evolucionen las actitudes y predisposiciones de los votantes del Partido Popular.

¿Cuál es entonces la posición actual de los votantes populares en relación con el cambio climático? Los datos de una encuesta panel de tres olas financiada por European Climate Foundation y diseñada por investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid muestran que los electores del Partido Popular están menos preocupados sobre este problema y son más críticos con las políticas para combatirlo que los votantes del PSOE o de SUMAR. Sin embargo, sus actitudes son generalmente más cercanas a las de los electores de izquierda que a los de VOX, aunque con matices.

El gráfico 1 muestra las actitudes de los cuatro grupos de votantes (midiéndolos con el recuerdo de voto en las elecciones del 23 de julio de 2023) hacia distintas cuestiones relacionadas con el cambio climático. Como puede observarse, el grado de desacuerdo de los votantes populares respecto a la mayoría de afirmaciones es más próximo al que manifiestan los votantes de izquierda que al de los votantes de VOX, con algunas excepciones. Una es la afirmación de si nos estamos preocupando demasiado por el cambio climático y poco por el empleo y los precios (menor grado de desacuerdo); la segunda es sobre si se está exagerando mucho el cambio climático (menor grado de desacuerdo) y la tercera es un mayor desacuerdo sobre la posibilidad de transgredir normas para llamar la atención sobre el cambio climático. Además, los datos de las dos primeras olas del estudio muestran que las actitudes de los populares apenas han cambiado durante el último año (datos no mostrados).

Gráfico 1. Porcentaje de personas que están poco o nada de acuerdo con las siguientes afirmaciones

En el Gráfico 2 se muestran los resultados respecto al apoyo a las políticas para combatir el cambio climático. Estas políticas se han agrupado en tres categorías: subvenciones, prohibiciones/limitaciones e impuestos. Como puede observarse, la brecha entre bloques ideológicos es mayor en el ámbito de los impuestos y en la limitación del consumo de carne, mientras que en el resto de cuestiones las posiciones de los votantes del PP están más próximas a los votantes del PSOE y SUMAR que a los de VOX. En el ámbito de las políticas basadas en subvenciones, las diferencias son mínimas porque el general el grado de apoyo a estas políticas es alto. Los datos de las dos primeras olas del estudio muestran de nuevo que el grado de apoyo de los populares a estas políticas apenas han cambiado durante el último año (datos no mostrados).

Gráfico 2. Porcentaje de personas que rechazan (más bien en contra y en contra) las siguientes políticas contra el cambio climático

En conclusión, aunque los votantes del partido popular muestran actitudes algo más críticas hacia el cambio climático que los votantes de SUMAR o del PSOE, en una gran mayoría de cuestiones relacionadas con el cambio climático sus posiciones están más cerca de los votantes de izquierda que de los de VOX. Existe una excepción: las medidas para combatir el cambio climático basadas en el aumento de impuestos sí generan una profundización de la división entre bloques ideológicos. Las medidas fundamentadas en prohibiciones también generan menos consenso.

En España la mayoría de la población reconoce la existencia del cambio climático y está preocupada por él, por lo que las posiciones negacionistas son minoritarias. Sin embargo, la división política alrededor de esta cuestión aflora más claramente en el grado de apoyo a las políticas destinadas a prevenir las causas del cambio climático o a combatir sus efectos. Esta división puede explicarse por dos motivos: porque las políticas no son neutrales, al tener efectos distributivos (generan ganadores y perdedores tanto en la población como en distintos sectores económicos). Y, en segundo lugar, porque el apoyo a las políticas puede estar condicionado por el grado de confianza o apoyo hacia los actores políticos que deben impulsarlas.

La división alrededor de la cuestión climática en la sociedad española es fundamentalmente ideológica, pues los electores de izquierda se muestran generalmente más preocupados por el cambio climático y apoyan en mayor medida las políticas que los de derecha. En este último bloque, los votantes de VOX aparecen con posiciones claramente diferenciada respecto a los votantes del PP, PSOE y SUMAR. Aunque el grado de división ideológica en estas cuestiones parece menor que en otras políticas (León y Miller 2023), el mayor protagonismo del calentamiento global en la agenda política es relativamente nuevo, y solo recientemente los partidos han comenzado a tomar posiciones sobre esta problemática y las políticas que se impulsan para combatirla. Esto implica que todavía existe margen, tanto en los partidos como en la opinión pública, para cambios en sus posicionamientos sobre la cuestión climática.