A raíz de los resultados del Brexit se ha hablado mucho sobre la desconexión entre las élites políticas y la mayoría de la población, quienes supuestamente viven en mundos paralelos marcados por la incomprensión. Una de las posibles causas de esta distancia es que los políticos provienen de círculos sociales exclusivos, a los que se accede a través de instituciones educativas de élite como Eton College, Oxford o Cambridge en Reino Unido o las universidades de la Ivy League en EEUU.
De forma más general, en la mayoría de países la educación facilita el acceso a puestos de poder, ya sea dentro de las empresas, en la Administración o en los partidos políticos. Si nos gobiernan técnicos e intelectuales quienes, por muy buenas intenciones que tengan, no conocen los problemas de la gente de a pie de primera mano, no nos debe extrañar que los ciudadanos no se sientan comprendidos ni representados.
Otro punto de vista muy popular en España, pero opuesto a la acusación anterior, es pintar a los políticos de ignorantes. Si nos gobiernan personas poco formadas sin los saberes técnicos suficientes, quizás no tomen decisiones acertadas, provoquen problemas por su incompetencia y se dejen convencer fácilmente por oportunistas.
Más allá de los argumentos populares y periodísticos, existen muy pocos datos descriptivos sobre las características de los políticos. ¿Existe un sesgo elitista entre los representantes políticos en España? ¿Nos gobiernan universitarios que no conocen la calle o puede ser político cualquier persona de a pie? Para analizar esta cuestión, usaremos una nueva base de datos recopilada por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas que contiene información sobre todos los 650.000 concejales en los Ayuntamientos desde la Transición.
El siguiente gráfico muestra el nivel educativo de buena parte de los políticos locales electos entre 1979 y 2007, el último año para el que están disponibles los datos. Creamos tres categorías según si se tiene educación primaria o menos (incluyendo ESO y EGB), secundaria (BUP, COU o Bachillerato) y universitaria (grado, diplomatura, licenciatura, master y doctorado).
El gráfico presenta el porcentaje de políticos locales en cada nivel educativo en los municipios con menos y más de 5.000 habitantes. Esta distinción es importante porque los municipios pequeños tienen menos competencias y delegan la gestión de muchas de ellas a otros niveles de gobierno, como las diputaciones, y por tanto están mucho menos profesionalizados que los municipios con más población y competencias. Además el gráfico muestra el porcentaje de la población entre 25 y 64 años en cada nivel educativo desde 1991 para ver si la educación de los políticos ha seguido una evolución parecida a la de la población o si por el contrario se ha producido una elitización en los últimos años.
Gráfico 1
En los municipios grandes existe una clara sobrerrepresentación de los ciudadanos con mayor nivel educativo en los gobiernos locales (aunque hay que tener en cuenta que el nivel educativo de la población es también algo más elevado en los municipios grandes). Por el contrario, en los municipios pequeños los políticos locales tienen una composición educativa casi idéntica a la de la población en general.
Los datos desmienten que se haya producido una elitización de la clase política, al menos a nivel municipal. Las diferencias en el nivel medio de educación entre los políticos locales y la población son extremadamente estables a lo largo del tiempo. La composición de los entes locales sigue una evolución muy similar a la de la población, con una disminución del porcentaje de concejales con educación primaria a lo largo del tiempo.
Una segunda pregunta es si unos partidos políticos tienen cuadros más educados que otros. Esto podría suponer una ventaja en cuanto a cualificación técnica aunque también podría traducirse en una mayor incomprensión hacia los problemas de las personas con un nivel educativo y socioeconómico menor. Algunos partidos tienen fama de tener dirigentes más cualificados que los demás, pero la evidencia empírica hasta ahora es prácticamente inexistente. En el siguiente gráfico se muestra la composición de los políticos locales del PSOE, el PP y los demás partidos.
Gráfico 2
Claramente, no existen diferencias importantes en la cualificación de los políticos locales del PSOE, del PP y de otros partidos. Su composición es prácticamente idéntica y sigue la misma evolución a lo largo del tiempo. Aunque los principales partidos a menudo se jacten de tener dirigentes más cualificados, los datos muestran que a nivel local simplemente estas afirmaciones no son verdad.
Este análisis deja muchas cuestiones abiertas. Sería interesante analizar los políticos en otros niveles de gobierno como los parlamentos o los gobiernos nacionales, autonómicos y europeos. También habría que analizar si la irrupción de nuevos partidos como Podemos y Ciudadanos ha afectado el nivel educativo de los políticos españoles. La pregunta más importante, aunque difícil de responder, es si los políticos más educados gobiernan mejor o si por el contrario cuando representantes y representados se parecen al máximo mejoran los lazos de comunicación y comprensión.
A raíz de los resultados del Brexit se ha hablado mucho sobre la desconexión entre las élites políticas y la mayoría de la población, quienes supuestamente viven en mundos paralelos marcados por la incomprensión. Una de las posibles causas de esta distancia es que los políticos provienen de círculos sociales exclusivos, a los que se accede a través de instituciones educativas de élite como Eton College, Oxford o Cambridge en Reino Unido o las universidades de la Ivy League en EEUU.
De forma más general, en la mayoría de países la educación facilita el acceso a puestos de poder, ya sea dentro de las empresas, en la Administración o en los partidos políticos. Si nos gobiernan técnicos e intelectuales quienes, por muy buenas intenciones que tengan, no conocen los problemas de la gente de a pie de primera mano, no nos debe extrañar que los ciudadanos no se sientan comprendidos ni representados.