Piedras de papel es un blog en el que un grupo de sociólogos y politólogos tratamos de dar una visión rigurosa sobre las cuestiones de actualidad. Nuestras herramientas son el análisis de datos, los hechos contrastados y los argumentos abiertos a la crítica.
Referéndums: un experimento y una propuesta de votos secuenciales
Un referéndum a la escocesa es la opción preferida por los catalanes. Sin embargo, la mayoría de los españoles rechaza tanto esta posibilidad como la propuesta de un referéndum que se votara en toda España
Una forma de salir de este callejón sin salida es plantear procedimientos de votación alternativos
28 de junio de 202122:23 h
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Estas ultimas semanas, a raíz del indulto del Gobierno de Pedro Sánchez a los 9 presos independentistas que se encontraban encarcelados desde el otoño de 2017 y de la prevista reanudación de la mesa de dialogo con el gobierno catalán, se ha vuelto a hablar de un posible referéndum sobre la independencia de Catalunya. Mientras los líderes independentistas catalanes siguen reclamando un referéndum acordado con el Estado español, que permitiría a los catalanes decidir sobre el estatus territorial de este territorio (tal y como Escocia hizo en 2014, defienden), algunos líderes políticos españoles siguen viendo inviable un referéndum en Catalunya y expresan que “el futuro de Cataluña lo decidirán todos los españoles”. ¿Cuál es la opinión de los ciudadanos españoles sobre este tema? En una encuesta reciente, hicimos esta pregunta a 2.000 ciudadanos españoles adultos. En concreto, les planteamos la siguiente cuestión: “Supongamos que en el futuro el gobierno central y el gobierno de Cataluña se pusieran de acuerdo para celebrar un referéndum en Cataluña para decidir si Cataluña pasa a ser una república independiente. ¿Estarías a favor de que se celebrara dicho referéndum?”
Las posibles respuestas iban, en una escala de Likert, de “Muy de acuerdo” (5) a “Muy en desacuerdo” (1). Lo que hicimos, además, fue plantear una cuestión algo diferente al 50% de la muestra, escogida de forma aleatoria. A estos entrevistados, les dimos el siguiente enunciado [en subrayado, aquí, la diferencia con la pregunta anterior]: “Supongamos que en el futuro el gobierno central y el gobierno de Cataluña se pusieran de acuerdo para celebrar un referéndum en Cataluña para decidir si Cataluña pasa a ser una república independiente y votara el conjunto de España. ¿Estaría a favor de que se celebrara dicho referéndum? De esta manera, la mitad de la muestra entiende y define sus preferencias pensando que en el referéndum votarían solamente los catalanes mientras que la otra mitad ajusta sus preferencias entendiendo que votaría toda España.
Este pequeño experimento de encuesta nos permite ver cuál es el grado de aceptación de un referéndum sobre la independencia de Cataluña según quién se considere el “demos” de este referéndum. Hacemos el ejercicio a pesar de que un referéndum secesionista en el que vote la ciudadanía del estado matriz sería una modalidad muy poco común y, de hecho, no se trataría de un referéndum de autodeterminación. Dicho esto, examinar los datos de opinión publica, aunque sea sobre escenarios hipotéticos, es siempre interesante y nos puede dar algunas pistas sobre posibles vías de resolución del conflicto territorial.
El gráfico 1 presenta los descriptivos de esta variable. Distinguimos las respuestas entre los catalanes (residentes en Cataluña) y los españoles residentes fuera de Cataluña. Podemos ver que el efecto del enunciado “votara el conjunto de España” es diametralmente diferente en sendos territorios.
Figura 1. Apoyo a un referéndum de independencia según el “demos” del referéndum
Por un lado, alrededor del 70% de los catalanes estaría de acuerdo con un referéndum que se celebrase en Catalunya, resultado que es consistente con evidencia previa relativa a la opinión pública catalana sobre el referéndum. En cambio, algo menos del 55% estaría a favor de un referéndum en el que votasen todos los españoles (más de 40% de los catalanes estaría en contra de esta segunda opción). Por otro lado, cerca de un 40% de españoles estaría a favor de la celebración de un referéndum si votasen todos los españoles, mientras que un 30% estaría a favor de un referéndum en el que votasen solamente los catalanes. Un dato interesante es que hay cierta convergencia entre Catalunya y el resto de España respecto a un referéndum en el que voten todos los españoles, pero esta no es la opción preferida en ninguno de estos territorios. Mientras en Catalunya la mayoría de la gente quisiera un referéndum en el que votasen solamente los catalanes; en el resto de España la mayoría de la gente prefiere que no haya ningún referéndum.
Los siguientes dos gráficos muestran el efecto del cambio del “demos” hipotético en el apoyo al referéndum de forma mas clara, y controlando por variables sociodemográficas como edad, ideología, genero, renta familiar, y nivel de estudios. El gráfico 2 presenta los resultados únicamente para Catalunya; el grafico 3 presenta los resultados para el resto de España. De nuevo, los resultados de nuestro experimento de encuesta son completamente opuestos: mientras que proponer un referéndum en el que voten todos los españoles reduce el apoyo al referéndum en Catalunya, lo hace aumentar significativamente en el resto del España.
Figura 2. Resultados del tratamiento experimental en Catalunya
Figura 3. Resultados del tratamiento experimental fuera de Catalunya
En la encuesta también preguntamos si votarían en este referéndum y, en caso afirmativo, qué votarían en el mismo. Un 51% de los españoles fuera de Catalunya dicen que participarían en un referéndum en el que pudieran votar todos los españoles; de estos, un 78% votaría en contra de la independencia de Catalunya mientras que un 22% dice que votaría a favor. Por lo que refiere a los residentes en Catalunya, un 80% participaría en el referéndum si tuviera lugar solamente en Catalunya; lo haría un 72% si el referéndum fuese para toda España (de nuevo, la segunda modalidad de referéndum tiene menos apoyo en Catalunya). Entre los primeros, un 62% dice que votaría que sí a la independencia. En un referéndum donde votaran todos los españoles, un 59% (un porcentaje algo menor) dice que votaría que sí a la independencia.
Una propuesta: votos secuenciales
Una forma de leer estos resultados es pensar que no hay punto de encuentro y que la celebración de un referéndum sobre la independencia de Catalunya se antoja difícil o imposible. Un referéndum a la escocesa es la opción preferida por los catalanes, pero la mayoría de los españoles rechaza esta posibilidad. Una forma de salir de este callejón sin salida es plantear procedimientos de votación alternativos, por ejemplo, votos secuenciales, que podrían recabar apoyos tanto en Cataluña como en toda España. Por ejemplo, en su libro “La confusión nacional”, Ignacio Sánchez-Cuenca plantea un referéndum secuencial en el que toda España votase primero una reforma Constitucional que acomode a Cataluña; en caso de rechazo se haría un segundo referéndum en Cataluña, en el que se plantearía la independencia del territorio.
Otra posibilidad de voto secuencial sería que Cataluña votase primero una oferta política del gobierno español (por ejemplo, una propuesta de reforma constitucional, o una reforma del trato fiscal) y que luego esta reforma, en caso de ser aceptada por los catalanes en una primera consulta, fuera ratificada luego por el conjunto de los españoles. En el caso que la oferta inicial del gobierno español fuese rechazada por una mayoría de los catalanes, entonces el demos catalán votaría en segunda ronda sobre la posibilidad de independencia.
Esta propuesta de voto secuencial constituiría un acuerdo procedimental y no necesariamente un acuerdo de contenidos entre gobiernos. Dado que la segunda vuelta tendría o bien carácter de ratificación por el conjunto de los españoles (si la propuesta inicial es aceptada por los catalanes) o bien carácter de referéndum solo en Cataluña (si la propuesta inicial no se acepta en Cataluña), el proceso debería ser acordado de entrada por ambos gobiernos – para que no hubiera posibilidad de dar marcha atrás. Es cierto que previsiblemente los partidos independentistas realizarían campaña a favor de rechazar la oferta política del gobierno español en la primera ronda para forzar un referéndum luego. Pero el gobierno español tendría la posibilidad de presentar primero una oferta política que podría ser aceptada por una mayoría de catalanes.
La evidencia comparada nos muestra que no hay un solo tipo de referéndum – sobre el tema territorial, a lo largo y ancho del mundo se han celebrado muchos referéndums con distintas características. Desarrollar un acuerdo procedimental sobre votaciones secuenciales, que maximice el apoyo y la participación esperada, podría ser una vía de resolución del conflicto catalán.
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