Pikara Magazine es una revista digital que practica un periodismo con enfoque feminista, crítico, transgresor y disfrutón. Abrimos este espacio en eldiario.es para invitar a sus lectoras y lectores a debatir sobre los temas que nos interesan, nos conciernen, nos inquietan.
Siete deseos feministas para 2017
Se va 2016, un año que como todos ha tenido sus cosas buenas, sus cosas malas, sus luces y sus sombras. Ha sido el año del bucle electoral, con esa campaña electoral sin fin –y sin apenas perspectiva de género-, el año de la teta y del bebé de Carolina Bescansa, del billete de 20 dólares de Harriet Tubman, del discurso de Madonna, de los Juegos Olímpicos y de Fu Yuanhai. Del asesinato de Berta Cáceres y de otras lideresas y defensoras indígenas, del verano del burkini. Ha sido el año del 25 aniversario de 'Thelma y Louise', de las 'Cazafantasmas' de 'Buscando a Dory' y también de la horrible 'Julieta' o de la pesada de Bridget Jones.
Ha sido el año de las movilizaciones internacionales contra la violencia de género, entre las que destacan especialmente las sucedidas en Argentina, a raíz del vil y cruel asesinato de la joven Lucía Pérez en Mar de Plata. Y aquí radica el verdadero punto negro del año 2016 el del feminicidio sistemático de mujeres. En España, ha habido 103 asesinatos y feminicidios. Tampoco podemos olvidarnos de la agresión sexual múltiple sucedida en la primera noche de San Fermín.
Ante este panorama ¿qué le podemos pedir las feministas al nuevo año que va a comenzar en breve? Asumimos que no van a desaparecer fácilmente la organización estructural del poder patriarcal con su brecha salarial, su techo de cristal, sus precariedades, sus desigualdades, sus micromachismos, su terrorismo de género, sus ataques machunos en internet, pero aquí van siete deseos básicos.
Deseo número 1: que no nos asesinen, que no nos violen, que no nos maten. Que dejemos de sentir miedo si vamos por la calle solas. Que dejemos de sentirnos culpables ante las agresiones que recibimos las mujeres por el mero hecho de serlo.
Deseo número: que los medios de comunicación informen sobre violencia machista desde la responsabilidad y el compromiso. Las mujeres no mueren, se las asesina. Ellas no son las responsables de sus asesinatos, y no se las puede culpabilizar. No nos interesan la vida ni milagros de agresores y asesinos. Nos interesa prevenir, educar y sensibilizar.
Deseo número 3: un auténtico pacto de Estado ante la violencia de género. Un problema estructural y no una lacra. Lacra es la secuela o señal de una enfermedad o achaque, o un vicio físico y moral; mientras que algo estructural se refiere a la forma en la que están relacionadas las partes del conjunto. Esto es, supone asumir que hay muchas partes del conjunto que forman la sociedad que están afectadas por la desigualdad y el machismo. No les vendría mal a políticos y políticas un poco de formación en feminismos y mayor voluntad. La desigualdad no se combate poniendo cara de circunstancias y de pena en las concentraciones. Se combate con políticas integrales y con presupuestos -a ser posible integrales también-.
Deseo número 4: un pacto de mínimos dentro de los feminismos y que este pacto se base en la interseccionalidad. Las personas feministas no pensamos lo mismo sobre diversos temas, pero estamos de acuerdo en lo básico. Por eso, para este 2017 sería deseable asumir que sobre asuntos que están atravesados por la sexualidad, como la prostitución o el porno, tenemos puntos de vista diferentes, pero (casi) todas estamos de acuerdo en que se trata de instituciones patriarcales no deseables, así que el debate es bastante más complejo que estar a favor o en contra. Y por favor, tengamos en cuenta que cada vez que decimos “las que están a favor de la prostitución” muere una unicornia.
Deseo número 5: que a cada persona que diga, “ni feminista ni machista, yo soy humanista”; “si es que, de qué os quejáis si la igualdad está conseguida”; “sí, violencia contra las mujeres sí que hay, pero la violencia no tiene género”; “y qué pasa con los hombres asesinados por sus mujeres -esto se dice siempre sin aportar datos empíricos-”; “mira que eres exagerada”; “mira que estás amargada” se le aparezca Simone de Beauvoir en sueños hasta que acabe de leerle El segundo sexo ¡entero!
Deseo número 6: seguir encontrando en la literatura, en la publicidad, en las series y en el cine mujeres luchadoras, poderosas y divertidas, como por ejemplo la intrépida Vaiana, la protagonista de la última película Disney.
Deseo número 7: tener tiempo para nosotras. No tener que asumir el trabajo doméstico, ni la crianza, ni el cuidado de personas dependientes en su mayor parte. Ser y sentirnos libres. Divertirnos, reírnos y seguir teniendo fuerzas para luchar. Porque la revolución, será feminista o no será.
Salud y rock & roll.
Se va 2016, un año que como todos ha tenido sus cosas buenas, sus cosas malas, sus luces y sus sombras. Ha sido el año del bucle electoral, con esa campaña electoral sin fin –y sin apenas perspectiva de género-, el año de la teta y del bebé de Carolina Bescansa, del billete de 20 dólares de Harriet Tubman, del discurso de Madonna, de los Juegos Olímpicos y de Fu Yuanhai. Del asesinato de Berta Cáceres y de otras lideresas y defensoras indígenas, del verano del burkini. Ha sido el año del 25 aniversario de 'Thelma y Louise', de las 'Cazafantasmas' de 'Buscando a Dory' y también de la horrible 'Julieta' o de la pesada de Bridget Jones.
Ha sido el año de las movilizaciones internacionales contra la violencia de género, entre las que destacan especialmente las sucedidas en Argentina, a raíz del vil y cruel asesinato de la joven Lucía Pérez en Mar de Plata. Y aquí radica el verdadero punto negro del año 2016 el del feminicidio sistemático de mujeres. En España, ha habido 103 asesinatos y feminicidios. Tampoco podemos olvidarnos de la agresión sexual múltiple sucedida en la primera noche de San Fermín.