Días después de la publicación de un chat privado en el que antiguos cargos militares pedían el fusilamiento de 26 millones de personas, 271 militares retirados han firmado un manifiesto en el que se advierte contra “el deterioro de la democracia” y “la imposición de un pensamiento único” y en el que se afirma que la “unidad de España está en peligro”. El documento, encabezado por el teniente general Emilio Pérez Alamán, ha sido suscrito por altos cargos del ejército que previamente apoyaron un manifiesto en defensa de Franco, como es el caso de Juan Chicharro Ortega (también presidente de la Fundación Franco), Carlos Blond Álvarez del Manzano o José María Treviño Ruiz.
De hecho, el pasado jueves Chicharro confirmó estar detrás de una tercera carta para cargar contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez, aunque en declaraciones a elDiario.es desvinculó a la Fundación Franco de esta misiva y destacó que era posible que sí la apoyara, pero a título individual.
De esta manera, los que secundan el nuevo texto se desmarcan de otras iniciativas similares: “Los firmantes de esta Declaración quieren manifestar su completa desvinculación y desagrado con cuanto se ha expresado en un 'chat' privado –difundido en diversos medios– ajeno a nuestro sentir y esencia de soldados”. En esas conversaciones, se lanzaban insultos contra los miembros del Gobierno, se especulaba con la posibilidad de que se diese un golpe de Estado y se comentaba que la única solución a la situación política era “fusilar a 26 millones de hijos de puta”.
No era la primera vez que planteaban la idea de un levantamiento contra el Gobierno. En las conversaciones previas a la carta, como publicó InfoLibre, los integrantes del chat hicieron varias referencias a los pronunciamientos militares que se habían dado en la historia de España hasta que uno les recuerda que no tienen “aviones, tropa ni armamento”.
A pesar de renegar de los mensajes enviados en ese chat, los 271 firmantes del nuevo manifiesto dicen compartir “las mismas inquietudes” que sus compañeros de la XIX Promoción del Ejército del Aire y de la XXIII de la Academia General Militar del Ejército de Tierra, expuestas por cada una en sendas cartas al presidente del Parlamento Europeo y a al Rey de España“. Acusan al Gobierno de aceptar ”los desprecios a España, las humillaciones a sus símbolos, el menosprecio al Rey y los ataques a su efigie“.
“Además de permitir violentas algaradas independentistas y golpistas con petición de indultos a condenados por sedición, así como conceder favores a terroristas con el consiguiente menosprecio a sus víctimas”, bordear “la legislación vigente”, buscar “el sometimiento al Poder Ejecutivo del Poder Judicial, incluida la Fiscal General del Estado”, y tratar de “imponer un pensamiento único” con leyes como la de Memoria Democrática.
Agregan que “como militares, que seguimos siendo aún en la situación de retirados, mantenemos activo el Juramento que prestamos en su día de garantizar la soberanía e independencia de España y defender su integridad territorial y el orden constitucional, entregando la vida si fuera preciso”.
“Si bien por edad no podemos ejercer nuestra vocación de soldados en Unidades, sí hemos recuperado los derechos fundamentales a los que renunciamos voluntariamente al abrazar la carrera de las Armas. Entre ellos la libertad de opinión y expresión que nos permite firmar esta declaración, que advierte de los riesgos a que están sometiendo a nuestra Patria los responsables de dirigir el futuro de España”, argumenta el manifiesto. Los firmantes reiteran su lealtad al rey como mando supremo de las fuerzas armadas.