Universidad Rey Juan Carlos, plaza Juan Carlos I, avenida rey Juan Carlos... Durante cuarenta años, el ex jefe del Estado ha sido la autoridad viva a la que más se ha rendido homenaje desde las instituciones, que han tomado su nombre para bautizar vías urbanas, edificios e instituciones en todo el país. En el callejero español, 636 calles de 584 municipios honran todavía al emérito después de que algunas administraciones hayan decidido retirarle tal homenaje. Las últimas noticias sobre su patrimonio oculto –su fortuna no declarada en paraísos fiscales–, los regalos a sus amantes y la huida de España a Emiratos Árabes, según confirmó la Casa Real este lunes tras dos semanas de opacidad, ha hecho que varios partidos políticos hayan puesto en cuestión que pueda seguir conservando semejantes honores.
La lista de presuntas irregularidades no deja de crecer. Se ha abierto la veda y cada mañana asoman nuevos escándalos en la prensa española. La extranjera lleva algunos años de ventaja desvelándolos. Ahora, la Fiscalía del Tribunal Supremo investiga si el rey Juan Carlos cometió blanqueo de capitales y delito fiscal al mover capitales desde Suiza de su patrimonio oculto en 2014, una vez había dejado el trono y ya no gozaba de inviolabilidad por la Constitución. Juan Carlos I también recibió en una sucursal de Ginebra 65 millones de euros provenientes del Ministerio de Finanzas de Arabia Saudí. La Fiscalía Suiza investiga si se trata de una comisión ilegal fruto de la intervención del monarca para lograr que las empresas españolas hiciesen una sustanciosa rebaja en la obra del Ave a La Meca. Esa minuta por sus supuestos servicios acabaron en una cuenta a nombre de su examante Corinna Larsen que este jueves aseguraba que fue un regalo del Borbón y que podría tener “cientos de cuentas en otras jurisdicciones”.
Ante todas estas revelaciones, a principios de junio, el senador de les Corts Valencianes, Carles Mulet, del grupo parlamentario Izquierda Confederal, solicitó al Instituto Nacional de Estadística (INE) el “listado de vías públicas que mantengan como denominación los nombres Rey Juan Carlos, Juan Carlos I, Juan Carlos de Borbón”. Mulet ya tiene la respuesta: 636 calles en 584 municipios de (casi) toda España. El INE incluye en esas más de seiscientas vías, autovías, avenidas, calles, grupos, glorietas, plazas, puentes, parques, pasajes, traseras, travesías y urbanizaciones.
“Lo que pretendemos es favorecer que se abra el debate en los municipios. Lo hemos visto con la Ley de Memoria Histórica: con la excusa de 'esto no es prioritario' hemos estado 40 años con nombres franquistas en las calles”, dice Mulet en declaraciones a elDiario.es. El senador valenciano explica además que desde su grupo consideran que Juan Carlos de Borbón “es una persona que actualmente no representa ningún ejemplo para tener calles”. “No es como con la Ley de Memoria Histórica; no hay ninguna obligación de mantener esos nombres ni de quitarlos”, argumenta. Con esta iniciativa, no obstante, tratan de “iniciar el debate” y “animar a todos los ayuntamientos” a seguir el ejemplo de algunos consistorios que ya han tomado la iniciativa de eliminar el nombre del monarca emérito de sus calles.
Los municipios que más honran al emérito
Pero las localidades que han optado por borrar de su callejero al emérito son la minoría. 584 municipios a lo largo de todo el país le siguen rindiendo homenaje. Son Badajoz, Toledo, Alicante, Murcia y Sevilla las que encabezan el 'ranking' de provincias con más vías en honor a Juan Carlos. En algunas provincias ocurre que hay más calles con nomenclatura juancarlista que municipios: 28 municipios de Murcia aglutinan 44 calles con nomenclatura juancarlista (solo la localidad de Lorca tiene 8).
Por el contrario, Araba, Bizkaia y Gipuzkoa (Euskadi), Girona, Lleida y Tarragona (Catalunya), y Lugo y Ourense (Galicia) son las únicas provincias del Estado cuyos municipios no tienen ni una sola calle dedicada al Juan Carlos I.
Varios Ayuntamientos ya han tomado la iniciativa
El debate está sobre la mesa y varios municipios ya están borrando la huella del emérito de sus callejeros. Es el caso de Gijón, que ya lo ha eliminado de una de sus avenidas. El equipo de gobierno de PSOE e IU ha justificado la supresión del nombre de la avenida Juan Carlos I en que “ya no representa los valores institucionales, morales y democráticos de la sociedad”. En la localidad asturiana no hay todavía consenso entre los partidos del Gobierno sobre cómo llamar a la vía.
En Vitoria esta cuestión ya está resuelta. El alcalde Gorka Urtaran (PNV), que gobierna gracias al apoyo del PSE, ha ejecutado ya el cambio de denominación. Urtaran lo ha hecho debido al “cuestionamiento de la ejemplaridad” del padre de Felipe VI y ha pasado a ser la calle 8 de Marzo en homenaje a las mujeres.
Pasa lo mismo con el municipio de Parla, en Madrid, que ya ha iniciado los trámites y hará una consulta ciudadana para decidir la nueva denominación. En Cádiz, el alcalde José María González, más conocido como 'Kichi', ha propuesto sustituir el nombre de una de las principales avenidas de la ciudad que recibe el nombre del emérito por el de Sanidad Pública.
Pero no solo está ocurriendo con las calles. Bustos y retratos del monarca adornan numerosos edificios públicos. Ya en junio, el Parlamento de Navarra retiró un cuadro del rey emérito después de que todos los grupos lo apoyaran a excepción Navarra Suma (formada por PP y Ciudadanos). Tras la medida tomada por el parlamento autonómico, la portavoz de Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, también pedía la retirada de todas las imágenes de Juan Carlos I del Congreso de los Diputados. Esta vez sin éxito.
Apoyo del PP y de ex altos cargos al Rey Juan Carlos
Estos ayuntamientos son minoría pero la iniciativa podría ir a más en otros municipios. Lo que parece imposible es que la medida pueda prosperar en las localidades gobernadas por el Partido Popular. El presidente del PP, Pablo Casado, dictaba posición sobre el tema este jueves en la Junta Directiva Nacional. Casado dejaba claro a los dirigentes populares cuál debe ser el posicionamiento de la formación: defensa cerrada a la Monarquía y al emérito. Las directrices del jefe de la oposición llegaban después de que Cayetana Álvarez de Toledo –cesada tres días antes como portavoz parlamentaria– hablase de “hechos lamentables” y de que Juan Carlos de Borbón no debería haberse marchado en una entrevista en El País el pasado domingo.
Pero el PP no es el único que se ha puesto de lado del emérito, a pesar de que ha sido su hijo, el rey Felipe VI, quien ha puesto en cuestión la honorabilidad y la credibilidad de Juan Carlos de Borbón retirándole la asignación anual y invitándole a abandonar el país. El ex jefe del Estado cuenta aún con muchos defensores en España, mientras la prensa internacional pone en cuestión su reinado y habla incluso de posible “corrupción” como es el caso de Le Monde en Francia o la BBC en Inglaterra.
Más de setenta exministros, ex presidentes autonómicos, embajadores y otros antiguos altos cargos ligados principalmente al PP y al PSOE, pero también a la desaparecida UCD, hicieron esta semana un manifiesto para poner en valor la figura del Borbón: “Nunca se podrá borrar la labor del rey Juan Carlos en beneficio de la democracia y de la Nación, so pena de una ingratitud social que nada bueno presagiaría del conjunto de la sociedad española”, dice el texto.
Entre los antiguos altos cargos que suscriben esta y otras afirmaciones sobre la defensa de la Corona o la presunción de inocencia del monarca –puesta en duda por la propia Casa Real– destaca el exvicepresidente Alfonso Guerra y otros exministros del PSOE como Matilde Fernández, Celestino Corbacho, Julián García Vargas, Javier Gómez Navarro, Jerónimo Saavedra, Gustavo Suárez Pertierra, así como otros expresidentes autonómicos socialistas. Por parte del PP, son destacados miembros de los Ejecutivos de José María Aznar y Mariano Rajoy los que suscriben el texto: Jaime Mayor Oreja, Rafael Catalá, Esperanza Aguirre, Ana Pastor, Pío Cabanillas, Ana de Palacio, José Ignacio Wert, Margarita Mariscal de Gante o José Manuel Soria, entre otros, en los que también hay ex presidentes autonómicos.
En cualquier caso, cambiar el callejero o retirar homenajes a personajes en edificios públicos no es tarea fácil y depende en gran medida de la voluntad política. En Madrid, asociaciones y grupos políticos han solicitado que se retire de denominación de Plácido Domingo a la escuela municipal de Música y Danza –después de hacerse público los escándalos por acoso sexual del tenor– sin éxito. La ley de Memoria Histórica también obliga a eliminar la referencias al franquismo desde hace más de una década pero aún así en muchos casos se mantienen. La iniciativa para que el rey Juan Carlos deje de estar en tantos lugares ni siquiera cuenta con una legislación que obligue a ello.