Ecuador grabó las conversaciones privadas de Assange en la embajada y se hizo con documentos confidenciales
El Gobierno de Ecuador grabó los movimientos de Julian Assange en su embajada de Londres a través de las cámaras instaladas por UC Global, la empresa que supuestamente se encargaba de protegerlo. Pero la empresa que sustituyó a esta en la labor de control del fundador de Wikileaks fue más allá. La compañía ecuatoriana Promsecurity registró también el audio de sus conversaciones privadas, incluidas las que mantuvo con sus abogados. Además, quienes vigilaban al incómodo huésped en la delegación diplomática fotografiaron los pasaportes de quienes le visitaban y los documentos confidenciales que manejaba.
Así lo recoge la querella presentada por el despacho de abogados Ilocad en nombre de Assange y de Kristinn Hrafnsson, director de Wikileaks, en la Audiencia Nacional y a la que ha tenido accedo eldiario.es. En el documento también se denuncia que un grupo de ciudadanos españoles -que están detrás de la empresa Agencia6- trató de extorsionar a la organización fundada por Assange: les pidieron tres millones de euros a cambio de una cantidad ingente de grabaciones y documentos obtenidos a través de ese espionaje con la amenaza de pasárselos a medios de comunicación.
La conclusión es que los dos últimos gobiernos de Ecuador espiaron los movimientos de Assange a través de la firma UC Global Security Consulting, una empresa afincada en Jerez que grababa únicamente vídeo dentro de algunas dependencias comunes de la embajada en Londres. Assange se encontraba allí refugiado desde 2012 con estatus de asilado, pero la situación cambió a partir de mayo de 2017, denuncian sus abogados, cuando Lenin Moreno fue elegido presidente de Ecuador e incrementó la hostilidad hacia el fundador de Wikileaks.
Esta organización tuvo conocimiento de que se había incrementado la vigilancia sobre su fundador porque unos ciudadanos españoles trataron de extorsionarles con ingente documentación. Hace unos meses, Hrafnsson vio que una cuenta de Twitter ofrecía públicamente documentación privada sobre Assange, así que contactó con la persona que estaba detrás de ese perfil. Era un español residente en Alicante que le relató que tenía en su poder audios, vídeos y “documentación sensible” sobre Assange.
Hrafnsson continuó con las comunicaciones y pidió conocer ese material. Le contestaron que eso tenía “un precio” y en un email posterior fijaron esa cantidad en tres millones de euros. En otros intercambios enviaron ejemplos del material que poseían, como capturas de vídeos en los que se veía al propio Hrafnsson en la embajada o la fotografía de un documento con anotaciones que habían elaborado los abogados de Assange.
El director de Wikileaks siguió pidiendo más pruebas para conocer de qué material se trataba. Así, enviaron una grabación de la pantalla del ordenador en la que se hacía un recorrido por decenas de carpetas con documentación. Había una con fotos de documentos de identidad y pasaportes, otra con multitud de imágenes captadas por las cámaras de seguridad -algunas en estancias privadas- y audios del propio Assange.
En el vídeo se ve también que tienen emails personales de Assange con colaboradores o una carpeta -que en la grabación no se abre- que sugiere que también obtuvieron mensajes de WhatsApp de los móviles de quienes le visitaban. Otra de las carpetas se llamaba “Comunicaciones Baltasar Garzón” y presuntamente contenía conversaciones de Assange con el exjuez español que coordina su defensa. Otra expediente, que tampoco se abre, se llamaba Senain (Secretaria Nacional de Inteligencia de Ecuador).
Los presuntos extorsionadores enviaron también a Hrafnsson una lista detallada con todo el material que poseían con una breve descripción al lado. En ese documento se incluye un resumen de un supuesto audio grabado al primer secretario de la embajada de Ecuador por los micrófonos instalados en la legación. En él, este alto cargo dice que “nada de esto puede salir a la luz o si no Julian tomará acciones legales contra la embajada”. Añade que debe protegerse a los miembros de la empresa de espionaje.
Hrafnsson y los supuestos extorsionadores llegaron a mantener una reunión en Madrid, donde el director de Wikileaks accedió a un ordenador para comprobar de primera mano la ingente cantidad de información en posesión de los ciudadanos españoles. El encuentro se produjo el pasado 2 de abril, según se recoge en la querella, y tras él Hrafnsson se dirigió al despacho de abogado Ilocad para contarles lo ocurrido. Decidieron poner los hechos en conocimiento de la Policía, que llegó a grabar con micrófonos una segunda reunión con los presupuestos extorsionadores, pero no ha practicado aún ninguna detención. Esas pesquisas se investigan bajo secreto de sumario en un juzgado de Madrid.
En un correo del pasado 4 de abril los supuestos autores de la extorsión advierten de que se han percatado del seguimiento policial, por lo que han elevado la protección de sus documentos. En otra comunicación posterior rebajan el precio de esa información a la mitad.
Wikileaks se decidió a denunciar públicamente los hechos. En una rueda de prensa el pasado 10 de abril, Hrafnsson expuso lo ocurrido y mostró un vídeo que había grabado con el móvil metido en el bolsillo de su americana. En una de las grabaciones que se hace a Assange en la embajada, quienes reclamaron el pago del dinero a cambio de la información sobreimpresionaron el logo de su empresa: Agencia6. Una búsqueda en internet lleva a una página web de noticias creada hace solo unas semanas.
Tienen también un canal de Youtube donde han subido algunos de los vídeos grabados a Assange en la embajada para promocionar el material que tienen en su poder. En los vídeo se ve al fundador de Wikileaks paseando por la embajada, jugando con su gato o manteniendo reuniones. Hay además fragmentos de audio que prueban que sus conversaciones fueron grabadas.
eldiario.es se ha puesto en contacto con el responsable de esa empresa, que se identifica como 'Pepe' y es la persona con la que trató Hrafnsson. Acusa al director de Wikileaks de haberles robado documentación: “Este señor es un terrorista de la información, a nosotros nos han dejado como unos mafias”. Asegura que trataron de colaborar con la embajada para demostrar los problemas de seguridad que había.
Afirma que son periodistas que consiguieron una información y reconoce que en un primer momento pidió dinero por ella: “Al principio se le dijo que eso tenía un precio, yo tenía una exclusiva y la quiero vender, eso en España es legal, pero luego se le ofreció todo gratis”. Asegura que tras su último encuentro, Hrafnsson les dio las gracias por no publicar nada.
Assange fue expulsado a las 24 horas
Al día siguiente de la rueda de prensa de Wikileaks en la que se denunciaba el espionaje, Ecuador expulsó a Assange de la embajada y se lo entregó a las autoridades británicas. El próximo 2 de mayo afronta una vista de extradición a Estados Unidos. El mismo día de la expulsión, José Valencia Amores, ministro de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana de Ecuador, dio una entrevista en la cadena Ser. Acusó a Assange de haber tenido una mala conducta: “Ha realizado acusaciones falsas sobre Ecuador... Sobre todo hizo acusaciones de espionaje en contra de funcionarios del Ecuador”. La querella sostiene que esas acusaciones tenían una base.
La querella presentada en la Audiencia Nacional recoge todos estos hechos y apunta, además de a los extorsionadores, al personal de la embajada de Ecuador en Londres, a la empresa encargada de la seguridad en la legación, Promsecurity, y a otros funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana de Ecuador. El escrito, presentado por Ilocad, justifica que la competencia es de la Audiencia Nacional y apunta a posibles delitos de organización criminal, extorsión y contra la intimidad, el honor y el secreto de las comunicaciones entre abogado y cliente.
Assange está, desde el pasado 11 de abril, en una cárcel de máxima seguridad de Reino Unido esperando a la vista de extradición a EEUU, para ser investigado en la causa por las revelaciones de Chelsea Manning. Este jueves, Joe Cannataci, relator especial de Naciones Unidas sobre el derecho a la privacidad, se ha reunido con el fundador de Wikileaks. En declaraciones a los medios insistió en la importancia de su investigación, que apunta a que una persona que no estaba formalmente detenida fue sometida a vigilancia.