Casado vuelve a Melilla a hablar sobre inmigración: “Nos llamaron xenófobos y el tiempo nos ha acabado dando la razón”
El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha vuelto este miércoles a Melilla en su tercera visita a la ciudad autónoma desde que fue elegido líder del PP el pasado mes de julio. Allí el máximo dirigente de los populares ha vuelto a hacer gala de su duro discurso contra la inmigración y, sobre todo, contra la política migratoria del Gobierno de Pedro Sánchez.
Casado ha querido “retomar” lo que dijo en agosto cuando acusó al Ejecutivo de promulgar un “efecto llamada” por ofrecer al buque Aquarius un puerto español para atracar y desembarcar a los inmigrantes que habían sido rescatados en el Mediterráneo. “Nos llamaron alarmistas, xenófobos y radicales”, ha recordado el líder del PP. “Al final, por desgracia, el tiempo nos ha acabado dando la razón”, ha zanjado.
“El efecto llamada de un Gobierno populista y buenista que por hacerse una foto con una embarcación estaba produciendo que las mafias utilizaran esas noticias para que dijeran 'a Libia no, a España', al final se ha producido. Hay más de 55.000 llegadas de inmigración irregular y las mafias han explotado a más de dos millones de seres humanos”, ha señalado.
Casado también ha lanzado una advertencia a los inmigrantes: “La integración es no ser un inmigrante aparte de la sociedad que te recibe sino ser parte de esa sociedad”. Y ha querido manifestar su “apoyo inequívoco a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado para defender las fronteras españolas” y el “apoyo a aquellos territorios en las que hay un flujo inmigratorio” y que deben hacer un esfuerzo “para que a esa gente para que no le falte de nada”.
El líder del PP ha asegurado también que “el corazón de España es Melilla, que lleva siendo 520 años el corazón de España, pese a quien le pese. España es sinónimo de Melilla. La ciudad en la que la españolidad cobra el verdadero sentido”.