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Casado reclama concentrar el voto en el PP para hacer oposición a Sánchez desde las autonomías

El líder del PP, Pablo Casado, se ha vuelto a volcar en la campaña del 26M.

Iñigo Aduriz

Los resultados de las elecciones generales del 28A derivaron en una batalla campal entre el Partido Popular y Ciudadanos por liderar la oposición al Gobierno de Pedro Sánchez en la próxima legislatura. El presidente del PP, Pablo Casado, busca ahora zanjarla en los comicios autonómicos, municipales y europeos del 26 de mayo. En una nueva gira maratoniana, el líder popular se ha volcado en la campaña apoyando a sus barones para intentar que el partido pueda servir de “contrapeso” al nuevo Ejecutivo desde las autonomías.

El hundimiento de los populares en las generales, cuando lograron el peor resultado de su historia –66 escaños, menos de la mitad de los 134 de hace tres años– y el avance de Ciudadanos, que se situó a solo nueve del PP –57 diputados, 25 más que en 2016– han llevado a Albert Rivera a atribuirse ese papel de líder de la oposición, algo que enerva al líder popular que en cada mitin se esfuerza en dejar claro que su partido fue el 28A “el segundo más votado” tras el PSOE.

Ante la debilidad del PP en el nuevo Congreso y la mayoría del PSOE en el Senado, una Cámara que sirvió para bloquear las reformas legislativas la pasada legislatura, el objetivo del presidente de los populares es lograr un resultado el 26M que le permita consolidar un frente autonómico que sirva de ariete contra las políticas de Sánchez. “Si ellos suben impuestos, nosotros, en los gobiernos regionales los bajaremos en los tramos autonómicos: si ellos paran infraestructuras, nosotros utilizaremos los presupuestos autonómicos para hacerlas”, apuntaba el domingo.

Lo ha advertido directamente Pablo Casado, que depende de estos comicios para consolidar su liderazgo al frente de la oposición y también acallar las voces internas que sugieren que un nuevo batacazo pondría en serio riesgo su permanencia en la presidencia del partido durante los próximos cuatro años.

El equipo de Casado insiste, en todo caso, en que “sea cual sea” ese resultado, el líder del PP seguirá en su puesto porque tiene “un mandato de cuatro años” tras ganar las primarias, en julio. 

Los feudos, en riesgo

En la nueva campaña, Casado centra su estrategia en reclamar al electorado de centro derecha que concentre su voto en el PP, después de que la fragmentación de las tres derechas (PP, Ciudadanos y Vox) derivara en la debacle del 28A y, según las últimas encuestas como la del CIS, haga peligrar la permanencia de los populares en el poder en algunos de sus principales feudos como la Comunidad de Madrid, Castilla y León o la Región de Murcia, donde llevan gobernando sucesivamente desde los años 90 del siglo pasado.

Este lunes, aprovechando su visita a Navarra, donde el PP se presentó en las generales y concurre ahora en la coalición Navarra Suma con UPN y Ciudadanos, Casado aseguraba que la “suma funciona”, poniendo como ejemplo que en la comunidad foral esa unión logró dos escaños en las generales y la victoria en votos. La fragmentación de las derechas que se dio en el resto de España, ha insistido, “beneficia a la izquierda”.

Tras recordar que él ofreció un pacto a Ciudadanos en el Senado y también pidió a Vox que “reflexionase” sobre la conveniencia de presentarse en algunas provincias, las más pequeñas, donde más daño hizo la división a la derecha, Casado señalaba este lunes que “por desgracia” el tiempo le ha dado la razón porque “los constitucionalistas que no son de izquierdas sacaron más votos” en las generales, pero “muchos menos escaños”.

“Ese es el primer mensaje que quiero mandar para las elecciones municipales y autonómicas, para que no volvamos a equivocarnos. No digo los votantes, que hay que respetar su decisión, sino los políticos”, remarcaba, para añadir que solo “yendo unidos” y “optimizando esfuerzos” el centro derecha podrá tener la mayoría en las urnas el 26 de mayo. “La suma en Navarra ha funcionado y ojalá se extendiera a otros municipios y comunidades autónomas”, remachaba.

“Hemos dicho la verdad”

Evitando en todo momento la autocrítica, en los últimos días Casado culpa de la debacle del 28A exclusivamente a la fragmentación de las derechas. Este lunes a primera hora, en una entrevista en Antena 3, el líder del PP destacaba que a estos nuevos comicios del 26M el PP no acude con triunfalismo, aunque cree que su estrategia de la campaña del 28A, que no le dio un buen resultado en las urnas, fue la correcta. 

Ahora Casado repite como un mantra la misma idea: “O vamos juntos a las urnas entorno al PP o, si volvemos a ir divididos, ganan los independentistas y Podemos”. Con sus palabras el presidente popular trata de reivindicar únicamente el voto útil ante su electorado, puesto que en plena campaña ya no es posible realizar ningún tipo de alianza con Ciudadanos o Vox antes del 26M, algo que ambas fuerzas han rechazado además de plano en las últimas semanas.

Ante las críticas internas a la derechización que puso en marcha en el PP nada más llegar a la presidencia que le llevó a acercarse a los postulados de Vox, a quien llegó a ofrecer ministerios en el último día de la campaña de las generales y a la que en su viraje al centro tras el 28A llamó por primera vez “extrema derecha”, el presidente popular ha afirmado que, pese a los “tácticos de las campañas”, al final “se acaba imponiendo la verdad”. “Estoy satisfecho porque hemos dicho la verdad”, concluía, sin ver ningún error en su partido. 

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