Casado inicia nueva gira para combatir el desplome del PP en las encuestas: 50 actos hasta semana santa
Medio centenar de actos en las 17 comunidades autónomas en solo tres meses. El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha iniciado esta semana una nueva gira maratoniana por España que le llevará a respaldar a todos los candidatos autonómicos populares antes de la Semana Santa y con la que busca dar a conocer su proyecto político, además de poner en valor las siglas del PP de cara a las elecciones autonómicas, municipales y europeas de mayo.
Esta nueva campaña la pone en marcha Casado cuando las encuestas apuntan a que el PP ha podido no tocar aún suelo electoral –ya que sigue cayendo en expectativa de voto– y mientras sus principales competidores en la derecha, Ciudadanos y Vox, partidos contra los que Casado inició una batalla por el electorado más conservador nada más llegar a la presidencia popular, crecen en apoyos según todos los estudios demoscópicos.
El líder del PP no ha conseguido que su formación remonte en las encuestas seis meses después de las primarias que le encumbraron como máximo jefe del partido y tras poner en marcha una estrategia de virar a la derecha y de acercamiento al sector aznarista –con una línea más radical que la seguida por Mariano Rajoy los últimos 14 años–, que se vio refrendada entre los días 18 y 20 de enero en la Convención Nacional, el congreso del “rearme ideológico” de los populares.
El Barómetro de enero del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicado este jueves reflejaba un nuevo importante descenso del PP respecto a la anterior encuesta del organismo que dirige José Félix Tezanos. El partido de Pablo Casado caería ahora a la cuarta posición por detrás de PSOE, Ciudadanos y Unidos Podemos, y parte de los votos que pierde se van precisamente a uno de sus grandes competidores, Vox, que crece casi tres puntos en voto directo.
Una tendencia a la baja
Los populares pasan, según el CIS, del 19,1% de los votos de comienzos de enero al 15,4% de esta encuesta, muy lejos del 33% que lograron en las últimas elecciones generales y consolidando una tendencia a la baja que no ha remitido pese a la llegada de Casado a la presidencia del PP y la salida de Mariano Rajoy tras la moción de censura que presentó contra él el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
En la Comunidad de Madrid, uno de los feudos tradicionales del PP –donde ha ganado de forma consecutiva en los últimos 23 años– la caída también es imparable según las encuestas publicadas más recientemente. La elaborada por Celeste-Tel para eldiario.es apunta a que los populares pasarían del 33,1% de los apoyos de las elecciones autonómicas de 2015, donde fue la fuerza más votada con 48 escaños, al 20,8% que obtendría ahora, quedándose en segundo lugar, por detrás del PSOE, con apenas 29 asientos en el parlamento regional.
Una posible repetición del pacto alcanzado en Andalucía con Ciudadanos y Vox y que hizo en enero presidente de la Junta al popular Juan Manuel Moreno Bonilla sí podría, en todo caso, dar el Gobierno de la Comunidad de Madrid a la derecha.
Algo similar podría suceder en otra administración habitualmente favorable para el PP, el Ayuntamiento de Madrid, donde los populares han sido la fuerza más votada desde 1992. La encuesta que Celeste-Tel ha realizado para este diario muestra que el partido que preside Pablo Casado caería ahora al segundo lugar, por detrás de Más Madrid –plataforma con la que concurrirá la actual alcaldesa, Manuela Carmena– y estaría en una situación de empate con Ciudadanos, su gran rival en la capital.
Los populares pasarían del 34,9% de los votos y 21 concejales que obtuvieron en 2015 al 21,9% de los apoyos y 13 ediles, los mismos que el partido de Rivera.
El descrédito de las encuestas
La dirección nacional del PP resta importancia a todos estos estudios demoscópicos. Este jueves, nada más conocer los datos del CIS que sitúan a los populares como cuarta fuerza, las reacciones de los principales dirigentes populares fueron de mofa y de descrédito hacia la institución que preside Tezanos, miembro del PSOE, y integrante activo de la Ejecutiva socialista hasta llegar al CIS.
A última hora de la tarde, Casado sostenía que “ya no existe el CIS”, porque desde que gobierna Pedro Sánchez el Centro de Investigaciones Sociológicas se ha convertido “en una secretaría de estudios del PSOE”.“Ya no es una broma pesada sino una malversación de fondos públicos en beneficio partidista” y que “atenta directamente contra el respeto institucional”.
El número dos del partido, Teodoro García Egea, puso un tuit asegurando que le daba “la risa” al ver los datos del barómetro de enero, una línea similar a la defendida por la vicesecretaria de Estudios y Programas, Andrea Levy –“El CIS es un chiste. El único porcentaje fiable que aporta es que es 100% humor”, decía en Twitter– y la portavoz del PP en el Congreso, Dolors Montserrat, que en la misma red social ironizaba con que “Tezanos estará hoy firmando libros de cocina a partir de las 18:00 en Ferraz 70”, sede del PSOE.
Como lleva explicando el equipo de Casado en los últimos días, Génova insiste en que las encuestas que maneja de forma interna el PP no tienen nada que ver con las que se están conociendo recientemente. La dirección de los populares asegura que sus estudios sitúan al PP como primera fuerza, por delante del PSOE en intención de voto y, por tanto, con opciones de repetir como el partido más votado en el caso de que se celebraran ahora las elecciones generales.
Con el objetivo de asegurarse esa victoria Casado echará el resto en su nueva gira. Prevé realizar más 50 actos de precampaña para los próximos tres meses y quiere visitar una treintena de capitales de provincia en las próximas semanas. Con el objetivo de mantener un mensaje y una línea unitaria, el líder del PP reunirá el próximo lunes al Comité Ejecutivo Nacional en el que estarán presentes todos los barones regionales.
“No se puede desunir el voto”
Acudirán, entre otros, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, que en las últimas semanas ha mantenido un discurso contradictorio respecto al defendido por Génova al criticar abiertamente a Vox –al que Casado copia argumentario y con quien se muestra dispuesto a pactar, como ha hecho en Andalucía– llamándole “extrema derecha” y reivindicando la moderación, o el líder de los populares vascos, Alfonso Alonso, que también lleva meses pidiendo al PP que no pierda el centro ante el giro a la derecha emprendido por Casado y su equipo.
El presidente de los populares insistirá durante toda la precampaña en el mensaje que ha venido repitiendo estos días, ante la fragmentación del votante de derecha que recogen las encuestas: “Si se quiere que gane el PP, hay que votar al PP”. “Si no se vota al Partido Popular, Sánchez se queda. Si no se da una confianza mayoritaria al PP para que luego podamos pactar con otros partidos, el PSOE puede volver a hilvanar una mayoría alternativa con los que quieren romper España. Si se quiere unir España, no se puede desunir el voto”.