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Trama Eólica: el expresidente de Campofrío y un directivo de Endesa declararán ante el juez

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Laura Cornejo

El expresidente de Campofrío, Pedro Ballvé y el exconsejero delegado de Endesa, Rafael Miranda, tendrán que declarar como testigos ante el juez que instruye el caso Trama Eólica el próximo 6 de julio. Ambos remitieron sendos correos al consejero de Economía de Castilla y León, Tomás Villanueva (ya fallecido), en los que pedían instrucciones para conseguir las autorizaciones de parques y además recordaban las donaciones o proyectos que tenían en marcha con la Junta de Castilla y León.

La aparición de estos correos, que aportó a la causa uno de los principales imputados, el exviceconsejero de Economía, Rafael Delgado, motivaron la imputación de Villanueva. El consejero delegado de Endesa, Rafael Miranda, se dirigió a Villanueva por una carta remitida por fax el 10 de marzo de 2005.

Ya el encabezado, “estimado consejero y amigo”, demuestra una relación estrecha entre ambos. Miranda recordaba a Villanueva su intención de entrar en el accionariado de las sociedades que ya estaban promoviendo parques en Castilla y León, no por voluntad propia, sino porque se lo había indicado la Junta, tal y como señalaba en uno de los párrafos: “Como continuación de la conversación mantenida la pasada semana y ante el interés que nos han manifestado desde diferentes instancias de tu departamento en que los parques eólicos pendientes de autorización administrativa sean desarrollados mayoritariamente por alguno de los grandes grupos promotores eólicos de la Comunidad [...]”. Así, ponía en conocimiento de Villanueva que Endesa trabajaba en “acuerdos” para participar mayoritariamente en promociones eólicas de Ider, Cannon Power, Ibervento, Dersa-Boreäs, Preneal y Ecotecnia y añadía: “así como de cualquier otra empresa que desde la Junta de Castilla y León estimarais de interés”.

Ibervento fue una de las empresas que acabó renunciando a parques porque la Junta no los autorizaba aun teniendo que hacerlo por contar con la Declaración de Impacto Ambiental favorable. El representante de la empresa llegó a escribir al presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera alertándole de que se estaba produciendo un “abuso de poder”. Herrera hizo caso omiso.

El empresario acabó vendiendo el 100% de IberventoSL a Productor Regional de Energía S.A (una empresa constituida por Inverduero, filial de la constructora vallisoletana Grupo Collosa y Endesa). La operación se comunicó el 26 de julio de 2006. Dos días después, la Junta decidió autorizar el parque.

En el caso de Pedro Ballvé, en ese momento presidente de Campofrío, la comunicación con Villanueva se produjo el 5 de marzo de 2008 vía correo electrónico. Empezando con un “querido vicepresidente” (Villanueva además de consejero era el número dos en la Junta), Ballvé pedía su “apoyo personal en las tramitaciones que los distintos organismos de la Junta” debían realizar para sus proyectos “tanto en energía termosolar como eólica” en Castilla y León, “para no dilatar más la puesta en marcha de las inversiones comprometidas” con la Junta.

El propietario de Campofrío advertía de que había alcanzado “importantes compromisos financieros, tanto con empresas nacionales y extranjeras de equipamiento como con entidades bancarias”, lo que exigía ajustarse a calendarios para evitar incumplimientos contractuales. Ballvé estaba tramitando seis parques eólicos en Zamora y la Red Eléctrica Española (REE) no tenía “comunicación formal de la Junta”. Campofrío había invertido más de 46 millones en aerogeneradores para esos parques. “Te agradecería enormemente que el organismo competente indique a REE que nuestros seis parques eólicos entren en Planificación, y que se proceda a tramitar la Declaración de Impacto Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente”, solicitaba.

Pero había un recado más y eran las inversiones o donaciones del gigante de la alimentación. Ballvé estaba “a punto de firmar” un convenio de colaboración entre la filial eólica de Campofrío, Ibereólica Solar, y la Fundación del Patrimonio Natural de Castilla y León, “por un importe de 675.000 euros para contribuir económicamente en los programas de conservación, gestión y mejora, del Patrimonio Natural de Castilla y León”.

Señalaba también que se había comprometido “a petición de José Manuel Jiménez Blázquez” (director general de Calidad y Sostenibilidad Ambiental de la Junta de Castilla y León), a “promocionar, construir y explotar” la planta termosolar de 25 megavatios que se iba a construir en la fallida Ciudad de la Energía de Soria, y en la que incorporaría “muchas actividades de I+D, a destacar la hibridación con biomasa y la producción de hidrógeno”. Después de ese paréntesis, Ballvé precisaba que quería empezar a construir los parques en septiembre. “En definitiva, Tomás, te pido encarecidamente, que nos autorices los seis parques eólicos de Zamora para poder contar con la financiación bancaria necesaria y que podamos liberar fondos propios para seguir invirtiendo y contribuyendo activamente a la generación de energía empleo y riqueza en Castilla y León, como hemos venido haciendo desde muchos años atrás”, finalizaba.

Por segunda vez y también el 6 de julio declararán los hermanos Álvaro y Ricardo Fuster, íntimos del Rey Felipe, que vendieron parques que tramitaban en León a Iberdrola. En su primera declaración precisaron que el que la Junta pusiese como condición la alianza con socios locales era un esquema que se daba en otras autonomías. Además, testificarán otros dos directivos de Endesa, un jefe de departamento del Ente Regional de Energía y un empresario eólico.

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