Felisa Reyes Ortega, primera gitana doctora en Ciencias Naturales en España

La cordobesa Felisa Reyes Ortega, que se ha convertido hoy en la primera mujer gitana en alcanzar un doctorado en el área de ciencias naturales, anima a las jóvenes gitanas a “seguir adelante con sus estudios, a pesar de los prejuicios que aún existen en muchas familias”.

Felisa Reyes ha hecho estas declaraciones en una entrevista con Efe, poco después de defender, en la Facultad de Química de la Universidad Autónoma de Madrid, la tesis doctoral en el área de Polímeros, con la que ha obtenido la calificación 'cum laude'.

Una tesis que la doctora ha desarrollado como investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Madrid gracias a una beca JAE-Predoc del Ministerio de Educación.

El doctorado de Felisa Reyes es el segundo de una mujer gitana en España, tras el de la antropóloga de la Universidad de Castellón Ana Giménez Adelantado, pero es el primero en el área de ciencias naturales.

Nacida en Lucena (Córdoba), en 1984, Felisa recuerda que, cuando terminó el instituto en su ciudad natal, “no estaba muy bien visto que las niñas, una vez mayores de edad, se fueran a estudiar fuera”.

Por ello, confiesa que tuvo “algún impedimento”, pero sus padres le “apoyaron en todo momento” frente a “las costumbres un poco arraigadas” del pueblo y decidió ingresar en la Universidad en Córdoba.

“Cuando terminé la carrera, tenía más ambiciones, ganas de seguir formándome, y vi la oportunidad de venir a hacer un máster de polímeros a Madrid”, expone.

De este modo, realizó este posgrado en el CSIC en el año 2007, tras el cual se animó a iniciar el doctorado en el grupo de Biomateriales del Instituto de Ciencia y Tecnología del Polímeros del CSIC.

Reyes, que es la mayor de cinco hermanos, todos universitarios -salvo el pequeño que va al instituto-, aconseja a las jóvenes gitanas que sigan estudiando y les insta a “esforzarse por dar un ejemplo”.

“Por desgracia, la visión actual que se tiene de los gitanos no es todavía buena, ya que aún se considera una etnia que está por debajo del resto de la sociedad y esta imagen hay que cambiarla”, por ejemplo “alcanzando estudios más elevados”, agrega.

Aunque cada vez hay más gitanos en la universidad, cuenta Reyes Ortega, “siempre se encuentran más hombres que mujeres, porque la mentalidad es todavía un poco machista y favorece más que estudien los hombres que las mujeres”.

“Esto es lo que yo quiero intentar cambiar. No tienes por qué renunciar a sus costumbres para avanzar a nivel cultural y de estudios en la sociedad”, concluye.