El Gobierno confía en que un “acuerdo de reconstrucción” se traslade al apoyo de los presupuestos de 2021
Pedro Sánchez celebra la receptividad -con matices- que está recibiendo de las fuerzas políticas a su propuesta de sentarse en torno a una “mesa de reconstrucción económica y social” del país en la que se deberán fijar las “prioridades” para salir de la crisis que deja la COVID-19. A pesar de que el Gobierno sostiene que “la mesa no está diseñada para pactar o sacar” los Presupuestos Generales del Estado para 2021, sí reconoce que aspira a conseguir los apoyos parlamentarios a partir de los acuerdos de reconstrucción que en ella se establezcan.
Cuando estalló con crudeza la pandemia en España y se decretó el estado de alarma, Sánchez asumió que todos sus proyectos políticos para la legislatura volaban por los aires, incluidos los Presupuestos Generales del Estado para este año, en los que ya trabajaba el Ministerio de Hacienda para sacarlos adelante antes de que acabara el verano. El Gobierno ya renuncia a ese plan y mira a las cuentas para el próximo año, pero quiere esperar a que las previsiones económicas -que supondrán una gran caída del PIB en España- sean definitivas.
Entre tanto, el Ejecutivo pretenden centrarse en buscar soluciones económicas y sociales a través de la mesa para la reconstrucción a la que ha invitado a las fuerzas políticas. Por ahora espera la respuesta de Pablo Casado, que ha aceptado finalmente reunirse por videoconferencia con Sánchez el próximo lunes, y solo le han plantado Vox y la CUP. A partir de las medidas que se consensúen en esa mesa, el Gobierno pretende elaborar las cuentas de 2021.
“Una cosa es la mesa de reconstrucción y otra cosa sería ese pacto por los presupuestos; pero sería absurdo pensar que si realmente hemos logrado tener una situación similar de cuál es la foto que tiene el país y cuáles son los instrumentos para poder reactivarlo, evidentemente los presupuestos tendrán que estar inspirados en esas cuestiones que todos hayamos sido capaces de plantear”, ha expresado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
Ese es el planteamiento, por ejemplo, del PNV, que se sentará en la mesa, pero ha dejado claro que la prioridad debe ser dar soluciones a la crisis económica y de generación de empleo cuando pase la pandemia. Sánchez también ha conseguido sentar en la mesa a Ciudadanos, ERC, Más País o JxCat, aunque las formaciones ponen algunas condiciones a ese diálogo.
ERC, por ejemplo, ve complicado alcanzar un acuerdo con formaciones como el PP o Ciudadanos y ve más realista que sean las fuerzas que apoyaron la moción de censura contra Mariano Rajoy las que busquen una nueva alianza para salir de esta crisis. Gabriel Rufián ha recordado, además, al Ejecutivo que “además de vida hay que hablar de política” en referencia al diálogo emprendido por Gobierno y Generalitat tras la investidura de Sánchez. No obstante, no ha puesto ninguna fecha y la portavoz del Gobierno ha asegurado que “no se ha producido ninguna ligazón” a ese respecto.
Así, Montero ha asegurado que la “prioridad absoluta” de todos los ministerios ha sido la lucha contra la pandemia y que “cuando ello acabe, esperemos que lo antes posible tendremos la capacidad de reanudar los proyectos políticos que teníamos encima de la mesa, que teníamos enfrascados, entre ellos la mesa de diálogo para Catalunya”, ha zanjado.
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