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El Gobierno evita la autocrítica y no explica su cambio de discurso sobre el 8M

M.Vigo durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros

Gonzalo Cortizo

Tras el éxito del 8M, el Gobierno y el Partido Popular se han entregado a la tarea de maquillar su discurso sobre las reclamaciones de las mujeres que se expresaron en la exitosa jornada de protestas de este jueves. Moncloa pretende saldar con frases de felicitación, su nueva postura para ocultar que hace tan solo unos días, su oposición a la protesta era evidente. 

El portavoz del Gobierno Íñigo Méndez de Vigo se ha puesto a sí mismo como uno de los ejemplos más claros de la operación: la semana pasada respondía con un “Yo vendré a trabajar” a las preguntas sobre la convocatoria; hoy, asegura que “el Gobierno valora muy positivamente las movilizaciones”. 

A lo que no están dispuestos ni en Moncloa ni en Génova es a reconocer ningún error en la gestión del 8M. Cuando a Méndez de Vigo se le ha preguntado si el Gobierno pudo haber cometido algún error en la valoración del movimiento feminista, el portavoz responde: “Algunos predican y otros damos trigo”. 

La frase del portavoz se rodea de un listado de afirmaciones que llevan a la conclusión de que las reclamaciones expresadas en la calle están o resueltas o en vías de resolución. “La acción del Gobierno siempre ha ido encaminada a luchar por la equiparación”, ha dicho Méndez de Vigo. La afirmación se aleja mucho de otra pronunciada por Rajoy cuando el pasado 24 de enero le preguntaron en Onda Cero si pretendía hacer algo contra los sueldos desiguales por razón de sexo. “No nos metamos en eso”, respondió entonces el presidente. 

Tras las manifestaciones del 8M, la comunicación sobre igualdad ha cambiado para el Gobierno y para el PP. Méndez de Vigo afirma ahora que “miramos muy positivamente las movilizaciones porque revelan la concienciación en una cuestión transversal que también está en los objetivos del Gobierno”.

En el Partido Popular pasa algo muy parecido. En cumplimiento de un argumentario incendiario que calificaba el 8M como “elitista e irresponsable” los principales cargos del partido se lanzaron, en un primer momento, contra la movilización planteada por las mujeres. De repente alguien dio la orden de cambiar la estrategia. Fuentes de la dirección del PP reconocen que hubo consigna para rebajar esa dureza. A la pregunta de cuándo se dio esa consigna, fuentes de la dirección del PP responden: “Al comprobar que de esa radicalidad, las convocantes han ido hacia a un mensaje mucho más abierto, más transverssal y en defensa de la igualdad de la mujer. Ahí sí que nos encuentran”. 

Los principales dirigentes del PP empezaron a preocuparse por su gestión del 8M al ver el éxito de convocatoria que estaba cosechando la movilización sectorial impulsada por las mujeres periodistas. Tras comprobar la mayoritaria adhesión de las mujeres de ese sector a la propuesta, el PP empezó a temer una derrota en la comunicación de su postura. 

Los cambios de argumentos han sido tan rápidos para el PP y el Gobierno que la hemeroteca ofrece a destacados dirigentes diciendo lo contrario en el espacio de apenas unos días. El principal barón del Partido Popular, Alberto Núñez Feijòo ha sido paradigmático en este punto. El presidente gallego aseguró el pasado domingo en el programa Salvados de La Sexta que no comprendía porque las mujeres se manifestaban ahora. Cinco días después de aquellas palabras y, tras comprobar el éxito de la convocatoria, Feijòo invita a Rajoy a “tomar nota” de lo conseguido por las mujeres en las calles de toda España. 

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