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Margarita Robles envía 28 'paracas' a un pueblo de 160 habitantes por una pregunta de la radio local en el chat de Moncloa

Efectivos de la BRIPAC recorren Aldea en Cabo (Toledo).

Pedro Águeda

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Cinco vehículos ligeros y uno pesado con 28 militares irrumpieron a media tarde de este domingo en la plaza de Aldea en Cabo, un pueblo de la provincia de Toledo con 160 habitantes. El teniente al mando del dispositivo había recibido una orden en persona de la ministra de Defensa, Margarita Robles: el alcalde del pueblo quería allí al Ejército y lo iba a tener, más concretamente a la Brigada Paracaidista. La Guardia Civil, que tiene asignada la competencia de seguridad en la zona, se enteró casi por casualidad, como viene ocurriendo a diario por toda la geografía nacional con los dispositivos militares que ignoran las instrucciones para su coordinación con las Fuerzas de Seguridad del Estado.

Para llegar hasta la imagen de los 'paracas' descendiendo de sus vehículos en Aldea del Cabo hay que retroceder tres horas y fijar la atención en el teléfono móvil del secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver. Están compareciendo los titulares de Sanidad, Interior, Defensa y Fomento en el Palacio de La Moncloa y las preguntas de los periodistas inundan la pantalla del celular de Oliver. A las 15:06, uno de los más activos de los alrededor de 250 que integran el chat, escribe una pregunta dirigida a Robles: “Acaba de decir que la UME se ha desplegado en todos los lugares del más grande al más pequeño, pero tengo que informarle que en la localidad que me encuentro la UME no ha dado cuenta de su presencia, ¿quién tiene que solicitar el despliegue de la UME?”.

Se llama Manuel Méndez y es el periodista de La Buena Onda, la radio local de Aldea en Cabo. Méndez ya se había impuesto el 1 de abril a otros medios nacionales y extranjeros en la carrera diaria por superar el filtro de Oliver. Este, preguntó a Salvador Illa, de parte de La Buena Onda, qué tenía que decir de las informaciones de los medios internacionales que ofrecían datos sobre la crisis sanitaria española peores de los que estaba facilitando el Gobierno.

La pregunta a Margarita Robles corrió distinta suerte y Oliver no trasladó la pregunta a la ministra de Defensa, pero su jefa de prensa, presente en el chat, corrió a trasladarle el asunto a la ministra. A las 17:10 sonaba el teléfono en el puesto de la Guardia Civil de Escalona. La colaboradora de Robles quería el teléfono del alcalde de Aldea en Cabo, pero para cuando el comandante llamó al regidor, Margarita Robles ya había hablado con él.

“Estaba durmiendo la siesta y me despiertan. Era un señor diciéndome que me ponía con la ministra. Ella sabía que había estado con el Covid y me preguntó que qué tal estaba. Me había dado un par de días de fiebre alta y tuve el pecho agarrado. Tuve que ir a Urgencias, pero ya llevo una semana sin síntomas”, cuenta Alejandro Castellano, alcalde socialista de Aldea en Cabo. “La ministra me dijo que se había enterado que el Ejército no había estado en el pueblo y que me mandaba a la Brigada”, cuenta por teléfono a eldiario.es.

El comandante de la Guardia Civil en Escalona no salía de su asombro cuando cerca de las cinco de la tarde del domingo recibía en su teléfono corporativo una llamada de alguien que se identifica como teniente la BRIPAC y le dice que ha recibido “una orden directa” de la ministra para que deje lo que estuviera haciendo y se trasladara a Aldea en Cabo en “labores de reconocimiento”. Veinte minutos después se produce la llamada al guardia civil de la periodista que trabaja con Margarita Robles. A las 18:30 aproximadamente, los vehículos militares entran en Aldea en Cabo. Han pasado apenas tres horas y media desde el whatsapp del periodista de La Buena Onda al chat de Moncloa.

eldiario.es ha preguntado al Ministerio de Defensa por el proceso que derivó en la visita de la BRIPAC a Aldea en Cabo y por el hecho de que no se comunicara a la Delegación del Gobierno o al Ministerio del Interior. “Todas las misiones están coordinadas por un mando único que dirige el teniente general comandante del mando de operaciones”, asegura un portavoz oficial de Defensa. El artículo 104 de la Constitución atribuye la seguridad ciudadana exclusivamente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, esto es, a las policías, mientras que el artículo 5 del Real Decreto de estado de alarma concede a la “autoridad competente” en esta materia, el Ministerio del Interior, la capacidad de reclamar la colaboración de las Fuerzas Armadas si lo considera necesario.

Las tareas de “reconocimiento” como la que se hizo el domingo en el pueblo de Toledo son el argumento que está utilizando el Ministerio de Defensa para desplegar un número amplio de efectivos sin utilizar los medios de coordinación habilitados por el Gobierno central y que incluyen la presencia de un representante de Defensa en las dos reuniones diarias que se celebran en Interior, presididas por el secretario de Estado de Seguridad.

Las comandancias de la Guardia Civil elevan a diario informes sobre las patrullas de militares que los agentes del instituto armado se encuentran mientras prestan las funciones de seguridad ciudadana que tienen asignadas en sus demarcaciones. Varios delegados del Gobierno han trasladado al Ejecutivo su desconcierto por no ser informados de que el Ejército toma las calles de sus provincias.

Por su parte, Defensa enmarca la misión en Aldea en Cabo como una más de las que viene realizando. “ No se deja ningún pueblo sin atender. Hasta el momento, más de 60.000 hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas han realizado más de 8.000 operaciones”, añade un portavoz en la línea de la profusa información que el propio gabinete de Defensa, los de los tres ejércitos o la propia Unidad Militar de Emergencias envían continuamente a los periodistas especializados.

Un oficial, tres suboficiales y 24 soldados

El alcalde de Aldea en Cabo, Alejandro Castellano, asegura que tanto la Guardia Civil como la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha han tenido atendido al pueblo desde que comenzó la crisis sanitaria y que en su pueblo no hay un solo positivo entre la población de la tercera edad, que son más de un 80% de los que viven en el municipio. “Murió una persona del pueblo pero estaba ingresada en una residencia de Escalona”, afirma.

“Es un pueblo que se dedica al ganado o la agricultura y no hay más opción que ir a la calle, el ganado tiene que comer. Mi empeño es que tenían que desinfectar”, asegura Castellano en relación a su demanda de presencia del Ejército. El alcalde afirma que esa tarea, con material facilitado por el Ayuntamiento de Escalona, lo venía haciendo hasta ese momento el alguacil.

Un oficial, tres suboficiales y 24 soldados de la BRIPAC recorrieron el pueblo durante alrededor de dos horas, a pie y en sus vehículos. “La gente salía a los balcones y les aplaudía”, relata Castellano, de 31 años y regidor desde hace cinco, cuando se convirtió en el alcalde más joven de Castilla-La Mancha. “Me preguntaron si había gente mayor que no tuviera medios para ir a comprar y le dije que lo teníamos todo controlado, que el Ayuntamiento, si hiciera falta, se encargaba. El sargento de la Guardia Civil me llama todas las semanas”, explica el alcalde.

Dos horas después de esta conversación, Castellano se pone en contacto con eldiario.es para informar de que “una sección de la BRIPAC” ha vuelto al pueblo, pero esta vez para desinfectar, como había reclamado a través del chat de periodistas de Moncloa el periodista de La Buena Onda. No es la UME, como pedía el periodista local, sino la Brigada Paracaidista, del Ejército de Tierra, destinada en este estado de alarma a “labores de apoyo en materia de desinfección”.

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