Enrique Santiago se perfila como nuevo secretario general del PCE
El Partido Comunista de España (PCE) celebrará este fin de semana la segunda fase de su XX Congreso. Los delegados del partido votarán este sábado la composición del futuro Comité Federal, la dirección de la organización. Lo habitual sería que este órgano celebrara el mismo día de su designación su primera reunión y eligiera a su secretario general. Pero en esta ocasión será distinto y la elección del máximo dirigente comunista se pospondrá unas semanas y se hará entrado ya 2018.
Diversas fuentes consultadas por eldiario.es señalan al abogado Enrique Santiago como principal candidato a suceder a José Luis Centella en el cargo. El veterano dirigente comunista ha suscitado “un amplio acuerdo en torno a su figura”, según apuntan desde el PCE a este medio.
Santiago ha recabado una mayoría de apoyos de las fundamentales federaciones autonómicas del partido. En los últimos meses habían sonado también otros nombres, como la responsable de Estrategias para el Conflicto de IU, Sira Rego, al principio del proceso; o el secretario general del PCPV, el partido en el País Valencià, Javier Parra.
El Congreso del PCE elegirá este sábado a un centenar de representantes para el Comité Federal, lo que históricamente se denominó Comité Central. Este órgano, recuerdan desde la organización, tiene la potestad para nombrar al secretario general, designar comisiones permanentes o temporales, etcétera.
“Lo normal es que elija al secretario general”, apuntan las mismas fuentes. Pero esta vez no va a ocurrir así, según ha podido confirmar eldiario.es. Enrique Santiago tiene compromisos internacionales que le impiden asumir ahora mismo un puesto para el que, sin embargo, se ha generado un amplio consenso, aunque no la unanimidad.
Santiago ha sido uno de los principales valedores de la paz en Colombia. Los últimos cuatro años ha participado directamente en las negociaciones entre el Gobierno del país americano y la guerrilla de las FARC. Pese al revés del referéndum perdido en 2016, las converesaciones se han mantenido y han concluido con un acuerdo que ha llevado a las FARC a convertirse en un partido político y renunciar a la violencia.
El movimiento político frente al partido
El más que probable sucesor de José Luis Centella, que ha completado dos mandatos al frente del PCE, ha sido uno de los habituales abogados de IU, organización de la que también ha sido dirigente y cuyo liderazgo acarició en 2004. El coordinador federal elegido entonces fue Gaspar Llamazares.
Santiago ha representado a IU en algunos de los casos judiciales más mediáticos de los últimos años. La petición de extradición de Augusto Pinochet a Reino Unido o los llamados Vuelos secretos de la CIA son algunos de ellos.
Pero su papel más relevante ha sido durante la instrucción del caso Bárcenas, en el que IU ha participado como acusación popular.
En el ámbito político, Santiago ha representado siempre el ala más favorable a que el PCE e IU superaran sus dinámicas de partido al uso para transformarse en un movimiento político-social, tal y como fue planteada la coalición de izquierdas en 1986, como recordaba su primer líder, Gerardo Iglesias, en una entrevista con eldiario.es.
Ya en 2004 Santiago concurrió a la Asamblea de IU con un programa en este sentido. También lo sostuvo en 2008, en lo que se constituyó como “Asamblea de refundación de IU”. El abogado fue nombrado por el nuevo coordinador federal, Cayo Lara, como responsable precisamente de Refundación y Movimientos Sociales.
El intento de refundación no cuajó. Y el paso a un movimiento político y social, tampoco. Pero se convirtió en un horizonte que fue recabando cada vez más apoyos en la organización. Hasta este nuevo ciclo político. La irrupción de Podemos, la creación de Unidos Podemos y las confluencias, la apuesta municipalista por candidaturas ciudadanas y, sobre todo, la llegada al liderazgo de IU de Alberto Garzón han reactivado esta apuesta, que suscribe el secretario general comunista saliente.
Esta sintonía política entre Garzón y Santiago puede poner en sintonía a IU y PCE, lo que facilitaría el trabajo del coordinador federal.
En la primera fase del XX Congreso, que se celebró en abril de 2016, el PCE ya abogó por “desbordar” IU y empujar para que “deje de ser un partido político” y para consolidar un “espacio de confluencia”.