PP, Ciudadanos y Vox llegan al debate con la esperanza de que la decisión de la JEC reviente la formación de Gobierno
Desde el mismo 10N en el que las tres derechas no lograron una suma de escaños que les permitiera desbancar al PSOE de La Moncloa, PP, Ciudadanos y Vox se situaron en la oposición al nuevo Ejecutivo de izquierdas. Las tres formaciones se han esforzado desde entonces por poner todos los obstáculos posibles para que Pedro Sánchez no pudiera consumar su investidura, que previsiblemente se confirmará el martes después del debate que se inicia este sábado en el Pleno del Congreso de los Diputados.
En plena pugna por la hegemonía de la derecha dividida en tres desde hace meses, las fuerzas conservadoras llegan al debate parlamentario alentadas por las decisiones adoptadas este viernes por la Junta Electoral Central inhabilitando al president de la Generalitat, Quim Torra, y declarando que Oriol Junqueras no puede ser eurodiputado. Con ambos escritos que el PP se ha atribuido como un triunfo propio al ser la parte recurrente, las derechas confían en poder hacer saltar por los aires la investidura de Sánchez.
“El PP consigue que Torra pierda su escaño de diputado después de que la Junta Electoral Central haya aceptado nuestro recurso”, aseguraba el líder del PP, Pablo Casado, en un mensaje en su cuenta oficial de Twitter. Minutos después, pero casi una hora antes de que la JEC hiciera público su escrito sobre Junqueras, Casado añadía, en otro tuit:“Otro recurso del PP a la Junta Electoral Central consigue que Junqueras no sea eurodiputado, y por tanto siga en la cárcel sin viajar a Bruselas, como pretendía el informe del Gobierno de Sánchez. A cada cesión a los separatistas responderemos con la firmeza del Estado de Derecho”.
También la portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas, trataba de atribuirse el mérito de las decisiones de la JEC: “Gran noticia: la Junta Electoral estima nuestro recurso y ordena cesar a Torra. Mientras Sánchez pacta con los separatistas que se saltan las leyes, Ciudadanos utiliza todos los recursos para hacerlas cumplir. Seguimos trabajando por nuestra democracia”, señalaba en otro mensaje en la misma red social.
Y también desde la cuenta oficial de Vox se apropiaban de las inhabilitaciones acordadas por la justicia: “VOX logra impedir que la petición de la Abogacía del Estado salga adelante. Nuevo jaque al golpismo y al plan de PSOE-ERC”, contaban.
Las tres fuerzas, PP, Ciudadanos y Vox, llegan al debate de investidura preparadas para deslegitimar en el hemiciclo el pacto de Gobierno de PSOE y Unidas Podemos así como los acuerdos suscritos por los socialistas con PNV, ERC y otras fuerzas políticas más pequeñas para garantizarse la reelección de Sánchez. La escalada dialéctica llevará a estas fuerzas a acusar a la izquierda de querer “romper España”, así como de intentar gobernar “en contra de la Constitución”.
Ese mensaje del miedo por la toma del poder de un Gobierno progresista inundará los discursos de PP, Ciudadanos y Vox de este fin de semana, según reconocen sus respectivas direcciones, después de que las tres negaran cualquier tipo de acuerdo alternativo al PSOE tras las elecciones generales, con la excepción de Inés Arrimadas, que contando solo con sus diez diputados planteó una gran coalición de socialistas, PP y Ciudadanos pese a que la formación de Casado la rechazó una y otra vez.
Desde el equipo de Pablo Casado se confiesan “preocupados ante la situación” generada por los pactos suscritos por los socialistas. Fuentes de la dirección del PP consultadas por eldiario.es anuncian que su líder realizará en el Congreso un discurso en el que desarrollará que los populares son “el dique de contención ante un Sánchez que ha vendido España por su sillón en la Moncloa”.
“España va a ir a peor”
En Génova 13 creen que el líder socialista “es el presidente que quieren Otegi, Rufián y Pablo Iglesias, con quien no se podía plantear formar un Gobierno porque provocaba insomnio, en boca del propio Sánchez”. “Hay muchos españoles que están intranquilos, no sólo en el centro derecha, sino también entre los votantes socialistas”, insisten en la dirección del PP, que aventura que Casado defenderá desde la tribuna que “España va mal y lo más peligroso es que tiene las expectativas de ir peor” con el nuevo Ejecutivo.
Como ya ha hecho en los últimos días, el líder popular pintará en el Congreso un futuro apocalíptico al que ha abocado el acuerdo de Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos con más pobreza, más paro, el fin de la libertad de mercado e incluso la instauración del “cantonalismo” en materia territorial, así como la connivencia española con “dictaduras”, entre las que citaba a Cuba o Venezuela, y la “ruptura” definitiva de los socialistas con la Constitución de 1978.
En Ciudadanos afirman que este sábado Arrimadas no va a variar su postura frente al acuerdo del PSOE cerrado con ERC que “pone en peligro la igualdad y la unidad de España” y en el que “ni siquiera se cita a la Constitución”, según adelantan fuentes cercanas a la portavoz parlamentaria. “Ella ya ha ofrecido la vía de los 221 escaños como alternativa a ese pacto porque es la más sensata y viable. Y se lo volverá a reiterar en el debate”, añaden.
Por ello, Arrimadas seguirá “hasta el último minuto” exigiendo al líder del PSOE que “recapacite” y no cierre ese gobierno “con populistas” apoyado por “separatistas” y el PNV. La dirigente de Ciudadanos volverá a dirigirse a la bancada socialista para apelar al “sentido de Estado” de sus dirigentes, y a su historia, recordándoles que el PSOE siempre ha sido un partido garante de los valores constitucionales.
Apelaciones a los barones socialistas
Arrimadas dedicó el jueves a hacer una ronda de llamadas telefónicas a los barones del PSOE que considera “críticos” con estas negociaciones, como el aragonés Javier Lambán o el castellano manchego Emiliano García Page –el extremeño Guillermo Fernández Vara no quiso ponerse al teléfono, aseguran en Ciudadanos–, y a líderes de los partidos regionalistas con representación parlamentaria como Ana Oramas (CC); José María Mazón (PRC) y Tomás Guitarte, de Teruel Existe (TE), a los que invitó a ayudarla para “frenar a Sánchez”.
La portavoz de Ciudadanos llamó también a Pablo Casado para trasladarle la misma propuesta, la única que considera que puede “evitar un gobierno que solo va a profundizar en dar privilegios a unos y agravios a otros”. Su indignación contra el documento que los socialistas cerraron con ERC quedó bien clara en su cuenta de Twitter. “Nadie en el PSOE piensa decir BASTA?”, se preguntaba.
Horas antes de que comenzara el debate en el Congreso Vox continuaba, por su parte, elevando el tono contra el PSOE. Santiago Abascal denunciaba en su perfil de Twitter este martes que Pedro Sánchez estaba usando “las vacaciones navideñas para pisotear el Estado de Derecho”, poco después de que se conociese que la Abogacía del Estado iba a pedir al Supremo que Oriol Junqueras ejerza como eurodiputado hasta que se suspenda su inmunidad.
“Para conseguir el apoyo de los separatistas, ha humillado a la abogacía del Estado, convertida en la abogacía de ERC”, añadía el presidente del partido de extrema derecha. Abascal subirá por primera vez este fin de semana a la tribuna del Congreso como líder de la tercera fuerza nacional, tras conseguir en las elecciones del pasado 10N pasar de 24 a 52 diputados.
El PSOE, un partido “traidor” y “golpista”
Este viernes, la secretaria general del grupo parlamentario, Macarena Olona, dejaba entrever en una entrevista en EsRadio el argumentario que defenderá su formación: duro con el PSOE y buscando erigirse como “la única alternativa patriótica” frente al Gobierno progresista de coalición. La diputada del partido de extrema derecha volvía a acusar al PSOE de ser un partido “traidor”, “golpista” y sin escrúpulos “para hacerse con el poder y asaltar la Moncloa”.
Incluso antes de que se conociera el contenido de los pactos alcanzados entre las fuerzas progresistas y nacionalistas, las tres derechas ya iniciaron su plan de acoso y derribo contra la izquierda en el primer minuto de la legislatura, justo después del pleno de la constitución de las Cortes del 3 de diciembre.
Siguiendo con la estrategia de la judicialización de la política que ya pusieron en marcha en años anteriores, PP, Ciudadanos y Vox anunciaron entonces la presentación de sendos recursos de amparo ante el Tribunal Constitucional por las fórmulas de acatamiento utilizadas por algunos diputados de Unidas Podemos, ERC o JxCat que fueron validadas por la presidenta del Congreso, Meritxell Batet.
Se trata de frases añadidas por esos parlamentarios que fueron idénticas a las empleadas en el inicio de la penúltima legislatura por los mismos partidos y que entonces fueron avaladas también por la entonces presidenta de la Cámara Baja, la popular Ana Pastor, paradójicamente hoy firme defensora de los recursos ante el Constitucional.
Las tres derechas prosiguen este sábado con su estrategia de poner en marcha una oposición frontal a la que no tienen previsto dar tregua durante toda la legislatura.
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