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El Gobierno de Sánchez matiza su discurso y ya no cierra la puerta a una coalición con Unidas Podemos

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, antes de su reunión en la Moncloa.

Irene Castro / Aitor Riveiro

La victoria electoral del 28 de abril desató la euforia en el PSOE. Tras duplicar el número de diputados y asegurarse la mayoría en el Senado, sus dirigentes vieron la gobernabilidad clara desde el primer momento. El partido apostó sin matices por un Gobierno monocolor apoyado desde fuera por Unidas Podemos, como en los meses anteriores a la convocatoria electoral. Sin embargo, conforme han ido pasando los días, y tras las conversaciones con los de Pablo Iglesias, las trabas del independentismo para convertir a Miquel Iceta en presidente del Senado y la campaña del 26 de mayo, el discurso de los de Pedro Sánchez se ha matizado. Ahora ya se habla de estudiar distintos “niveles de colaboración” con su principal aliado, que mantiene su exigencia de un Gobierno conjunto.

“El PSOE va a intentar un gobierno en solitario”, afirmó la vicepresidenta, Carmen Calvo, horas después de que cerraran las urnas: “Nos refuerzan como gobierno progresista –dijo sobre una posible coalición con Unidas Podemos–, pero sabemos que podemos seguir avanzando en esta fórmula que hemos iniciado”. El mensaje se mantuvo los días siguientes: “Es lógico pensar que con Podemos nos gustaría tener un acuerdo programático”, expresó el secretario de Organización, José Luis Ábalos, en la celebración del Primero de Mayo.

Esa rotunda negativa a gobernar en coalición se ha ido diluyendo conforme avanza la campaña del 26 de mayo, así como con las negociaciones iniciadas por Sánchez e Iglesias en su reunión en la Moncloa. En aquel encuentro sentaron las bases para la conformación de la Mesa del Congreso, que ha culminado con un acuerdo sellado por Adriana Lastra e Irene Montero por el que Meritxell Batet tendrá garantizada la presidencia y Gloria Elizo la primera vicepresidencia en nombre de Unidas Podemos, cuando por número de diputados le habría correspondido la cuarta.

La intención del PSOE era posponer el asunto de la gobernabilidad hasta el día después de la triple convocatoria electoral. Pero Iglesias ha insistido durante estas últimas semanas en que su opción es entrar en el Gobierno. El líder de Unidas Podemos, y el resto de portavoces del espacio, lo ha dejado claro antes, durante y después de la campaña electoral del 28A. Podemos, ha recordado Iglesias en diversas ocasiones, nació para gobernar.

Y, de momento, no han cambiado de idea. Lo ratificaba este mismo viernes, en Zamora, Pablo Iglesias. “Nacimos para gobernar”, aseguraba en un acto con candidatos. Y añadía: “Con el peso que tenemos, no vamos a pedir nada que no nos corresponda”. El secretario general de Podemos sostiene que el reparto del futuro Ejecutivo debe ser proporcional al resultado del 28A. “Si no se pudieran cambiar las cosas desde el Gobierno, no estarían la CEOE, Ana Patricia Botín -presidenta del Santander- y la banca internacional diciendo que prefieren que no estemos”, ha añadido.

Con ese panorama, el PSOE ha ido rebajando su no inicial y, aunque sus portavoces insisten en que su aspiración es gobernar en solitario, admiten que dependerá en buena medida del mapa que dejen los comicios del 26M. “Seguimos en campaña, aunque a veces no lo parezca. Hay elecciones a municipios, a bastantes comunidades y, sobre todo, muy importantes como son las europeas. Todo ello, lo hemos dicho muchas veces, determina también un marco de gobernabilidad y esperamos que tras el resultado con el que los españoles nuevamente van a pronunciarse, los partidos tengan la suficiente altura como para que, ya acabados todos los procesos electorales, puedan entender claramente cuál es el mensaje”, ha señalado este viernes Ábalos, el hombre fuerte de Sánchez en el Gobierno y el partido.

Con esa afirmación, el dirigente socialista admite que esta suerte de segunda vuelta de las generales colocará las fichas en su sitio y establecerá posibles dependencias y alianzas en otros niveles que pueden condicionar la composición del Gobierno estatal. “Nuestra voluntad ha sido siempre la misma, desarrollar un programa del PSOE en los marcos que conocen: entendimiento, diálogo, llegar a acuerdos, pero con respeto máximo a la Constitución y a la integridad territorial de España. Y esos son los elementos que un proyecto socialista garantiza. Vamos a seguir trabajando en esa dirección”, ha agregado Ábalos, para quien ha desaparecido de la respuesta la idea de limitar el entendimiento a un acuerdo programático y quien admitió esta semana que se podrían analizar “niveles de colaboración” con los de Iglesias.

Ada Colau: “Hay conversaciones muy intensas”

“Nosotros hemos manifestado que el esquema de gobernación óptimo es en solitario, pero hay partidos que reclaman su presencia y que condicionan su apoyo a una presencia en el Gobierno. Después de las municipales, habrá tiempo de hablar de todo esto”, afirmó el líder del PSC, Miquel Iceta, en una entrevista en eldiario.es en la que abrió claramente la puerta a estudiar un gobierno en coalición.

Antes de esas declaraciones, La Vanguardia y El HuffPost avanzaron que en el seno del PSOE comenzaba a abrirse paso el debate sobre la idoneidad de compartir el Ejecutivo con los de Iglesias. Nadie desmintió esas informaciones. “En eso está Pedro”, asegura a eldiario.es un destacado miembro de la dirección socialista que se inclina, no obstante, por dejar fuera a Unidas Podemos, al considerar que no es un socio fiable.

En Podemos la discreción es total. Pero una de sus principales aliadas, Ada Colau, aseguró en otra entrevista en eldiario.es: “Me consta que ahora mismo hay conversaciones muy intensas, que se están haciendo con discreción y yo quiero ser muy respetuosa con eso porque espero y confío que esas conversaciones van a tener éxito y que va a haber un gobierno de coalición”.

El líder de los comunes en el Congreso, Jaume Asens, aseguraba este mismo viernes que el acuerdo para la Mesa del Congreso era “un buen síntoma” para “el diálogo abierto con el PSOE para un Gobierno de coalición”.

Sánchez, que rehuye a los periodistas desde las generales, quiere centrarse en la campaña y dejar en el aire la formación del Gobierno hasta que pase el 26 de mayo. “Todo, a la espera de lo que pase el 26 y no entrar a polemizar con Podemos sobre la formación de Gobierno –dice un miembro de la Ejecutiva–. Estamos centrados en el 26 y en no salir de la estrategia de campaña”.

A pesar de esa intención, Iglesias no ha dejado escapar la posibilidad de reclamar su entrada en el Gobierno. Es más, el lunes dio ese escenario por hecho al mostrarse “convencido” de que habría un ejecutivo de coalición.

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