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Sánchez celebra el triunfo del PSOE mientras la militancia responde: “Con Rivera, no”

Pedro Sánchez celebra la victoria del PSOE en Ferraz.

Irene Castro

A la tercera va la vencida. Pedro Sánchez ha logrado la victoria del PSOE este 28 de abril y acaricia seguir al frente del Gobierno tras pasar por las urnas. Los socialistas consiguieron la primera posición tras once años de debacles consecutivas, dos de ellas con Sánchez al frente. El presidente salió a la calle Ferraz al filo de la medianoche para celebrar el triunfo ante los cientos de militantes que se congregaron en la sede socialista: “Once años sin que se escuchara el PSOE ha ganado las elecciones generales. Hemos hecho que pase -ha dicho parafraseando el lema de campaña-. El PSOE ha ganado las generales y, con ello, ha ganado el futuro y ha perdido el pasado”.

“¡Con Rivera, no!”, han clamado los cientos de afiliados que celebraran la victoria. Ha sido sin duda el grito espontáneo de la noche, similar al que le corearon a José Luis Rodríguez Zapatero en 2004 con el mítico “¡no nos falles!”. “Creo que ha quedado bastante claro, ¿no?”, ha sido en este caso la respuesta de Sánchez a ese grito de la militancia.

Pero después ha tendido la mano a todas las formaciones dentro de la Constitución para formar un Gobierno que da por hecho será socialista y con él como presidente. “No vamos a hacer cordones sanitarios como ellos. La única condición que vamos a poner es avanzar hacia la justicia social, la regeneración y limpieza política”, ha expresado ante la repetición de la exclamación de los centenares de personas congregadas en la calle Ferraz: “¡Con Rivera, no!”.

Acompañado de su esposa, Begoña Gómez; de la vicepresidenta, Carmen Calvo; de la número dos del PSOE, Adriana Lastra; el secretario de Organización, José Luis Ábalos; y de la presidenta del partido, Cristina Narbona, el candidato socialista ha celebrado que haya vencido el “futuro” frente a la “involución”. El PSOE ha obtenido 123 diputados -frente a los 85 de 2016- y se queda a cuatro escaños de la mayoría absoluta con sus potenciales aliados de izquierdas y el PNV sin necesidad de recibir el voto favorable las fuerzas independentistas.

“Hemos ganado las elecciones y vamos a gobernar”

“Los españoles quieren claramente que el PSOE gobierne y lidere el país durante los cuatro próximos años”, ha afirmado Sánchez entre gritos de “ista, ista, ista, España socialista”. “Se trataba de ganar las elecciones y gobernar. Hemos ganado las elecciones y vamos a gobernar España”, ha prometido.

“Durante toda la campaña hemos dicho que los tres objetivos iban a ser avanzar en justicia social, avanzar en convivencia y concordia que es lo que necesita nuestro país, acabar con la confrontación y la crispación territorial y reivindicar la ejemplaridad de la política”, ha continuado Sánchez ante un mar de banderas rojas del PSOE y también de España en las que se podía leer “de todos” con algunas arcoiris y de la tricolor republicana.

La alegría contenida que se ha vivido en la sede del PSOE en la calle Ferraz durante la tarde de la jornada electoral se ha transformado en entusiasmo según iba avanzando el escrutinio. La victoria estaba asegurada, pero la duda era si era suficiente para amarrar el Gobierno y los socialistas lo ven cerca después de que el PP se haya dado un batacazo histórico. La subida de Ciudadanos y la irrupción de Vox son insuficientes para arrebatar el poder a Sánchez.

“Sí se puede”

Sánchez no ha hecho ninguna mención explícita a la hecatombe de Pablo Casado, pero sí ha mandado un mensaje de reivindicación del PSOE -también de puertas para adentro- casi tres años después de que su abstención permitiera gobernar a Mariano Rajoy: “Nos decían que este partido no tenía futuro, que la izquierda se tenía que resignar a que gobernara el PP, que tenía que ser la muleta del PSOE y aquí estamos reivindicando el presente y el futuro de un partido centenario”.

“Formaremos un Gobierno proeuropeo para fortalecer y no debilitar a Europa”, ha dicho el presidente, que también se ha jactado de que, con una altísima participación, España haya lanzando un “mensaje al mundo de que se puede ganar a la involución y al autoritarismo”.

En Moncloa y en Ferraz tenían claro desde que se convocó el anticipo electoral que iban a quedar en primera posición, pero en los últimos días reforzaron el llamamiento a la movilización de electorado progresista y al voto útil para el PSOE ante el temor de que PP, Ciudadanos y Vox sumaran. “Si suman, gobiernan”, advertían constantemente los de Sánchez.

El PSOE se queda a apenas cuatro escaños de la mayoría absoluta con aliados de izquierdas y el PNV sin necesidad del apoyo de los partidos independentistas catalanes. La debilidad de su Gobierno sostenido en 84 diputados tras la moción de censura y su dependencia de ERC y PDeCAT ha sido uno de los principales reproches de la derecha política y mediática.

También en las filas socialistas generaba suspicacias. De hecho, en la recta final de la campaña, Sánchez dejó claro que no le gustaría dejar la estabilidad en manos de esas fuerzas. “No son de fiar”, aseguró en una entrevista en eldiario.es en la que también dejó claro que su preferencia a la hora de pactar seguía siendo Unidas Podemos. El último día de la campaña llegó incluso a abrir la puerta del Gobierno a Pablo Iglesias.

Aunque fuentes socialistas aseguran que en las plantas nobles de Ferraz no se ha abordado la cuestión de los posibles pactos para conservar el Gobierno, Sánchez entornó la puerta a Ciudadanos después del veto que le impuso Albert Rivera. “No está en mis planes pactar con quien ha puesto un cordón sanitario al PSOE”, zanjó en el debate de Atresmedia.

Sánchez ha seguido el escrutinio junto a su equipo más cercano: miembros del Gobierno y de la Ejecutiva. La dirección del PSOE ha respirado con alivio al ver que las tres derechas no suman para desbancar a Sánchez de Moncloa y que el resultado del PP, en segunda posición, es casi la mitad de escaños de los que ha conseguido el PSOE.

Mientras tanto, centenares de militantes se han ido congregando en Ferraz. La calle se ha cortado pasadas las 21:30 horas y se han preparado el escenario y una pantalla gigante para seguir el escrutinio. “Ista, ista, ista, España socialista”, han comenzado a gritar los asistentes a la celebración. Han seguido el escrutinio en una pantalla gigante y han clamado contra Santiago Abascal cuando ha aparecido: “No pasarán, no pasarán”.

La reacción ha sido muy diferente cuando ha aparecido en escena Pablo Iglesias, a quien al menos los afiliados que estaban frente a Ferraz prefieren como socio de Gobierno: “Sí se puede, sí se puede”, han coreado cuando ha comparecido ante los medios el candidato de Unidas Podemos.

Es la primera vez en once años que los socialistas celebran una victoria electoral. El análisis pormenorizado será este lunes y fuentes oficiales apuntan a que la reunión de la Ejecutiva sea por la tarde en previsión de que la noche del triunfo se alargue.

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