El PSOE recurrirá a microcréditos de afiliados ante la dificultad de conseguir préstamos de los bancos
El PSOE recurrirá por primera vez a microcréditos de cargos públicos y militantes para sufragar los costes de la campaña electoral. La dificultad del partido para conseguir préstamos de los bancos para hacer frente a los gastos derivados de la competición electoral ha obligado a Ferraz a pensar en un plan B para evitar quedarse sin fondos con los que pagar desde la celebración de los mítines hasta las carpetas de los interventores que estarán en las mesas electorales el próximo 28 de abril.
Los socialistas están negociando al más alto nivel con las entidades financieras para que les anticipen dinero, como ha sucedido históricamente, a través de pólizas de crédito. Esas figuras bancarias suponen un anticipo del dinero que se estima que van a gastar los partidos en las campañas. Pero el PSOE se está encontrando con el 'no' de la banca, según confirman a eldiario.es distintas fuentes socialistas.
La mayoría de financiación de los partidos para las competiciones electorales procede de las subvenciones, pero estas se reparten a posteriori en función de los escaños que obtiene cada formación. A los partidos que tienen representación parlamentaria, la ley permite que la Administración les adelante un 30% del dinero que les corresponde en función de los escaños que tienen en ese momento. El restante lo tienen que conseguir de sus fondos y, tradicionalmente, de los créditos bancarios que se devuelven cuando reciben el dinero público tras pasar por las urnas.
Así lo han hecho siempre PP, PSOE, IU, las fuerzas nacionalistas catalanas y también, en ocasiones, Ciudadanos. Por el contrario, Podemos nunca ha pedido préstamos a los bancos y, de hecho, plantea en un programa prohibirlos por ley. Sin embargo, la banca ha ido poniendo reticencias. En 2016, solo Banco Popular adelantó el dinero para los partidos en la campaña, según publicó en su momento El País.
El Popular, integrado ahora en Banco Santander, tenía una unidad potente de demoscopia en base a la cual elaboraba las estimaciones y condecía los anticipos para la campaña de los partidos. Con su desaparición, el proceso para conseguir esos fondos se ha complicado para las formaciones políticas, según fuentes socialistas. En las elecciones catalanas del 21D, solo PSC y ERC pidieron créditos a los bancos. A la formación independentista le fue denegado.
En esta ocasión, el PSOE, que tenía previsto pedir 15 millones de euros, ha acudido a las entidades financieras y se está encontrando con “una negativa absoluta”, según fuentes socialistas. “El Popular ha venido siendo la punta de lanza y ahora todos van a rebufo”, explican esas fuentes. Para las elecciones andaluzas del pasado 2 de diciembre sucedió lo mismo, pero finalmente Banco Santander se decantó por adelantarles el dinero, según relatan desde la organización. “Esa es nuestra única esperanza”, agregan fuentes socialistas que también miran a entidades más pequeñas como posible solución intermedia.
En la dirección del PSOE aseguran que la negativa de los bancos es extensible a todas las formaciones políticas: “Estamos todos igual, con un problemón”. Desde Ciudadanos dicen que aún no han solicitado oficialmente esos créditos para el ciclo electoral. eldiario.es ha consultado al PP si se encuentra en la misma situación, pero no ha obtenido respuesta. Podemos siempre se financia a través de crowdfundig y Vox asegura que no recurrirá a las entidades financieras.
Santander calla; BBVA y CaixaBank no se implicarán
eldiario.es ha contactado con los principales bancos sobre este asunto. Desde CaixaBank aseguran que nunca concede préstamos sobre estimaciones, es decir, antes de que se produzca el reparto de los escaños: “Nuestra entidad no financia ninguna campaña. Lo que sí hacemos, si algún partido nos lo solicita, es adelantar el dinero antes de que el Estado les pague por los escaños obtenidos”. Preguntado por si la entidad ha denegado adelantar dinero de las subvenciones electorales, BBVA se remite a su código de conducta: “BBVA no realiza contribuciones a campañas electorales ni donaciones a partidos políticos”. La entidad que dirige Ana Patricia Botín no ha querido hacer ningún comentario sobre si pretende adelantar activos a las formaciones políticas.
Para el PSOE la negativa de los bancos a anticiparles el dinero de las subvenciones es una cuestión de preocupación interna. “Nos estamos encontrando con que no tenemos cash para la campaña”, comenta un secretario de Organización regional. “Estamos al límite. Hemos comprometido gasto brutal”, señalan desde Ferraz. Uno de los inconvenientes que encuentran es que por ahora han podido ir financiando la precampaña “a riñón”, pero se encuentran constreñidos por la propia normativa electoral, que les obliga a pagar a los proveedores con 90 días.
Las fuentes consultadas coinciden en que los bancos siempre les habían concedido en torno al 60% de las subvenciones electorales por anticipado y encuentran diversas causas por las que están actuando de esta manera. Oficialmente, el partido elude hacer comentarios.
Delicada relación con los bancos
“Ha habido una sobreexposición de los bancos y la relación que tienen con los partidos –reflexiona un secretario de Organización territorial sobre las noticias relacionadas con la deuda de las formaciones políticas o las condonaciones que ha habido en el pasado–. Creo que ha habido un cierto acuerdo entre ellos de prestar poco o nada”. “Dicen que es por cuestiones relacionadas con la imagen de la entidad”, sostiene otra de las fuentes socialistas.
Otras fuentes apuntan a un “pulso” de las entidades financieras a Sánchez por propuestas como el impuesto a la banca que defendió como fórmula para financiar las pensiones. No obstante, a falta de que el PSOE haga público su programa electoral, esa medida no figura entre las 110 principales que presentó la semana pasada. También se atribuye el “enfado” de los bancos a determinadas iniciativas, como la comisión de investigación de la crisis que obligó a desfilar por el Congreso a los principales responsables de las entidades financieras españolas.
En el PSOE ponen en duda que el motivo por el que se ha cerrado el grifo tenga que ver con los riesgos de esos créditos. “Haces una previsión prudente que se devuelve siempre si los partidos no podemos financiarnos”, dice uno de los dirigentes territoriales consultados. Sin embargo, eso no ha sido siempre así. IU acumuló una deuda millonaria tras los reveses electorales de los años 2000 y 2004, cuando los resultados fueron mucho peores que las estimaciones demoscópicas en base a las que se concedieron sus préstamos bancarios, informa Aitor Riveiro.
El PSOE ha negociado con varias entidades financieras, pero por ahora no ha alcanzado ningún acuerdo. Una de las propuestas de los socialistas es que se hiciera un pool de bancos, una suerte de consorcio para que todos prestaran a todos los partidos; pero no ha salido adelante. Otro de los movimientos que se han barajado en Ferraz es que los partidos puedan recurrir al ICO (Instituto de Crédito Oficial), pero suscita dudas. Una tercera idea, pero inviable sin modificar la ley electoral, es elevar el porcentaje de anticipo de las subvenciones electorales que actualmente es del 30%. “Sería más barato porque a los bancos hay que pagarles siempre un interés”, dice una de las fuentes consultadas.
Ante el callejón sin salida en el que se encuentran en este momento, el PSOE tiene previsto lanzar una campaña de microcréditos entre los cargos públicos y militantes, que ya sufragan al partido con el 'impuesto revolucionario' -donan una parte de su sueldo público- en el primer caso y las cuotas en el segundo. En el caso de esta actuación puntual, la idea de Ferraz es devolver ese dinero prestado. Pero la congoja ante esa novedad es palmaria en las filas de Sánchez: “Eso te permite un cierto desahogo pero no puedes pagar la campaña con eso”, dice un responsable electoral regional. “No sabemos cuánto se puede llegar a recaudar porque no lo hemos hecho antes. Igual consigues un millón y medio o igual 17”, analizan desde Ferraz, donde apurarán la negociación con las entidades financieras hasta el último minuto.