Sánchez logra el aval para prorrogar el estado de alarma pero constata el rechazo de la derecha al pacto de reconstrucción
Pedro Sánchez logrará el aval del Congreso a la prórroga del estado de alarma hasta el próximo 26 de abril entre críticas de prácticamente todos los grupos. El apoyo lo ha recibido del PSOE, Unidas Podemos, PP, Ciudadanos, PNV y otros grupos minoritarios (270 votos a favor) mientras que ERC, JxCat y Bildu se han abstenido (25 votos) y se amplían los votos en contra respecto a hace quince días con el rechazo de Vox, que reclama la dimisión del Gobierno, y la CUP (54 noes en total). Todas las propuestas de resolución han sido rechazadas. A pesar del apoyo a la prórroga y a los decretos ley con medidas económicas, Sánchez ha constatado el rechazo de la derecha a un gran acuerdo de “reconstrucción” que se ha bautizado como la reedición de los Pactos de la Moncloa. No obstante, la coalición ha conseguido una aliada en Inés Arrimadas, que ha anunciado su respaldo a buena parte de las iniciativas que se votan este jueves a cambio de algunas modificaciones en la posterior tramitación parlamentaria.
El presidente ha reconocido que esta no será la última vez que tendrá que solicitar a la Cámara Baja la prórroga del estado de alarma y ha dado por hecho que volverá dentro de quince días puesto que la excepcionalidad no podrá acabar todavía. Así, ha asegurado “el incendio que desató la pandemia está bajo control” e incluso ha hablado de “datos alentadores” respecto a la caída de los contagios -que hace dos semanas era del 22% frente al 4% actual-, pero ha reconocido que aún queda camino para salir del “túnel”. “Si el ascenso ha sido duro, no será menos el descenso”, ha admitido el presidente, que ha advertido de que España se enfrenta a una situación desconocida.
“No conocemos qué tipo de normalidad será la que recuperemos. Habrá aspectos económicos y sociales de nuestra forma de vivir que habrán de ser modificados”, ha aseverado Sánchez. En todo caso, el presidente ha reiterado que el levantamiento de las actuales restricciones se irá haciendo de manera gradual: “Será escalonado”. Así, ha explicado que el Gobierno ya trabaja en la definición de distintos escenarios cuya implementación dependerá de la evolución del coronavirus en España pero también en el resto del mundo. “Cada avance semanal que arrojen esos marcadores hará posible la apertura de nuevos espacios y el levantamiento de restricciones a la nueva normalidad”, ha explicado Sánchez antes de subrayar que la “normalidad solo será plena cuando el mundo disponga de una vacuna eficaz”.
El socialista ha recordado que la OMS ha felicitado al Gobierno español por sus medidas y ha defendido la gestión que ha hecho en las últimas semanas. “La autoexigencia es máxima. El Gobierno ha trabajado todo el tiempo y todo el tiempo de buena fe, con toda su energía y el consejo de los mejores expertos”, ha expresado Sánchez, que se ha mostrado “convencido” de los que los gobiernos autonómicos y locales de distinto signo “están trabajando de la misma forma”. “Occidente ha llegado tarde. España no es una excepción”, ha aseverado Sánchez, que ha subrayado que “fue el país que primero tomo medidas de todo Occidente” y que es el que ha aplicado un confinamiento más severo. “Hay extraordinarios profetas del pasado. A toro pasado todos son Manolete”, ha dicho en el turno de réplica sobre las críticas que se vierten sobre el Gobierno por haber actuado tarde.
Primera reunión para un pacto por la “reconstrucción”
Sánchez ha insistido en la necesidad de que haya unidad en torno al Gobierno en la lucha contra la pandemia a través de un gran pacto de reconstrucción al que ya ha puesto fecha: ha convocado a todos los partidos, agentes sociales (sindicatos y patronal) y comunidades autónomas la próxima semana a una primera reunión. Pero la reedición de los Pactos de la Moncloa ya nace coja, como ha llegado a reconocer el presidente, porque la derecha lo ha rechazado: “Cuando está el PP en la oposición nunca podemos llegar a acuerdos de Estado”. Tampoco ha recibido un gran entusiasmo sobre esa iniciativa por parte de los que hasta ahora han sido sus aliados parlamentarios.
“La bandera que España necesita es la de la unidad”, ha expresado Sánchez durante su discurso en el que ha reconocido que la pandemia ha revelado una “crisis política” en España con una oposición que ataca al Gobierno en la línea opuesta a lo que ocurre en otros países, como Portugal o Reino Unido. Sánchez se ha referido a la unidad con la que “combaten” los sanitarios o con la que trabajan las Fuerzas y Cuerpos del Estado, los agricultores o con la que las familias permanecen confinadas para reclamársela al resto de partidos: “Si el desempleo nos afecta a todos, si golpea a todos, ¿qué sentido tiene la división? ¿A quién beneficia la división?”.
Además, el socialista ha pedido al resto de formaciones que trabajen por una respuesta europea a las consecuencias económicas de la pandemia que por ahora se resiste. Así, les ha reclamado que intercedan dentro de sus familias europeas: “Les invito a que defiendan España y a Europa ante sus correligionarios. Europa no puede mirar a otro lado. Esos partidos europeos tienen voz e influencia. Les pido que la ejerzan en favor de España y de la UE”.
Duros reproches de PP y Vox
Sánchez, que ha tendido la mano a todas las fuerzas en el final de su intervención -“solo les pido lo que les ofrezco, unidad y lealtad, ¿están dispuestos?”, les ha preguntado-, se ha topado con la dura crítica de Pablo Casado y de Santiago Abascal. El presidente del PP, que votará a favor de la prórroga del estado de alarma, ha acusado al Ejecutivo de “mentir” y ha advertido que una vez superada la epidemia exigirá “responsabilidades”. “El líder del partido de extrema derecha ha pedido directamente la dimisión de todo el Gobierno: ”España puede salir de esta crisis pero para ello ustedes deben marcharse. Paguen las nóminas y váyanse“.
Sánchez, que intenta sin éxito no entrar en los reproches, ha contraatacado contra Casado y Abascal. Al líder del PP le ha reprendido por acusarle de “confinar la democracia” mientras los presidentes autonómicos conservadores ni siquiera comparecen: “Ustedes no quieren dar explicaciones de nada cuando gobiernan”. “Exigen lo que nunca han dado, ni dan, ni van a dar”, le ha dicho el presidente, que ha afeado a Casado que cuestione las cifras de fallecidos que ofrece cada día el Ministerio de Sanidad: “No vaya por ese camino”. Casado ha amenazado con no apoyar las próximas prórrogas del estado de alarma por el “tono” de Sánchez y la portavoz socialista, Adriana Lastra, que ha acusado al jefe de la oposición de querer tumbar al Gobierno aprovechando esta crisis.
“Me dirijo a usted y a los millares de bots que trabajan para usted en las redes sociales”, ha comenzado en su réplica a Abascal: “El odio es un instrumento muy peligroso. Calcula usted mal. Frente al odio que usted proclama los demócratas le responderemos con la esperanza de vencer al virus”. Sobre su asistencia a la reunión que convocará Moncloa, el portavoz de la formación de extrema derecha, Iván Espinosa de los Monteros, no ha cerrado la puerta, aunque ha admitido que el Gobierno tiene poca opción de proponer algo que sea “atractivo” para la oposición: “Cuando conozcamos aquello para lo que se nos convoca decidiremos si acudimos o no”.
Por el contrario, Ciudadanos ha tendido la mano al Gobierno apoyando la prórroga del estado de alarma y también los decretos ley económicos que ha negociado con los socialistas para que se tramiten como proyectos de ley susceptibles de incorporar modificaciones a cambio de su respaldo. “Es tiempo de la unidad”, ha expresado el portavoz, Edmundo Bal, que ha asegurado que su partido no tratará de sacar “rédito político” a la situación. “Le agradezco la oposición leal, de Estado”, le ha contestado Sánchez, que ha asegurado que los pactos de la Moncloa “van a ser abiertos” a todas las formaciones políticas que “quieren arrimar el hombro” como, según ha señalado, le ha manifestado Inés Arrimadas.
Varios grupos piden mantener la “hibernación”
Los socialistas han tenido que negociar a varias bandas las medidas económicas que acompañan el estado de alarma dado que no ha logrado el apoyo unánime de las formaciones que hasta ahora han sido las aliadas parlamentarias del Gobierno de coalición. La geometría variable se ha impuesto en la negociación de las iniciativas debatidas este jueves.
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha defendido su abstención al entender que la paralización del país es insuficiente. “Pusieron un parche”, ha dicho sobre el permiso retribuido recuperable para las actividades no esenciales que concluye este jueves y que se puso en marcho coincidiendo con los festivos de Semana Santa: “Aquí paz y después a currar”. “No se dejen presionar más por la patronal que por el virus -ha zanjado-. O paramos el país o no habrá país o bandera que levantar, sea el país que sea y la bandera que sea para cada pueblo”.
Sobre la propuesta de unos Pactos de la Moncloa, el diputado republicano ha mostrado nulo entusiasmo puesto que ha recordado que ya salieron “mal” hace 40 años por lo que a llegado a calificar de “absurdo” plantearlo en esos términos. En todo caso, ha adverdido de que no serán posibles si no se cumplen dos premisas: que haya un acuerdo previo en Bruselas y sin que haya un acuerdo con Euskadi y el Palau de la Generalitat. “El que diga lo contrario solo plantea blanquear la bunkerización de este Gobierno”, ha avisado: “Menos pactos de la Moncloa y más pactos integrales por la vida”.
Durante el Pleno, Rufián ha advertido al Gobierno de que sus mayoría son ajustadas. “Llevamos mucho tiempo avisando de que llegaría el día que no apoyaríamos alguno de sus decretos. Cada vez salen mas justos con los números más apretados”. El Gobierno ha sacado adelante con apoyos variables los tres decretos ley que se han debatido en un Pleno que se ha prolongado durante más de once horas. El de la moratoria de alquileres se ha aprobado con la abstención de la oposición; mientras que PP y Vox han votado en contra del de la paralización de la actividad económica y de la prohibición de los despidos, aunque todos los grupos han criticado al Ejecutivo. Las tres iniciativas se tramitarán ahora como proyectos de ley para que se puedan hacer cambios a través de enmiendas.
Pablo Echenique ha aprovechado su intervención para atizar a Vox -al que acusa de lanzar “bulos” durante esta crisis- y al PP por seguir la estela de la extrema derecha en su lucha por la “hegemonía”, pero también para advertir a Sánchez de que tendrá que replantearse la vuelta al trabajo de las actividades no esenciales en el caso de que afecte negativamente a la curva de contagios.
Más País ha apoyado la prórroga, pero ha acusado al Gobierno de llegar al Congreso sin hacer los deberes. “Paralizar el país es la única medicina para frenar la curva de contagios. No hay que aflojar”, ha advertido Iñigo Errejón. En esa misma línea se ha pronunciado el portavoz de Bildu, Oskar Matute, que ha advertido de que la “prioridad” debe ser la “salud”. “Primero vivir y luego trabajar”, ha expresado el diputado, que se ha mostrado contrario a que a partir del lunes los trabajadores de las empresas de sectores no esenciales tengan que volver a sus puestos.
Rufián y Echenique no han sido los únicos aliados parlamentarios de la coalición que han reclamado una menor unilateralidad al Ejecutivo. El portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha pedido al Gobierno más información y coordinación con las comunidades autónomas. “Que haya un diálogo y el conocimiento con quien luego los va a tener que implementar las medidas”, ha dicho, tras criticar que el Ejecutivo esté aprobando reales decretos “ómnibus” con medidas “buenas y malas”. En cuanto a la propuesta de unos nuevos Pactos de la Moncloa, la formación nacionalista vasca no la rechaza, pero advierte de que la solución debe pasar también por las instituciones autonómicas.
64