Sánchez pide ya el voto para evitar “bloqueos”: “Lo hemos intentado todo y nos lo han hecho imposible”
Pedro Sánchez culpa a Unidas Podemos, PP y Ciudadanos de que no haya Gobierno y de la consiguiente cita electoral el 10 de noviembre: “Dos fuerzas políticas conservadoras y una fuerza de izquierdas han preferido bloquear la formación del gobierno que las urnas reclamaron”. El líder del PSOE ya ha reclamado el voto “mayoritario” de los españoles para que “no haya más bloqueos” y evita hacer autocrítica sobre el fracaso de las negociaciones. “Lo hemos intentado todo y nos lo han hecho imposible”.
El líder socialista ha cargado especialmente contra Unidas Podemos, a quien ha responsabilizado de impedir que España tenga un Gobierno progresista por “cuarta vez”. “Pablo Iglesias va camino de un récord”, ha afirmado tras recordar que rechazó su investidura en 2016 y de nuevo en 2019. “Unidas Podemos es de nuevo la formación política que ha malogrado que haya un Gobierno progresista en nuestro país”, ha reiterado.
También ha criticado que los de Iglesias rechazaran la oferta de una coalición que formuló en julio y que, según ha reconocido, no tenía “previsto inicialmente”. “No solo lo rechazó sino que lo descalificó”, ha dicho sobre la oferta que incluía una vicepresidencia y tres ministerios. “Necesitamos un Gobierno, no dos gobiernos en uno, no un Gobierno en prácticas”, ha dicho en referencia a la última propuesta de Iglesias de probar una coalición revisable tras la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. “Los españoles lo que han visto es que Unidas Podemos ha bloqueado la formación de ese Gobierno”, ha sostenido.
Sánchez también ha trasladado la responsabilidad a PP y Ciudadanos por no facilitar la investidura a través de la “abstención técnica” que permitiera al Gobierno no depender exclusivamente de los independentistas, según ha explicado. “Lamentablemente Ciudadanos y PP, que saben que no hay alternativa, han bloqueado esa investidura”. “Lamentablemente los conservadores españoles poco tienen que ver con los europeos y han optado por desentenderse. El partido que se dice de centro liberal prefiere poner un cordón sanitario a la socialdemocracia y abrazar a la ultraderecha”, ha dicho.
El líder socialista rechaza que haya posibilidades de desbloquear la situación, como le ha dicho Albert Rivera al rey: “No hay bases suficientes, no hay garantías para que se pueda poner en marcha una investidura. Es importante que no se generen falsas expectativas con una investidura abocada al fracaso”.
“Tenemos la oportunidad de decir las cosas más claras”
Sánchez ha aprovechado su comparecencia en el Palacio de la Moncloa tras reunirse con el rey para pedir el voto para el PSOE en las próximas generales. “El próximo 10 de noviembre tenemos una oportunidad de decir las cosas mucho más claras, para que se escuche”, ha dicho el líder socialista, que ha insistido en que ha hecho “todo” para intentar formar un Gobierno y que han sido los demás partidos los que lo han hecho “imposible”.
Con ese voto mayoritario, Sánchez ha asegurado que se garantizarán los electores que se va “a atender a su voluntad” de que haya un Gobierno progresista, moderado, que tienda puentes, que no construya frentes“. ”Les pediremos a los españoles que lo digan más claro el 10 de noviembre para que se respete el resultado electoral y los partidos lo atiendan“, ha zanjado. Lo que no ha querido responder Sánchez es si dimitirá tras las próximas generales en caso de no lograr ser presidente: ”Soy el representante de la fuerza más votada“.
La imposibilidad de llegar a un acuerdo con el que articular una mayoría para la investidura de Sánchez conlleva la disolución automática de las Cortes el próximo lunes 23 de septiembre a medianoche y la repetición electoral el próximo 10 de noviembre.
El PSOE daba por hecho ya los comicios este fin de semana, cuando dirigentes como José Luis Ábalos y María Jesús Montero mantuvieron contactos discretos con miembros de Unidas Podemos para sondear si había algún cambio de posición respecto a su exigencia de una coalición que Sánchez había calificado de “inviable” tras la investidura fallida de julio.
Los de Pablo Iglesias han insistido en esa fórmula desde el 28A y la última propuesta a Sánchez, formulada en una llamada telefónica el pasado jueves, consistente en una coalición a prueba hasta la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. El PSOE rechazó el planteamiento inmediatamente. La única manera para retomar las conversaciones, dijeron los socialistas, era que Unidas Podemos renunciara a la fórmula de coalición. La posición era irreconciliable, según habían constatado los socialistas en sondeos informales entre “segundos niveles” de ambas formaciones.
Con esos mimbres, el rey comenzó la ronda de consultas el lunes con los grupos minoritarios y Albert Rivera planteó in extremis una abstención de PP y Ciudadanos si Sánchez asumía tres requisitos sobre Catalunya, Navarra y en materia económica. El PSOE sostuvo que ya se cumplían esas condiciones y pidió la “abstención técnica” a ambas formaciones. Pablo Casado rechazó la propuesta de Rivera y reiteró su 'no' a Sánchez este lunes en una llamada telefónica con el presidente en funciones y ante el rey.
Sánchez también conversó con Rivera horas antes de acudir a Zarzuela y le envió una carta en la que exponía “el compromiso por escrito” de que sus exigencias ya las cumplen los socialistas. Ciudadanos calificó la respuesta como una “tomadura de pelo” y Rivera comunicó al jefe del Estado su eventual voto en contra del socialista. En el PSOE siempre han considerado que la maniobra de Rivera tenía un fin “electoralista”.
Al no recabar los apoyos suficientes, el rey constató la imposibilidad de formar un acuerdo y no hizo el encargo a Sánchez, cuyo partido había dejado claro que solo se presentaría a una investidura con los apoyos atados. Las cuartas elecciones generales en cuatro años se repetirán el 10 de noviembre.