Antes del anuncio de abdicación del rey Juan Carlos, solo el 0,2% de los ciudadanos consideraban que la monarquía es un problema en España, según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al mes de mayo. El paro, la corrupción, los problemas de índole económica y los políticos son para los españoles preocupaciones fundamentales a día de hoy.
A pesar de la caída de la valoración de la monarquía, que suspendió por primera vez en 2011 y no ha conseguido remontar desde entonces, solo el 0,2% de los españoles la señalan como uno de los problemas fundamentales de España. La encuesta fue elaborada entre el 1 y el 11 de mayo, es decir, un mes antes de que el monarca anunciara su renuncia al trono en favor de su hijo Felipe de Borbón. Los resultados del próximo mes revelarán si esa decisión aviva o no la preocupación ciudadana sobre el modelo de Estado.
En este momento el paro, la corrupción, los problemas de índole económica y los políticos son los problemas fundamentales del país, según el CIS. El desempleo, que en el momento en que se elaboró la muestra superaba los 4,6 millones de personas desempleadas, constituye un problema para el 80% de los ciudadanos. La corrupción se afianza como segunda preocupación (35,7%), seguida de los problemas de íncole económica (28,6%) y los políticos (25,6%).
El CIS, que pregunta anualmente por la valoración de las intituciones, ha reflejado una caída de la valoración de la monarquía desde 2011, momento en el que arrancó la investigación del yerno del rey por su vinculación en el caso Nóos. Ese año la monarquía suspendió con un 4,89 de nota media y, desde entonces, ha caído más de un punto en la valoración. En abril de este año la monarquía obtuvo un 3,72 de nota media. Se desplazó hasta el quinto puesto, por detrás de las Fuerzas Armadas, la policía, la Guardia Civil y los medios de comunicación.
La imagen del rey preocupa en la Casa Real, que elabora cada quince días una encuesta, aunque no revela los resultados. En mayo de este año, Zarzuela filtró algunos datos para presumir de que la imagen del rey había mejorado en los últimos meses. No obstante, esos datos secretos demostraban que su valoración estaba por detrás de la de la reina Sofía y el príncipe Felipe.