En torno a una treintena de afectados han permanecido apostados durante ese tiempo en el acceso principal a este Parador, fuertemente custodiado por agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, ataviados con sus camisetas reivindicativas y con silbatos y bocinas.
El acto, la entrega de varios diplomas acreditativos de calidad turística, comenzaba a las 12.00 horas de este viernes y pese a que finalizó algo menos de una hora después, el presidente de la Xunta no salió del Parador hasta pasadas las 14.00 horas, en medio de un fuerte despliegue de seguridad, y rodeado de afectados que le increpaban y exhibían sobres de papel. Momentos antes, el alcalde de Baiona, Jesús Vázquez Almuíña, abandonaba el lugar en un coche patrulla de la Policía Local.