Solo los cargos electos del PP representan en número a más de un tercio de los inscritos para votar en sus primarias

La nutrida militancia de la que presumía el PP no ha respondido. La primera llamada del partido a la participación de las bases no ha salido como se esperaba. Solo 66.384 afiliados votarán para elegir al próximo presidente o presidenta del PP, un 7,6%. El 92,4% restante, más de 800.000 militantes, figuran como tal en el censo oficial ofrecido por el partido en la última actualización pero no han dado señales de vida para participar en este proceso. La propia María Dolores de Cospedal, candidata a presidir el partido, admitía que un 90% de ellos no pagan las cuotas y, por tanto, se han desvinculado de su actividad como militantes de base. 

Esta baja proporción se hace aún más exigua si se compara con el número de cargos electos que tiene el partido en España, entre concejales y alcaldes, diputados nacionales y autonómicos, senadores, eurodiputados y consejeros de cabildos insulares.

Según datos del Ministerio del Interior y de los parlamentos regionales, son 23.418 y representan en número más de un tercio (35%) de las personas que meterán en una urna el nombre del sucesor o sucesora de Mariano Rajoy. Solo con ellos, de quienes se presupone implicación y actividad, se cubre un tercio de los inscritos. Es decir, de los militantes con derecho a voto en este proceso. En el cálculo realizado por eldiario.es no se han incluido los cargos orgánicos, a sueldo del partido, que sumarían otros tantos. 

En una comunidad, incluso, hay más políticos electos que inscritos. Esta situación excepcional, que se da en Castilla y León, demuestra que ni siquiera los elegidos como representantes por los votantes del PP se movilizan para elegir a su próximo presidente o presidenta.

En Extremadura los políticos elegidos representan la gran mayoría del censo que votará el día 5, el 70%; y en Castilla-La Mancha, donde la dirección regional del partido está encabezada por María Dolores de Cospedal, llega al 61%. Estas tres son las comunidades autónomas con más proporción de cargos electos sobre inscritos, comparativamente. 

El escaso número de votantes se agudiza en las comunidades con más peso de afiliados. En uno de los grandes feudos que le quedan al PP, Galicia, solo se han registrado para votar el 4% de los militantes que el partido incluía en su censo oficial de bases. Es el porcentaje más bajo en toda España y se da en la tercera comunidad con más volumen de afiliados. En la cuarta, Madrid, votarán el 10% de los que cuentan como militantes en las cifras del partido. 

Andalucía, la autonomía que ocupa el primer lugar en este ranking, el porcentaje de movilizados es del 7,1%. Y en la Comunitat Valenciana, la segunda, ejercerán su derecho al voto solamente el 6% de las personas que figuran en la lista de militantes. 

Menos votantes que en el PSOE o Podemos

Con un exiguo 7,6%, el PP ha fracasado en términos de movilización. Más si el número de inscritos, 66.000, se compara con los votantes en procesos internos de otros grandes partidos nacionales como PSOE y Podemos, que doblan esta cifra. 

En las primarias socialistas de 2014, ganadas por Pedro Sánchez, votaron 133.000 militantes, casi el doble de los afiliados del PP que se han inscrito para elegir al próximo presidente de los populares. En el último proceso electoral interno del PSOE en 2017, cuando Sánchez repitió victoria, hubo una movilización récord de 150.000 militantes socialistas.

Incluso las cifras del PP se quedan cortas frente a los datos de la primera Asamblea Ciudadana de Podemos (Vistalegre I) y la segunda (Vistalegre II). En ambos procesos, la formación morada consiguió más de 100.000 votos. También en la consulta sobre el chalé de Pablo Iglesias e Irene Montero, con participación récord de 188.000 personas, hubo más votos que en las próximas primarias del PP.

Ciudadanos es el único partido de los cuatro grandes con menos movilización que el PP. Las últimas primarias a la presidencia del partido fueron celebradas a finales de enero de 2017 -aunque las votaciones se realizaron a principios de febrero- y en ellas Rivera tuvo que enfrentarse a dos rivales prácticamente desconocidos: el sevillano Diego de los Santos, y el madrileño Juan Carlos Bermejo, a los que el líder arrasó con un 87,3% de apoyo de la militancia. En total, votaron alrededor de 7.000 personas.