“No he cumplido con mis promesas electorales, pero he cumplido con mi deber” es la justificación que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha usado ante las críticas recibidas por no haber atajado la crisis económica desde que accediera al poder en noviembre de 2011. El jefe del Ejecutivo desliza en cada intervención que ha tomado decisiones que no comparte porque no ha tenido otra alternativa. Sin embargo, dentro de su propio partido algunas figuras de peso rebaten la afirmación de su líder y la voz que suena con más fuerza es la de Esperanza Aguirre, que ha criticado duramente la política económica que su propio partido ha puesto en marcha.
En una entrada en su blog, la presidenta del PP madrileño asegura, “ante la mala noticia sobre las previsiones macroeconómicas anunciadas” por el Gobierno, que “sí hay alternativa” y “está en el espíritu del programa con el que el PP se presentó a las Elecciones en noviembre de 2011”.
Aguirre asegura que “hasta ahora se ha intentado reducir [el déficit público] aumentando los impuestos” lo que “no ha servido para incrementar los ingresos”. Así, ha llegado el momento de afrontar una “reducción de los gastos, como estaba previsto en el programa electoral del Partido Popular con el que consiguió una clamorosa mayoría”. ¿Y cuál es esa receta? “Acometer una reforma radical y sin precedentes de las administraciones públicas” y reducir su peso.