El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, desgranará este miércoles durante el debate de investidura de Mariano Rajoy un discurso bien diferente al que realizó hace apenas cinco meses cuando el protagonista de la jornada fue Pedro Sánchez, con el que en aquellas fechas acababa de cerrar un pacto de Gobierno con 200 medidas.
Rivera, entonces, llegó a pedir a la bancada del PP que tuviera “coraje y valentía” para “cortar por lo sano” y relevar a Mariano Rajoy, al que descartó para liderar la lucha contra la corrupción. “Quien no ha limpiado su casa, ¡cómo va a limpiar España de corrupción!”, espetó Rivera al presidente del Gobierno en funciones.
La situación ha cambiado y ahora Rivera no pedirá a Rajoy que dé un paso atrás, como estuvo sugiriéndole tanto en la campaña del 20D como en la del 26J.
El líder de Ciudadanos defenderá con el mismo énfasis que defendió el acuerdo con Sánchez el pacto de investidura que acaba de alcanzar con el PP y que selló el domingo con un apretón de manos con el propio Rajoy. Los 32 diputados de Ciudadanos le darán el ‘sí’ para que pueda formar Gobierno.
Pero el apoyo de los de Rivera, más el logrado de la portavoz de Coalición Canaria, Ana Oramas, serán insuficientes para la investidura de Rajoy. Por ello, el líder de Ciudadanos seguirá apelando a la “responsabilidad” del líder socialista, su antiguo aliado, para que su grupo se abstenga y permita que haya un nuevo Gobierno.
Rivera sabe, sin embargo, que la postura de Sánchez es, de momento, inamovible, por lo que centrará todos sus esfuerzos en demostrar que el pacto que ha suscrito ahora con el PP contiene al menos un centenar de medidas “perfectamente asumibles” por el principal partido de la oposición.
“Se trata de un pacto transversal, cuyas principales medidas pueden ser compartidas por los tres principales partidos, si hay voluntad política para ello, para poder avanzar en las reformas que necesita España”, defiende el portavoz de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, en conversación con eldiario.es.
De hecho, entre esas coincidencias hay algunas en materia laboral y económica, como los tres tipos de contrato: fijo, de formación y de “protección creciente”; el complemento salarial a los sueldos más bajos, o no subir el IRPF, aunque descartando el impuesto para las grandes fortunas que reclama el PSOE.
Rivera presumirá asimismo de haber logrado un compromiso para aumentar la inversión para políticas sociales, especialmente en dependencia y sanidad.
En ambos pactos también figura la reforma del Senado, que Ciudadanos quería eliminar, pero a lo que el PP y el PSOE se oponen, porque apuestan por reducir su número de escaños y convertirlo en una “verdadera Cámara territorial”.
Rivera también recordará a Sánchez las similitudes que tienen los tres partidos sobre política territorial, que incluye el rechazo a los referendos que busquen romper la unidad de España, o la posibilidad de abrir una reforma constitucional.
“El PSOE, con 85 escaños, tiene mucha más fuerza de la que cree, tiene la llave de la investidura, de los presupuestos, de las principales políticas de Estado, y si Sánchez quisiera ejercer el papel de líder de la oposición, pero responsable, lo podría hacer”, señaló Rivera el lunes en una entrevista en Telecinco.
A juicio de Rivera, los votantes del PSOE no quieren que haya nuevas elecciones y desearían que hubiera una negociación, según algunas de las últimas encuestas. “Hay un resquicio para el cambio y sería una equivocación que no quieran aprovecharlo”, sostienen otras fuentes del grupo parlamentario que son más optimistas y creen que los socialistas terminarán cediendo, aunque, lógicamente, imponiendo sus propias condiciones.
El propio Rivera cree que aún hay tiempo para convencer a Sánchez de que se abstenga. “No tiro la toalla, de aquí al viernes se puede convencer a los que no se hablan que permitan que el país se ponga en marcha. Pido una reflexión. Nadie que aspira a ser presidente de su país puede bloquear las instituciones”, manifestó durante una reunión que mantuvo en el Congreso con sus diputados.
A pesar de que ha cerrado el acuerdo de investidura con Rajoy, Rivera, según fuentes del partido, está dispuesto a dejar claro que Ciudadanos estará muy atento a que se cumplan las medidas de regeneración democrática que, según afirman, han logrado arrancar a Rajoy. Entre ellas la creación de una comisión de investigación sobre la financiación supuestamente ilegal del PP, aunque de ella han quedado fuera aquellos casos que no sean estrictamente de enriquecimiento personal, lo que ha sido criticado duramente por los socialistas, Podemos y otros grupos parlamentarios.
Este será otro de los ejes del discurso de Rivera, que no perderá la ocasión de presumir de haber obligado tanto al PSOE y como al PP a moverse. Primero, con el acuerdo de gobierno que firmó con Sánchez y ahora con el de investidura que ha sellado con Rajoy.
En la misma reunión con sus diputados, que se ha celebrado justo la víspera del discurso de investidura de Rajoy, Rivera ha querido dejar claro que no está pidiendo al PSOE una “adhesión” al PP ni tampoco que “confíe” en Rajoy porque él tampoco acaba de fiarse. “Nosotros no pedimos adhesiones al PP ni que se fíen de Rajoy. Nosotros tampoco lo hacemos. Pero estaremos ahí para vigilar nuestro pacto”, aseguró el líder de Ciudadanos.