La respuesta que ha dado Ciudadanos a la sentencia del Gürtel y a la moción de censura presentada por el PSOE contra Mariano Rajoy ha vuelto a poner en entredicho la verdadera voluntad de Albert Rivera de dar por acabada la legislatura del PP tras la sentencia del caso Gürtel, como dio a entender este jueves en su comparecencia en el Congreso.
Rivera afirmó muy serio que tras el veredicto de los tribunales se abría “un antes y un después” en sus relaciones con el Gobierno y el PP. “No es una sentencia más”, dijo el presidente de Ciudadanos, asegurando que eso “trastocaba” los planes de la legislatura. Con sus palabras parecía que daba por roto definitivamente el apoyo que un día antes había demostrado al Gobierno respaldando los Presupuestos Generales de 2018.
Y también que dejaba abierta la puerta a apoyar esa moción de censura que había anunciado Sánchez, tal y como le había reclamado momentos antes Pablo Iglesias, adelantándole de antemano el apoyo de Unidos Podemos a la iniciativa.
No quieren retratarse con los “separatistas”
La decisión de otros grupos de hacer lo propio, como el PDeCAT, ERC o Bildu, parece haber desanimado a los de Rivera. En el partido les repele que esa iniciativa cuente con el apoyo de los “separatistas”, los “populistas” y Bildu. Unos argumentos idénticos a los que ya utilizaron cuando Iglesias decidió presentar su propia moción de censura contra Rajoy, hace ahora justo un año. Ciudadanos rechazó sumarse a ella mientras el 'nuevo' PSOE de Sánchez se abstuvo.
En una rueda de prensa celebrada este viernes en Valencia, el secretario general del partido, José Manuel Villegas, adelantaba la respuesta de su partido, sorprendiendo a propios y extraños ya que algunas de las medidas alternativas que proponen son inviables.
Villegas pedía a Mariano Rajoy que convocara de inmediato elecciones, algo que a estas alturas es imposible. El artículo 115 de la Constitución impide disolverse las Cámaras cuando esté en trámite una moción de censura. Y en Ciudadanos lo saben.
En la misma comparecencia el número dos de Rivera también desvelaba que no van a dar apoyo a la moción del PSOE porque no están dispuestos a un “apaño”, “quitar al señor Rajoy para poner al señor Sánchez”.
En Ciudadanos insisten en que solo ven viable una moción de censura “instrumental”, para convocar de inmediato nuevas elecciones. Y Sánchez ya ha dejado claro que su prioridad los próximos meses, si logra gobernar, es devolver la “estabilidad” y “la credibilidad a las instituciones” e impulsar “una agenda social” en el Congreso. No obstante, se ha comprometido a convocar elecciones, pero no ha aclarado cuándo.
Los de Rivera se han agarrado a ese extremo para replicar que entonces serán ellos los que darán ese paso y intentarán promover su propia moción de censura “instrumental”. Para ello necesitan 35 diputados, como marca el reglamento, pero su grupo solo cuenta con 32. ¿Quién les va a prestar los tres que le faltan?. En el partido saben también que es casi imposible que algún otro grupo se ofrezca a hacerlo.
Otro de las cosas que ha llamado cuanto menos la atención es que Rivera señaló el jueves en su comparecencia que las nuevas circunstancias reclamaban no tomar decisiones “en caliente”. Por ello, señaló que analizarían la sentencia con la Ejecutiva Nacional -compuesta por 37 dirigentes- para dar una respuesta conjunta y consensuada, “serena y firme” .
Esa reunión oficialmente estaba prevista para el 11 de junio. Pero al comprobar la perplejidad que había causado que dejara pasar tanto tiempo para abordar el asunto, fuentes del partido se apresuraron luego a anunciar que “ante la gravedad de la situación”, la cita podría adelantarse. Como así ha sido. Este mismo viernes han explicado que la reunión de la Ejecutiva será el lunes próximo, 28 de mayo. Pero los pasos que van a seguir ya se conocen, lo que demuestra que es Rivera y su núcleo duro el que toma las decisiones.
Una situación que ha trastocado los planes de Rivera
Lo cierto es que este nuevo escenario ha trastocado totalmente los planes de Rivera. La hoja de ruta pasaba por distanciarse de Rajoy lo más posible después de darle su apoyo “por responsabilidad” a los Presupuestos Generales del Estado para 2018, y seguir erosionando su imagen por la corrupción y por su debilidad en Catalunya.
Precisamente, la crisis que vive esa autonomía y el temor a que “los separatistas” se aprovechen de las circunstancias por la sentencia del Gürtel es otra de las disculpas que ponen para intentar aguantar sin cambios.
El líder de la formación aseveró que ante una situación “muy grave”, quienes “no pueden sacar tajada son los separatistas”.
“Quiero trasladar a los españoles que sepan que, a pesar de la debilidad del gobierno, nosotros los constitucionalistas seguiremos trabajando por España”, declaró Rivera. “Los españoles se merecen un gobierno limpio” y que “les garantice estabilidad política y económica”.
El líder de Ciudadanos ha insistido hasta la saciedad en que no quería un fin abrupto de la legislatura sino “ganar al PP en las urnas”. Su objetivo era llegar 2019 con el viento soplando a favor de su partido, como certifican todas las encuestas, para comenzar su asalto al poder en la triple cita electoral: autonómicas -con las andaluzas incluidas- , municipales y europeas.
Las explicaciones que han ido dando tanto Villegas como el propio Rivera han desconcertado a una parte de la militancia que contempla sorprendida las contradicciones en las que está cayendo el partido. Ese estupor se refleja en los chats de algunas agrupaciones, según cuentan a eldiario.es participantes en estos foros.
Los cinco votos del PNV, decisivos para la moción
También es verdad que la posibilidad de que prospere la moción también la tiene el PNV, que acaba de lograr importantes inversiones para el País Vasco a cambio de su apoyo a unas cuentas del Estado pendientes aún de ser aprobadas por el Senado.
Los nacionalistas vascos se ha limitado a decir que están dispuestos a “hablar” con el PSOE. El portavoz del grupo en el Congreso, Aitor Esteban, ha dicho que desconoce “la intención” de los socialistas y si solo busca una foto“ o tiene ”soluciones concretas para Euskadi o para la crisis del Estado que hay en Catalunya“.
“Si lo que quiere es conformar Gobierno o no se trata de eso... hay demasiadas incógnitas y en función de la valoración que hagamos tomaremos la decisión en el momento oportuno”, ha añadido.
Así las cosas, los de Rivera se encuentran en una situación complicada. Si el PNV decide no apoyar la iniciativa de Sánchez la responsabilidad de que de nuevo se frustre un cambio de Gobierno quedará en manos de Ciudadanos. ¿Cómo explicarán esta vez su voto negativo a la corrupción del PP ante sus militantes y su electorado?