Alberto Garzón ha anunciado este miércoles que no se incorporará finalmente a Acento, la consultora del exministro socialista José Blanco, tan solo un día después de que trascendiera su fichaje por esa compañía. El exministro de Consumo y exlíder de Izquierda Unida ha tomado esta decisión, según explica en un comunicado, tras las críticas que suscitó la noticia este martes en los partidos de la izquierda, incluso entre antiguos compañeros de su partido.
“Ante esta incomprensión y antes de llegar a un punto en el que pueda hacer daño al espacio político por el que tanto he trabajado, anuncio con este mensaje que he renunciado a incorporarme a ACENTO tal y como tenía previsto”, dice Garzón en una carta publicada en sus redes sociales. “No quiero que mi decisión personal perjudique a mis antiguos compañeros y compañeras de militancia en su necesaria misión de lograr el mejor resultado posible en las futuras convocatorias electorales. Siempre he antepuesto el interés colectivo sobre el interés personal, y considero que debe seguir siendo así”, argumenta.
Este martes, El Confidencial avanzó la noticia del fichaje de Garzón por Acento, que confirmaron fuentes de su entorno a este diario. El ex coordinador federal de Izquierda Unida estaba únicamente pendiente de la autorización de la Oficina de Conflicto de Intereses para incorporarse a la empresa como director de Prospectiva GeoPolitica.
La consultora de asuntos públicos fue fundada por Blanco y el dirigente socialista Antonio Hernando en 2018 y desde 2020 tiene como presidente al exlíder de Partido Popular en Euskadi y exministro de Sanidad, Alfonso Alonso. Después de conocerse el fichaje, las redes sociales se llenaron de críticas al antiguo líder de Izquierda Unida por entender que había traspasado las mismas puertas giratorias que él mismo había criticado durante toda su actividad política.
“La decisión despertó un enorme revuelo en el ecosistema de izquierdas, incluyendo a las formaciones y los espacios políticos para las que he dedicado todas mis energías durante los últimos 12 años, esto es, Izquierda Unida, Unidas Podemos y Sumar”, dice Garzón en su carta. “La impresión general, según me confirmaron diferentes dirigentes políticos, era que se trataba de una decisión que afectaría negativamente a las organizaciones del espacio político”, explica.
No obstante, el exministro se confiesa frustrado por verse obligado a renunciar y critica lo que califica de “izquierda inquisitorial”. “La izquierda en la que yo creo es menos prejuiciosa e inquisitorial, es más heterodoxa y humana y, sobre todo, tiene una concepción del Estado y de la política donde lo importante no es el lucimiento personal en términos de pureza izquierdista, sino tener más influencia en todos los espacios posibles”, argumenta.
El expolítico cree que es una buena noticia que haya personas de izquierdas que trabajen en “espacios de análisis, reflexión o prospección sobre el futuro complejo del planeta”. “Las instituciones en general y los gobiernos en particular, por cierto, también son espacios que no están exentos de contradicciones”, dice las críticas que han salido de dirigentes de otras formaciones como Podemos o Sumar, que formaron o forman parte del Gobierno.
Después de abandonar la política, explica Garzón en su carta, anunció que se dedicaría profesionalmente a “contribuir en la lucha por un mundo ecosocialista desde diversos espacios”. .“Varias consultoras me hicieron llegar ofertas, y la de ACENTO encajaba muy bien en ese propósito”, cuenta. “Podría asesorar a entidades de la sociedad civil en materias como la ecología, la economía, los retos del futuro y el análisis político y legislativo. Esas iban a ser mis tareas en la consultora, cuyo CEO y su equipo se han portado magníficamente bien conmigo y para quienes esta situación es particularmente injusta”, dice tras comunicar su renuncia.
Garzón admite que se encuentra frustrado. “Duele que tras tantos años dejándome la salud por un proyecto colectivo, y empleando tantas horas en agotadoras disputas internas, sienta que las dinámicas tóxicas que nunca compartí todavía me persigan incluso ahora que estoy fuera de la política formal”, explica. “Pero este es el estado político y emocional en el que se encuentra la izquierda”, argumenta a continuación.
El exministro asegura que seguirá con “otros planes profesionales” y que “reorganizará” su vida pensando en su familia. En un vídeo publicado hace algunos días, Garzón explicaba algunas de las cosas a las que dedicaba su tiempo tras abandonar la política: se disponía a terminar su tesis doctoral, preparaba un nuevo libro y dedicaba más tiempo a sus familia tras 12 años en la primera línea de la política.