El alcalde de Burgos, Javier Lacalle, ha anunciado esta tarde la paralización de las obras en el barrio burgalés de Gamonal tras cinco jornadas consecutivas de protestas vecinales. Lacalle ha adelantado la creación de un grupo de trabajo del que formarán parte los colectivos afectados para buscar el “mayor consenso posible” sobre la construcción de un parking subterráneo y un bulevar en la calle Vitoria.
Lacalle, que ha calificado la paralización de las obras de “paréntesis”, ha indicado que el grupo de trabajo se pondrá en marcha el próximo lunes y que estará formado por los partidos políticos, asociaciones de vecinos, la plataforma Bulevar no ahora, zona G y técnicos municipales. La reanudación de las obras dependerá de la decisión del grupo de trabajo.
Preguntado por los periodistas sobre el alcance o posibles límites de esa comisión, el alcalde ha dicho que “no es momento para hablar de líneas rojas, sino de ampliar acuerdos y un consenso en el que el ayuntamiento lleva dos años trabajando y que ha supuesto varias modificaciones del proyecto inicial para incluir sugerencias y alegaciones de particulares y colectivos”.
“Para el ayuntamiento lo importante es el mayor bienestar para cada ciudadano de Burgos y eso está por encima de cincuenta obras”, ha asegurado el regidor.
Los vecinos no se creen las palabras del alcalde y mantienen las movilizaciones
A pesar del anuncio del alcalde, los vecinos de Gamonal han regresado esta noche a la calle para exigir la paralización definitiva de las obras. Integrantes de la Asamblea vecinal, que han seguido la rueda de prensa del primer edil, han expresado sus dudas sobre el compromiso de Lacalle y han anunciado que, por el momento, mantendrán las movilizaciones.
Cerca de 8.000 personas, una cifra superior a la de los últimos días, han vuelto a recorrer la distancia entre el barrio y la comisaría de Policía entre gritos por la liberación de los detenidos en los incidentes que se han registrado en esta zona desde el viernes. Seis de los arrestados ya han pasado a disposición judicial y uno más permanece ingresado en prisión con fianza de 3.000 euros.
El grueso de los manifestantes ha regresado después al lugar donde se iniciaron las obras el pasado jueves en la calle Vitoria, en la que desde este lunes se ha mantenido una concentración permanente para impedir el trabajo de las excavadoras.
Un fuerte cordón policial sólo ha permitido el paso de los manifestantes por las aceras y ha impedido el acceso a la zona central. En las últimas horas, 50 antidisturbios más se han desplazado desde Madrid a Burgos para permanecer en la ciudad hasta el fin de las protestas. El dispositivo desplegado por Interior incluye ya a dos centenares de agentes.
Los vecinos han protestado durante cinco días contra la idea de construir un parking subterráneo de pago en una zona donde ahora aparcan gratuitamente. Además, consideran excesivo el presupuesto de ocho millones de euros para la obra, impulsada por Antonio Miguel Méndez Pozo, constructor condenado y encarcelado en los 90 por falsedad de documentos públicos. En 1995 recibió el tercer grado tras pasar menos de un año en prisión.