La alegría y los gritos de “independentzia” se han desbordado esta noche en la sede central del PNV, la Sabin Etxea de Bilbao, donde se han congregado cientos de militantes de este partido.
El PNV se ha impuesto en las elecciones al Parlamento vasco con 383.565 votos, el 34,64 por ciento de los sufragios válidos, lo que le ha reportado 27 escaños, 3 menos que en 2009, cuando no concurrió la izquierda abertzale.
Con esos 27 parlamentarios el PNV podrá gobernar en minoría sin grandes sobresaltos, ya que para llegar a la mayoría absoluta se deberían unir los 21 diputados de EH Bildu con al menos dos de los otros tres de los grupos constitucionalistas de la oposición: PSE-EE (16 parlamentarios), PP (10 diputados) y UPyD (1 representante), que por sí solos únicamente igualan al PNV.
Después de comparecer ante la prensa, el presidente y candidato a lehendakari del PNV, Iñigo Urkullu, ha comparecido ante los militantes de su partido en el atrio de la Sabin Etxea, donde ha estado acompañado por los miembros del Euzkadi Buru Batzar (EBB), la ejecutiva del PNV.
En ese segundo discurso, Urkullu ha agradecido el trabajo de la militancia en esta campaña y les ha otorgado el mérito en la victoria electoral.
Durante la alocución se han prodigado los gritos de “independentzia”, incluso cuando Urkullu ha dicho que la primera preocupación que hay hoy en su “corazón” es para aquellos que “lo están pasando mal, están en el paro o sus familias tienen problemas” económicos.
Al término del discurso, los asistentes han cantado el himno de Euskadi y la fiesta ha continuado en Sabin Etxea, entre ikurriñas y brindis con cava de la marca “Gora” (Arriba), aunque Urkullu ya les ha advertido que mañana por la mañana toca seguir trabajando.