Alemania expulsa a la neonazi española Isabel Peralta, quien pretendía entrar en el país con una esvástica

elDiario.es

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La Policía alemana ha impedido la entrada en el país de la neonazi y falangista española Isabel Medina Peralta. La joven, de 19 años, portaba en su equipaje una bandera con la esvástica, un llavero con el mismo símbolo y la obra de Adolf Hitler 'Mein Kampf' ('Mi lucha').

Las autoridades españolas, según informa el semanario alemán Der Spiegel, habrían puesto sobre aviso a sus homólogas alemanas, que esperaban a Peralta en el aeropuerto de la ciudad de Fráncfort. El Código Penal alemán prohíbe la simbología nazi: tanto esvásticas, el saludo hitleriano, el himno del NSPD (el partido nazi), etc. En los últimos años Alemania no ha dudado en perseguir e ilegalizar una veintena de organizaciones xenófobas y racistas.

Peralta habría explicado a la Policía que en realidad solo llevaba esos objetos porque está estudiando Historia y le interesa la época nazi.

En noviembre de 2021 la Fiscalía Provincial de Madrid presentó una denuncia contra la líder falangista por “apremiar” a la violencia contra migrantes marroquíes y musulmanes en un acto frente a la embajada de Marruecos en Madrid en el mes de mayo de ese mismo año, en plena crisis migratoria con el país vecino. 

Peralta es, además, una de las líderes de Bastión Frontal, una organización neonazi surgida en el madrileño barrio de San Blas. Uno de sus líderes fue detenido el pasado me de enero por dar una paliza a otro miembro del grupo.

“El judío es el culpable”

En febrero de 2021 Isabel Peralta profirió un discurso durante un homenaje a la División Azul (las tropas españolas enviadas por Franco al frente ruso en ayuda del Ejército nazi). “Es nuestra suprema obligación luchar por España, luchar por Europa, ahora débil y liquidada por el enemigo. El enemigo siempre va a ser el mismo, aunque con distintas máscaras: el judío. […] El judío es el culpable y la División Azul luchó por ello”, dijo Peralta.

La ideología nazi asesinó a más de 11 millones de personas entre judíos, gitanos, homosexuales e izquierdistas en diversos campos de exterminio. La Segunda Guerra Mundial, desencadenada por Hitler, provocó entre 40 y 100 millones de muertos.