El exministro de Fomento Francisco Álvarez-Cascos está citado hoy para declarar como testigo en el juicio que evalúa los daños causados por el accidente sufrido en noviembre de 2002 por el petrolero Prestige frente a las costas gallegas, que provocó la mayor catástrofe medioambiental de la historia de España.
En el banquillo de los acusados, junto al capitán y al jefe de máquinas del Prestige, Apostolos Mangouras y Nikolaos Argyropoulos, respectivamente, sólo se sienta un ex alto cargo de la administración española, el ex director general de la Marina Mercante José Luis López Sors.