La portada de mañana
Acceder
Feijóo confía en que los jueces tumben a Sánchez tras asumir "los números"
Una visión errónea de la situación económica lleva a un freno del consumo
OPINIÓN | La jeta y chulería de Ábalos la paga la izquierda, por Antonio Maestre

Álvarez de Toledo señala a Ayuso como la “alternativa” de Pedro Sánchez

Aitor Riveiro

29 de noviembre de 2021 20:58 h

0

Cayetana Álvarez de Toledo ha reunido este lunes a medio millar de personas en el Teatro Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes de Madrid para la presentación oficial del libro de memorias en el que ajusta cuentas con el PP, Pablo Casado y los periodistas tras su breve paso por la portavocía parlamentaria del partido. La todavía diputada del PP no solo no ha rebajado sus críticas a la persona que le propuso encabezar su candidatura por Barcelona, “una oferta que no podía rechazar”, según ha dejado escrito, sino que ha ahondado en la dura guerra que vive la organización en la que todavía milita y ha glosado la figura de Isabel Díaz Ayuso quien, ha dicho, fue la “líder” que le dio al PP “la oportunidad de ser alternativa”.

“Luché contra lo indeseable en la política hasta que me convertí en una indeseable para la política”, ha asegurado Álvarez de Toledo en un discurso leído desde el escenario. “Y más después del libro”, ha añadido, pese a sus esfuerzos, propios y del resto de intervinientes, en señalar que las memorias no tienen ánimo revanchista. De hecho, ha explicado que la motivación del volumen es que “Pablo Casado sea presidente del Gobierno”.

Eso sí, la exportavoz, que se faja durante las 500 páginas de su primera obra en decir que ambos no eran “amigos”, le ha aleccionado: “No es lo mismo llegar a la Moncloa que gobernar, que significa cambiar las cosas, nivelar el tablero. Para eso hace falta poner en pie una alternativa nítida a lo que hay enfrente”. Álvarez de Toledo ha citado expresamente la Memoria Democrática (“guerracivilismo), el feminismo y la Justicia como algunos de esos elementos a nivelar. ”Esa es la obligación que tiene la actual cúpula del PP. El país lo necesita“, ha concluido.

Pero las opciones de que Casado personalice esa “alternativa nítida a lo que hay enfrente” no son muchas, según la autora se esmera en explicar en su libro, y según ha dejado claro este lunes. Álvarez de Toledo tiene una favorita: Isabel Díaz Ayuso. Primero ha defendido a la presidenta de la Comunidad de Madrid de las palabras del líder del partido, quien dijo: “El personalismo no cabe en el PP, esto no es un talent show de megalomanías”. Casado añadió: “No caben los solistas, somos una orquesta afinada, armónica, en la que lo que prima es un proyecto. Con una partitura fuerte, unida, sincronizada. No somos la suma de planes individualistas”.

“Idealistas políticos los llaman. Solistas”, ha glosado en su discurso. Y ha continuado: “Para alcanzar lo deseable hay que aspirar a liderar, exponerse. Habrá que ser un líder, un héroe (…) una Isabel Díaz Ayuso que asumió la responsabilidad en primera persona de defender la libertad frente al confinamiento económico, político y moral de los madrileños. Al hacerlo nos dio la mayor alegría de los últimos años. Y no me refiero a la alegría partidista, sino a la oportunidad de ser alternativa”.

En las preguntas de los asistentes, cribadas por la editorial, le han cuestionado por Ayuso y si le daría algún consejo. “Se vale por sí misma”, ha dicho. “Es el activo electoral más importante del centroderecha español”, ha añadido. La exportavoz ha vuelto a tomar partido en la cruenta batalla interna y ha asegurado que “cuanto antes” se acaben “cualquier tipo de operaciones y líos” para que no sea presidenta del PP en la Comunidad de Madrid “mejor para todos”.

“No tiene ningún sentido, debió acabarse en dos o tres segundos”, ha apuntado, para reclamar “que la fuerza y la esperanza que se generó en Madrid se traslade a nivel nacional”. “Mi humilde respaldo como el de tantos millones de personas que la aclaman allí donde va”, ha concluido.

“¿Si te echan del partido abandonas la política?” le han cuestionado también. Tras una pausa para beber agua, Álvarez de Toledo ha respondido con una sonrisa en la cara y en la voz: “No me van a echar del partido”.

Con todo, la diputada ha vuelto con una de sus recurrentes ideas, la del “reagrupamiento” del “centro-derecha”. La plataforma cuya creación lideró, Libres e Iguales, retomará sus actividades. Y este mismo miércoles protagonizará un acto en Barcelona con la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas. “Hay gente que no entiendo que estemos en partidos distintos”, ha clamado, para decir que esa confluencia “tiene que ver con la voluntad” porque “no hay nada que justifique una fragmentación” en tres.

Pero la presencia de activos políticos ha sido muy limitada. Al acto estaban invitados Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio, de Vox, pero no han acudido. De Ciudadanos se han dejado ver el portavoz adjunto Edmundo Bal y el diputado Guillermo Díaz. Del PP, la que fuera mano derecha de Álvarez de Toledo.

Pablo Iglesias, “hijo del FRAP”

Álvarez de Toledo ha planteado en su discurso los que ha considerado sus “hitos” en el año y medio que estuvo al frente del grupo del PP en el Congreso. Han sido tres, en concreto: hacer “la V de la victoria” durante la campaña en un acto en la Universidad de Barcelona en la que un grupo de alumnos intentó que no entrara; decirle a en un debate televisivo a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, “¿de verdad ustedes dicen 'sí, sí, sí' hasta el final?”; y “llamar al hijo del FRAP por su nombre, y hasta por su título, en la sede de la soberanía popular”. “¿Qué más podía pedir yo?”, ha concluido entre fuertes aplausos del público. La única interrupción en todo su discurso.

Ese “hijo del FRAP” no es otro que el exvicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, a quien tildó de “hijo de terrorista” en la tribuna del Congreso. Eso sí, este lunes no se ha atrevido a repetirlo, quizá porque en el Teatro Fernando de Rojas no goza de la inmunidad parlamentaria. El asunto sigue esperando que los tribunales determinen si dicha inmunidad aplica a las palabras que dijo cuando todavía era portavoz del PP.