El estallido de la guerra interna del PP a raíz del supuesto espionaje por parte de la cúpula al hermano de Isabel Díaz Ayuso se ha cobrado la primera víctima: Ángel Carromero, uno de los principales asesores del alcalde de Madrid. Las informaciones lo apuntaban como ejecutor de la operación y su dimisión pone fin al intento fallido de la dirección nacional del PP y de su líder, Pablo Casado, por dar una segunda vida política en el Ayuntamiento capitalino al joven y desconocido político de Nuevas Generaciones que saltó a todos los titulares hace una década tras ser condenado y encarcelado en Cuba por el homicidio imprudente de los opositores castristas Oswaldo Payá y Harold Cepero.
Primero en brazos de Esperanza Aguirre –que lo protegió en los momentos más difíciles– y después de Pablo Casado –responsable de auparlo a un puesto de relevancia en el Consistorio madrileño–, Carromero había aprendido a moverse discretamente en la segunda fila del Partido Popular. Siempre a salvo. Desde la Coordinación General de la Alcaldía, posición que ocupaba desde 2019, siguió haciéndolo con un pie en Génova y otro en el Palacio de Cibeles ante los recelos de una parte del PP por la vuelta a la exposición pública. Pero la guerra total desatada entre la Puerta del Sol, sede del Gobierno regional, y Génova se lo ha llevado por delante.
A su salida ya apuntaba el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, a primera hora de este jueves tras negar que la Empresa Municipal de la Vivienda de Madrid hubiera auspiciado el encargo a un detective privado. “En el caso de que se demostrara que tuvo una conducta irregular será inmediatamente cesado [...]. Sea Carromero o cualquier otra persona, dejará de trabajar en el Ayuntamiento de forma inmediata”. La presidenta autonómica, Isabel Díaz Ayuso, pidió también “depurar responsabilidades” a la dirección del PP de Madrid, de la que Carromero formaba parte como vicesecretario de Electoral, aunque su nombre ya no figura en la web como responsable de ese cargo sino como Presidente del Comité Electoral. El PP de Madrid confirma que sigue en ese puesto.
Las informaciones publicadas a lo largo del día, que amplían las indagaciones de la cúpula de Génova a las dos exparejas de la presidenta madrileña para averiguar si han sido beneficiados con contratos públicos del Gobierno regional, han ido cercando al coordinador general de la alcaldía, que ha presentado su dimisión durante la tarde de jueves “tras mantener una conversación con el alcalde” de Madrid, según informó el Ayuntamiento.
Carromero no llegó en 2019 de nuevas al Consistorio madrileño. En marzo de 2013, un año después de lo sucedido en Cuba y tras intentos infructuosos del PP de Madrid para que el Gobierno de Mariano Rajoy lo indultara, la excalcaldesa Ana Botella lo contrató como asesor por 50.474 euros al año. La salida del PP del Gobierno municipal en 2015 no expulsó a Carromero de Cibeles: el grupo municipal popular lo mantuvo a sueldo hasta que los conservadores tomaron el bastón de mando tras las elecciones municipales de junio de 2019. Con su ascenso a coordinador general de la alcaldía, el salario se multiplicó hasta los 91.144 euros brutos anuales.
El partido lo abrazó incluso en el momento más crítico de su vida, manteniéndolo en su puesto de trabajo durante su paso por la cárcel. Estuvo percibiendo un salario como asesor de la Junta de Distrito de Moratalaz desde julio de 2012 hasta enero de 2013, cuando pudo regresar a España. Carromero cobró su sueldo íntegro durante el verano y desde septiembre a enero se le recortó a un tercio por “exención jurídica provisional”. Percibió casi 9.000 euros en total en esta etapa negra. La garantía de un empleo fue una pieza fundamental para facilitar su pronta puesta en libertad vigilada. Tras dos semanas en el centro penitenciario de Segovia, le concedieron el tercer grado y volvió a su trabajo, controlado a través de una pulsera telemática que llevó hasta abril de 2015, cuando cumplió su condena.
Con Pablo Casado mantiene una relación de amistad que surgió en Nuevas Generaciones. El líder del PP ejerció como el portavoz de su familia tras el accidente de coche en Cuba y, de vuelta, Carromero se volcó en 2018 con su candidatura a las primarias del partido. El grupo municipal popular, entonces liderado por Martínez-Almeida, le dio vacaciones a él y otros dos asesores para hacer campaña por Casado.
En la batalla interna del PP se había alineado totalmente con Casado y en contra de Ayuso. Aguirre ya lo señaló sin nombrarlo hace unos meses en una entrevista en El Mundo, en la que criticó a los “chiquilicuatres” de Génova y dijo que Almeida se estaba rodeando de “niñatos”. En una entrevista este jueves, le han preguntado a Aguirre si siguen quedando “niñatos y chiquilicuatres” en el PP. “Hay uno que ya ha dimitido hoy. Ya tenemos uno menos”, ha dicho tras la decisión de Carromero.
En los últimos meses era frecuente verlo en actos del Ayuntamiento y, sobre todo, del partido, aunque una parte del partido recelaba de esa exposición. La oposición municipal también fue muy crítica con su nombramiento como alto asesor en el Palacio de Cibeles. Más Madrid llegó a recurrirlo, ya que según la ley el nombramiento de coordinadores y directores generales debe efectuarse entre funcionarios de carrera, salvo contadas excepciones. Nada de eso frenó los planes del PP, que ahora deja caer a uno de sus protegidos en la sombra en el inicio de una contienda interna sin precedentes en la organización.
Su dimisión, no obstante, no será efectiva hasta que se oficialice en la próxima Junta de Gobierno del Ayuntamiento, por lo que Carromero tendrá que comparecer el próximo lunes en la Comisión de Portavocía y Seguridad, que ha sido convocada de forma “urgente y extraordinaria”, en donde tendrá que responder a las preguntas de la oposición.