La Fiscalía Anticorrupción ha recurrido la absolución por el delito de cohecho que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional dictó contra el comisario José Manuel Villarejo y algunos de sus colaboradores el pasado julio. Ese tribunal condenó al comisario jubilado a 19 años de cárcel por los delitos de revelación de secretos y falsedad en documento mercantil tras el primer juicio de la macrocausa que se sigue contra él en la Audiencia Nacional.
La Sala de lo Penal, sin embargo, consideró que el comisario no se sirvió de sus funciones policiales para elaborar los dosieres que vendió a sus clientes y que se investigaron en las piezas Land, Iron y Pintor de la causa Tándem. Alegaba que no lo hizo “en el ejercicio de su cargo”. En este sentido, la Sala concluyó que no podía condenar por cohecho pasivo al comisario, ni por activo a sus clientes, porque su condición de policía no influyó en los trabajos que hizo para ellos.
El recurso de Anticorrupción debe ser resuelto ahora por la Sala de Apelaciones, una instancia superior dentro de la Audiencia Nacional creada en 2017. La resolución afectará a casi toda la causa ya que el delito de cohecho está presente en la acusación de las distintas piezas de Tándem aunque no así en otras como Kitchen, donde el comisario actuó dentro de su destino en la Dirección Adjunta Operativa para espiar a Luis Bárcenas con fondos reservados.
Los fiscales creen que la Sala no ha aplicado correctamente el artículo del Código Penal que castiga el cohecho. Pide que se actúe de igual modo para los colaboradores del comisario Rafael Redondo, abogado y socio, y el también policía jubilado Antonio Bonilla. Del mismo modo solicita que se condene por cohecho activo a los que pagaron a los anteriores en calidad de clientes.
El recurso también afecta a la esposa de Villarejo, Gemma Alcalá. Anticorrupción quiere que se revierta la absolución por cohecho pasivo propio al haber cometido la Sala “un error patente en la valoración de la prueba” contra ella. Igualmente, Anticorrupción pide ampliar los delitos de revelación de secretos por los que fueron condenados Villarejo y Redondo.
En este primer juicio se juzgaron tres encargos al comisario: el de un bufete de abogados que quería perjudicar a otros letrados que habían trabajado en él hasta crear su propio despacho (pieza Iron), el de miembros de la familia García Cereceda enfrentados por una herencia (pieza Land) y el de dos hermanos empresarios, uno de ellos marido de Ana Rosa Quintana, que querían perjudicar a un rival con información personal (Pintor).
Las acusaciones por cohecho y revelación de secretos se repiten en la mayoría de las más de 30 piezas que hay abiertas en la causa Tándem contra el comisario. Tras la absolución ahora recurrida, fuentes del caso aseguraron que las condenas por el cohecho –el cobro a cambio de trabajos policiales– dependerán del estudio caso a caso, si bien reconocían que el precedente de la absolución en la Audiencia Nacional no era nada halagüeño.
Piezas como la que juzgará previsiblemente a los directores de seguridad de Repsol y Caixabank pueden verse afectadas por la sentencia si no es rectificada por la Sala de Apelaciones. En esa ramificación del caso, la Fiscalía pide 40 años de cárcel para él.