Un exclusivo documento periodístico encabezaba este martes la revista digital de la universidad privada Francisco de Vitoria. Una de sus redactoras, estudiante de Periodismo, ha cubierto la última operación contra una célula de presuntos yihadistas ‘empotrada’ en las unidades que la llevaron a cabo, según la expresión que encabeza el reportaje. eldiario.es ha podido saber que la estudiante de Periodismo es hija del comisario general de Información, Enrique Barón, el máximo responsable de la lucha antiterrorista de la Policía.
El martes, la Policía detuvo en Madrid a nueve presuntos miembros de una red encargada de captar y enviar yihadistas a Siria. El Ministerio del Interior considera máximo responsable de la célula a Lahcem Ikassriem, detenido en Afganistán en 2001, encarcelado en Guantánamo hasta 2005 y absuelto después por el Tribunal Supremo español. Ikassriem fue arrestado en la vivienda que ocupaba junto a su familia en el madrileño barrio de la Concepción.
La estudiante que firma el artículo relata en primera persona cómo el Grupo Especial de Operaciones (GEO) asalta la vivienda. “Los GEO avanzan disciplinadamente y entran con rapidez en el edificio. Un golpe seco alerta a los de fuera que la puerta se ha abierto. Sin embargo, el delincuente tiene otra puerta blindada tras la primera y es necesario arrancarla de la pared. Se oye gritar asustada a la mujer del terrorista. No esperaba ver a la Policía en su casa”, recoge el reportaje.
Fuentes de la Dirección General de la Policía aseguran que desconocían la presencia de la estudiante de Periodismo en los escenarios principales de la operación antiterrorista o en cualquier otro. Es habitual que los periodistas que cubren la información policial soliciten acompañar a los agentes en el desarrollo de su trabajo. Para ello se debe solicitar al gabinete de prensa de la Policía una autorización formal. En este caso, según las fuentes consultadas, esa solicitud no se produjo. Nunca se ha permitido que un periodista entre con los agentes en un piso dentro de una operación antiterrorista, ya fuera contra un comando de ETA o una red yihadista.
El reportaje continúa de la siguiente forma: “Los GEO esposan a Lahcen Ikasrrien y piden a su esposa que aguarde en una habitación con los niños. Ella no es sospechosa de colaborar en las actividades criminales de su marido. Los llantos de los niños conmueven a los agentes e intentan que no se enteren de lo que está pasando. 'Ellos no tienen culpa de nada', repiten. Los vecinos se asoman asustados. No saben qué está pasando y algunos llaman desde sus teléfonos a la Policía creyendo que han entrado a robar. Los agentes van calmando a los que se asoman a los balcones. Les piden amablemente que vuelvan a sus casas y prometen informarles de todo en cuanto sea posible”.
El reportaje encabezaba el martes por la tarde la web mirada21.es, que se define como “el periódico de la Universidad Francisco de Vitoria”. Este centro privado de enseñanza superior es propiedad de la congregación católica Legionarios de Cristo. Una hora después de que eldiario.es contactara con la Dirección General de la Policía para recabar su versión de los hechos, mirada21.es retiró el artículo de la hija del comisario general de Información. Este miércoles, después de que eldiario.es haya publicado esta información, el texto ha vuelto a la web. Un portavoz de la Policía desvinculó a esta por completo de la realización del reportaje.
De acuerdo con la narración incluida en el artículo, la estudiante pudo entrar en la sede de la Comisaría General de Información, el cuartel general de las unidades antiterroristas de la Policía. “Son las dos y media de la mañana, pero la Comisaría General de Información de la Policía Nacional está atestada de gente”, se lee. Y continúa: “Varios equipos de la lucha contra el terrorismo se reúnen con los GEO en la explanada de enfrente del edificio para coordinar la operación que se desarrollará en las próximas horas. Van a detener a 8 miembros de Al Qaeda y cualquier error podría resultar desastroso”.
De esos ocho objetivos, la redactora tiene la oportunidad de presenciar ‘in situ’ el arresto del más importante de todos ellos, el único del que han hablado en el pasado los medios de comunicación, incluso entrevistado en televisión cuando regresó a España tras su encarcelamiento en Guantánamo. “Poco a poco los vehículos van saliendo del complejo policial de Canillas. Una caravana de cinco coches y una furgoneta se dirige, a las 4 menos cuarto, hacia la calle Buen Gobernador, cerca de Ventas. Allí, según han averiguado los investigadores, vive Lahcen Ikasrrien, un peligroso terrorista que pasó varios años en Guantánamo después de ser arrestado en Afganistán en 2001. Él es el cabecilla de una trama que se dedica a reclutar y enviar radicales a Irak y a Siria a campos de entrenamiento para combatir a las órdenes del grupo terrorista ISIL (Estado Islámico para Irak y Levante)”, escribe la estudiante.
Según su propio relato, la estudiante viaja con los policías hasta la ubicación del terrorista que van a detener: “Los nervios se palpan en el ambiente. Sin embargo, la conversación recorriendo la M-30 es distendida. Uno de los jefes de la operación acaba de ser padre la noche anterior y muestra orgulloso fotos de la recién nacida. Según se aproximan al lugar de destino, las voces van apagándose. Entre susurros, los policías repiten como un mantra las normas de seguridad: Nada de portazos, los móviles en silencio y las fotos no empiezan hasta que los GEO hayan asegurado la zona”.
Un policía que fue alto cargo de Esperanza Aguirre
Enrique Barón es el comisario elegido por el Gobierno del PP para dirigir la lucha antiterrorista en la Policía. Con una destacada trayectoria en el Cuerpo, Barón fue jefe superior en Euskadi y en Madrid. En 2008, Barón dejó la Jefatura Superior de Madrid a través de una excedencia en la Policía y se convirtió en director general de Interior de la Comunidad de Madrid, con Esperanza Aguirre como presidenta autonómica y Francisco Granados en el puesto de consejero de Interior.
En enero de 2009, el escándalo de los espías a sueldo de la Comunidad de Madrid acabó con el entonces director del Area de Seguridad, Sergio Gamón, imputado como presunto jefe del grupo de agentes que persiguieron y vigilaron a dirigentes del Partido Popular. Granados reestructuró su departamento para unificar todas las estructuras de seguridad bajo el mando de Barón.
En junio de 2011, el entonces consejero de Interior perdió definitivamente el pulso interno que mantenía con Ignacio González. Aguirre lo sacó del Gobierno regional y en noviembre, tres días después de la victoria del PP en las elecciones generales, ordenó su destitución como secretario general del PP madrileño. Tras la caída en desgracia de Granados, y como preveían en el seno de la Policía con la victoria del PP, Barón fue elegido para un relevante puesto, la dirección de la estructura que se encarga de combatir el terrorismo de ETA, el islamista y todos aquellos que tienen su origen en radicalismos polílticos.