El discurso del rey en la ceremonia de apertura de las Cortes ha tenido un efecto desigual en los diputados que le escucharon. La apelación a la “generosidad” de las fuerzas políticas que ha permitido al final gobernar a Mariano Rajoy llenó de orgullo y satisfacción al PP y a Ciudadanos, pero provocó algunos resquemores en partidos como el PSOE. Para la formación de Pablo Iglesias, crítica con la monarquía por su carácter hereditario, las palabras de Felipe VI pecaron de falta de neutralidad y supusieron en la práctica una “bendición” al acuerdo que ha permitido a Rajoy volver a La Moncloa.
Los conservadores elogiaron satisfechos la intervención del monarca y el hecho de que pusiera de manifiesto la necesidad de acuerdos en esta legislatura. En otras ocasiones, especialmente cuando el ahora presidente declinó someterse a la investidura, las relaciones del PP con la Casa del Rey han vivido tiranteces. Pero este jueves, con la comodidad de haber formado ya Gobierno, los dirigentes y diputados del PP se deshicieron en alabanzas hacia las palabras del monarca.
En palabras de Rafael Hernando, el portavoz del PP en el Congreso, el discurso fue “enormemente positivo y constructivo”, sobre todo por la insistencia en recordar la importancia de un “diálogo permanente” entre los partidos.
En las filas socialistas la reacción mayoritaria fue la misma. Precisamente la apelación a la “responsabilidad” es lo que llevó a la mayoría de los socialistas a abstenerse en la investidura de Rajoy. Eduardo Madina no entendió de la frase del monarca que se refiriera de forma clara a su partido y al de Rivera por haber permitido el Gobierno sino una alusión genérica a la generosidad que deben esgrimir todos los partidos.
Aun así, el efecto de las palabras de apertura no fue uniforme en la bancada del PSOE. Algunas voces se desmarcaron y consideraron que esa alusión sobraba, dada la situación.
El efecto del discurso de Felipe VI en la formación de Albert Rivera también fue el de producir satisfacción. Juan Carlos Girauta, el portavoz del grupo parlamentario, se deshizo en alabanzas. “Lleno de sentido de Estado”, “es un estadista”, una “justa valoración” fueron las expresiones con las que el dirigente de Rivera celebró el primer discurso de apertura de las Cortes.
En Unidos Podemos, la disertación del rey no sentó tan bien. Íñigo Errejón, como Pablo Iglesias, apreció partidismo. “Debería haber sido más neutral”, precisó el secretario político. “El acuerdo es legal, pero el jefe del Estado debería haber permanecido más neutral y más independiente respecto a los partidos y ha rozado el extralimitarse”, siguió.
En opinión del dirigente de Unidos Podemos, el monarca vino a “bendecir la decisión, que es tanto como bendecir al Gobierno” en el momento en que celebró la “generosidad” y “responsabilidad” que se tradujo en el fin del bloqueo político.