La causa se inició cuando la hija de la preferentista interpuso una denuncia en la que manifestaba que su madre firmó un documento de reclamación relacionado con unas preferentes de Bankia y que, posteriormente, el director de la oficina escribió en el mismo papel “ruego dejen sin efecto la presente reclamación”, con el fin de anularla.
Fuentes jurídicas han explicado a Europa Press que, entre la firma del contrato y la anulación de la queja, la hija de la afectada se puso en contacto con el denunciado para informarse sobre el arbitraje y retirar la reclamación.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, apunta que hay “serias dudas sobre la versión incriminatoria expuesta en la denuncia inicial”, y hace hincapié en la declaración contradictoria de la denunciante y su madre.
Una de las razones que da la Sala para archivar la causa es que se desconoce “qué interés podía comportar para el denunciado que la perjudicada renunciara a la reclamación efectuada”.
Analizado el caso, el juez entiende que “no existe el mínimo indicio” que pueda corroborar que el denunciado sometiera a la afectada o a su hija “a cualquier tipo de presión o coacción”.