El Partido Popular lleva más de un mes pidiendo por escrito a todos sus cargos que reprochen al Gobierno las cifras de los muertos durante la pandemia, o instándoles a decir que el Ejecutivo “miente” en su gestión de la crisis sanitaria. En todos los argumentarios –consignas que suelen enviar prácticamente a diario los partidos para marcar la línea discursiva de la jornada– remitidos por la dirección de Pablo Casado a los dirigentes del partido desde el pasado 21 de mayo, y a los que ha tenido acceso eldiario.es, se exige así repetir la idea de que el Ejecutivo “oculta” el número real de fallecidos.
Según las cifras actualizadas este mismo viernes, desde que se declaró la epidemia han fallecido en España 28.330 personas por coronavirus. Desde Sanidad siempre se ha dejado claro que en estos datos se incluyen únicamente a las personas que tenían una prueba analítica positiva por COVID-19.
Desde el Gobierno también recuerdan que el Sistema de Monitorización de la Mortalidad (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), ha reportado 43.360 muertes hasta el 22 de mayo en todo el país, un exceso que, explican, puede deberse al virus, si bien no se puede dar por hecho ya que contempla todos los fallecimientos, también de aquellos a los que no les fue realizada la prueba del coronavirus y los de cualquier otra razón como accidentes, suicidios u otras enfermedades.
El PP insiste, en todo caso, en recalcar que el Gobierno “miente”, y pide a sus cargos que remarquen esa tesis a través de los argumentarios a los que ha tenido acceso este diario, cuya veracidad ha sido cotejada con distintos dirigentes populares. Ese durísimo discurso contra el Ejecutivo contrastó el jueves con el acuerdo alcanzado entre el PP y el Gobierno para que los de Casado apoyaran el decreto de la nueva normalidad, lo que allanó además el camino para lograr pactos en la Comisión de la Reconstrucción, pese a las duras conclusiones presentadas por el PP, que culpan al Gobierno de los contagios y los fallecidos de la pandemia.
En el texto enviado por la dirección de Casado este mismo lunes, se volvía a instar a los cargos populares a utilizar esas cifras de los fallecidos por la pandemia contra el Gobierno, a pesar de que han sido las comunidades autónomas, también las gobernadas por el PP, las que han facilitado esos datos.
“Queremos saber toda la verdad”
Precisamente una de esas regiones, la Comunidad de Madrid que preside Isabel Díaz Ayuso –una de las grandes apuestas personales de Casado, cuyas políticas dice que él aplicaría también en toda España si llega a la Moncloa– es la segunda autonomía, solo por detrás de Catalunya, en la que se ha producido un mayor desfase entre los muertos confirmados por test positivos de la COVID-19 (8.416) y el exceso de fallecidos registrado por el MoMo (14.129), ese desfase por el que el PP acusa al Gobierno de “ocultar” los datos reales de muertos.
Una de las consignas enviada el lunes por la dirección popular es la siguiente: “Una Nación que se respeta a sí misma debe empezar por ser capaz de contar a sus muertos, ayudar a sus familias y homenajearles”. Génova también explica por escrito a sus cargos internos que el PP participará “del homenaje a las víctimas” de la pandemia que tendrá lugar en Madrid en julio, aunque matiza: “Queremos saber toda la verdad. Reclamamos al Gobierno conocer la cifra real de fallecidos. Es un escándalo que el INE, el Instituto Carlos III y las funerarias señalen un desfase de varios miles con respecto a las cifras de Moncloa”.
El lunes, después de que se publicara el contenido de dicho argumentario en el que se instaba a los cargos populares a utilizar las cifras de fallecidos contra el Gobierno en el primer día de la precampaña de las elecciones vascas y gallegas del 12 de julio –cuya veracidad también ha sido contrastada con la dirección del PP–, el equipo de Casado, a través de un mensaje en la cuenta oficial de Twitter del partido, hacía mención a un tuit del PSOE que enlazaba a la información de este diario y señalaba que la noticia titulada 'Argumentarios del PP piden usar las cifras de los muertos contra el Gobierno en la campaña de Euskadi y Galicia' “es completamente falsa”.
Sin embargo, a lo largo de toda la semana los principales dirigentes populares han utilizado sus discursos para seguir al dedillo las consignas enviadas por la dirección del PP en el citado argumentario. Además del propio Casado, que el martes exigió a Sánchez que “reconozca la cifra real de fallecidos” y aseguró que “desgraciadamente algunos gobiernos han podido ocultar información”. El miércoles, durante el Pleno del Congreso, las consignas acusando al Gobierno de “mentir” y “ocultar” a los fallecidos eran repetidas por la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, que también dijo lo siguiente: “Mienten para tapar la que será la losa de su legado. Con los números no se juega, es una cuestión moral”.
Ese mismo día, los propios candidatos populares a los comicios autonómicos de Galicia y Euskadi del 12 de julio, Alberto Núñez Feijóo y Carlos Iturgaiz, respectivamente, hacían suyo el argumentario enviado el lunes por la dirección del PP y, en una charla telemática, aseguraban que “este país no sabe los muertos que tiene”.
La del lunes fue la enésima ocasión en la que Génova 13 pedía a sus dirigentes reprochar al Ejecutivo las consecuencias de la COVID-19 o les instaba a acusar a la izquierda de “mentir”. El 21 de mayo, un día después de que se aprobara la quinta prórroga del estado de alarma en el Congreso de los Diputados –en la que los populares votaron 'no'–, la dirección del PP instaba en otro argumentario a sus cargos a sostener que “la palabra de Sánchez no vale nada” o que “España no merece este presidente mentiroso”, por el acuerdo alcanzado entre PSOE, Unidas Podemos y EH Bildu que garantizó la abstención de esta última en la votación de la alarma a cambio de un compromiso de los partidos del Ejecutivo para acelerar la derogación de la reforma laboral.
“El presidente es la cara del fracaso de la gestión de esta crisis. Su imagen es la del test falso, la mascarilla defectuosa, la manifestación temeraria y las colas de Aluche”, apuntaba la dirección de Casado en ese argumentario, pidiendo lanzar sospechas sobre la actuación del Gobierno y vinculándola, una vez más, a las marchas del 8M, a las que también acudieron miembros del PP.
Cuatro días después, la dirección popular iba un paso más allá y, en otro argumentario, pedía responsabilizar directamente al Gobierno de coalición de los fallecidos por la pandemia.
Citando un informe elaborado por el Ministerio de Sanidad en enero con pautas frente al virus, que en su día publicó el diario La Razón, el PP sostuvo lo siguiente: “Sánchez dice sin pruebas que sin estado de alarma hubiéramos tenido 300.000 muertos. Seguramente si hubiera hecho caso a estos informes y a otros muchos de la OMS, de la UE y del propio Ministerio y no se hubiera convocado la manifestación del 8M, posiblemente no se hubieran producido los casi 29.000 muertos oficiales y los más de 235.000 contagiados por el covid-19”.
También se pedía utilizar las cifras de muertos contra el Ejecutivo en otro argumentario del 28 de mayo. “Faltan miles de muertos por honrar”, apuntaba la dirección del PP en el texto que fue enviado a todos los dirigentes populares. “Más de dos meses después de decretar el estado de alarma, el Gobierno es incapaz de dar el número real de fallecidos por coronavirus: los registros civiles elevan la cifra a 43.000 y no los 27.717 oficiales”, señaló Génova 13.
Además, el equipo de Casado pedía endurecer su discurso contra el presidente del Gobierno. “Ya era hora de que Sánchez se pusiera corbata negra. Si además fuese capaz de contabilizar bien los fallecidos, alcanzaría la nueva moralidad. No le queda ni un partido político al que engañar, ni un español al que mentir”.
Otro argumentario enviado a los cargos del PP el 1 de junio insistía en esa misma idea. “Exigimos saber el número real de fallecidos por coronavirus”, apuntaba la dirección popular en su texto. “Por decencia. Por dignidad. Por respeto. Por responsabilidad. El Gobierno debe aclarar de una vez el número de fallecidos por coronavirus en España. Según organismos solventes hay más 40.000 familias que merecen saber toda la verdad”, señalaba.
Un día después, el equipo de Casado pedía a los dirigentes del PP incidir en la tesis de la “ocultación” de las cifras por parte del Ejecutivo, al que volvía a acusar de “mentir” respecto a la pandemia. “Basta ya de mentir con las cifras de fallecidos”, señalaba el argumentario del 2 de junio.
“El Gobierno ha cambiado siete veces de metodología y cada día juega con el número de víctimas. Basta ya. La realidad no tiene nada que ver con los datos oficiales de un Gobierno que ya no tiene credibilidad ni siquiera para eso. Habla de 27.127 fallecidos, un 60% menos que los 43.985 que dicen las funerarias o los 43.043 del Instituto Carlos III. Propio de repúblicas bananeras, de esas que tanto les gusta a este Gobierno radical”, señalaba, sin citar directamente a Venezuela, con cuyo Ejecutivo las derechas vinculan a la coalición de PSOE y Unidas Podemos.
Nada más conocerse los primeros ceses en la cúpula de la Guardia Civil, el PP quiso centrar su campaña en el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por destituir al coronel Diego Pérez de los Cobos como máximo jefe de la comandancia del cuerpo en la Comunidad de Madrid. En el argumentario que envió a todos sus cargos el 3 de junio, Génova 13 hablaba de un “Gobierno mentiroso”.
“España no se merece a Marlaska como ministro del Interior. No se merece un Gobierno mentiroso”, era una de las consignas que la dirección popular pedía repetir a sus dirigentes. “Sánchez mintió en rueda de prensa a los españoles y Marlaska en el Parlamento reiteradamente. Una nota secreta del ministerio del Interior revela que Marlaska cesó a De los Cobos por no filtrarle la investigación del 8M y cumplir una instrucción judicial. Marlaska no puede seguir ni un minuto más al frente de Interior. Por presionar a De los Cobos y por mentir a todos los españoles”, zanjaba.
Un día después, el equipo de Casado exigía a sus cargos remarcar en sus comparecencias públicas que el PP iba a exigir una comisión de investigación sobre la pandemia, y volvía a hablar de “ocultación de fallecidos” en otro argumentario interno. “Cuando salgamos del estado de alarma, solicitaremos una comisión de investigación parlamentaria para esclarecer todas las responsabilidades que se hayan podido cometer en la nefasta gestión de la pandemia”, señalaba.
“En esa comisión, el Gobierno no podrá seguir mintiendo como hacen (sic) todos los días sin consecuencias legales. Es indecente ocultar el número de fallecidos para esconder su incompetencia. ¿Cómo es posible que el Instituto Carlos III hable de 43.000 muertos, las funerarias de 44.000 y el Gobierno solo reconozca 28.000?”, pedía la dirección del PP que se preguntara públicamente.
Al día siguiente la cúpula popular instaba a sus dirigentes a repetir esa misma idea. “Basta ya de mentiras”, señalaba. “Lo sabían pero no hicieron nada. Fernando Simón ocultó la alerta de la UE a las comunidades la semana del 8M. El Centro de Alertas no avisó a las CCAA del informe europeo que desaconsejaba las manifestaciones. 'Conocían la grave situación', asegura la Guardia Civil”.
“Cuando salgamos del estado de alarma, solicitaremos una comisión de investigación parlamentaria para esclarecer todas las responsabilidades que se hayan podido cometer en la nefasta gestión de la pandemia. En esa comisión, el Gobierno no podrá seguir mintiendo como hacen (sic) todos los días sin consecuencias legales”, pedía advertir el PP.
A medida que se iba avanzando en la desescalada, el PP pedía a sus cargos elevar cada vez más el tono contra el Ejecutivo. En el argumentario del 8 de junio, un día después de que concluyera el luto oficial de diez días decretado por el Gobierno, la dirección popular instaba a sus dirigentes volver a la carga contra el Ejecutivo.
“Seguimos sin saber el número real de fallecidos por coronavirus”, apuntaba el texto. “Nadie se cree a Sánchez y su credibilidad es cuestionada no solo en España sino también fuera de nuestras fronteras, entre los medios extranjeros. El New York Times se suma a los medios internacionales que demuestran que Sánchez oculta más muertes por Covid que ningún otro país del mundo”, añadía.
“Hasta un 72% por encima de lo normal demuestran las cifras del INE, el Instituto Carlos III y la Seguridad Social. Es indispensable también saber el número real de profesionales sanitarios contagiados. El Gobierno no da nuevos datos desde el pasado 18 de mayo. ¿No ha habido contagios desde entonces?”, se preguntaba.
El 9 y el 10 de junio, la dirección del PP pidió por escrito a todos sus dirigentes que en sus declaraciones públicas responsabilizaran al vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, del desastre de las residencias madrileñas, a pesar de que la gestión de estos centros donde han fallecido más de 6.000 ancianos desde el inicio de la pandemia –según las últimas cifras facilitadas por la propia administración regional– depende directamente del Gobierno de la Comunidad de Madrid, presidido por la popular Isabel Díaz Ayuso, que gobierna en coalición con Ciudadanos.
Durante todo el confinamiento el Ejecutivo autonómico mantuvo intactas e incluso vio reforzadas las competencias sobre los centros geriátricos, tal y como lo establecieron el primer real decreto ley del Gobierno central que aprobó el estado de alarma y órdenes sucesivas dictadas por Moncloa. Pero el PP lanzó una campaña para culpar a Iglesias de esa situación. Además, responsabilizaba al Gobierno de “errores muy importantes para la seguridad de los españoles”.
“La mentira, los bandazos y eludir su responsabilidad (por ejemplo en relación a las residencias) es lo que ha caracterizado al mando único del Gobierno frente al Covid”, añadía en la misma línea la dirección del PP, en el argumentario enviado a todos sus cargos el pasado 15 de junio. “No salimos más fuertes, sino con más muertos por habitante del mundo, más sanitarios contagiados, y un proyecto ineficaz para resolver la crisis y el paro”, era otra de las consignas que pedía entonces repetir el equipo de Casado.
El miércoles 17, mientras el líder del PP aseguraba tender la mano al Gobierno para lograr acuerdos, la dirección popular enviaba un nuevo argumentario instando a sus dirigentes a mantener los ataques contra el Ejecutivo. Respecto a “las mentiras del Gobierno”, Génova 13 apuntaba: “Suma y sigue”.
“Ayer [por el martes 16] el Gobierno aseguró que en los últimos 7 días han fallecido 25 personas como consecuencia del Covid-19 ¿Por qué la cifra oficial sigue siendo 27.136 una semana después y un día más? Los españoles no se merecen un Ejecutivo que miente, como quedó ayer constatado cuando la prensa internacional volvió a sacar los colores a la ministra Montero, incapaz de explicar por qué las cifras no cuadran”, señalaba. De nuevo, pedía utilizar las cifras de los fallecidos contra el Gobierno.
El jueves 18, el PP volvía a insistir a sus dirigentes en que reclamaran explicaciones por una supuesta “ocultación” de las cifras de fallecidos. Entre otras consignas, la dirección popular pedía repetir la siguiente: “Sánchez está ocultando más de 16.000 fallecimientos de las 27.136 muertes oficiales que ha congelado artificialmente el gobierno desde el 7 de junio”.
Para entonces, los populares de Casado habían decidido trasladar a Bruselas su particular guerra contra el Gobierno por la gestión de la crisis sanitaria. Desde las instituciones europeas, el PP español, encabezado allí por la exministra Dolors Montserrat, trata de erosionar la percepción sobre la gestión del coronavirus realizada en España y busca condicionar las ayudas europeas que reciba el país.
Las campañas en las redes
El PP también ha trasladado su particular campaña por tratar de responsabilizar al Gobierno de los fallecidos por la pandemia a las redes sociales. A principios de abril eldiario.es informó de que el expresidente de Extremadura José Antonio Monago, líder del PP en dicha comunidad, había lanzado una campaña de anuncios pagados en Facebook para atacar al Gobierno y a la Junta de Extremadura por falsear las cifras de fallecidos por coronavirus.
“Mueren por coronavirus muchas más personas de las que se dice”, se señalaba en dicha campaña. Monago promocionó seis contenidos con esta temática entre los usuarios que la red social tiene registrados en Extremadura. Y, a principios de abril, habían sido reproducidos, según los datos de Facebook, entre 65.000 y 85.000 veces.
Asimismo, este diario reveló a finales de la semana pasada que entre la propaganda preelectoral de la coalición de PP y Ciudadanos en la que los populares concurren a las elecciones vascas del 12 de julio, hay un anuncio publicado en Instagram, la red social orientada al público joven propiedad de Facebook, en el que el candidato de la coalición, Carlos Iturgaiz, insiste en que el Gobierno falsea las cifras de muertos por coronavirus y “no nos dijo la verdad sobre esta pandemia” en una conversación en vídeo con la diputada del PP Ana Pastor.
El anuncio, que estuvo activo desde el 14 de junio hasta este jueves, violaba las normas de Facebook para la propaganda política. Fue etiquetado como si fuera una publicidad corriente, en vez de como un anuncio “sobre temas sociales, elecciones o política”, la categoría en la que la red social obliga a encuadrar este tipo de contenido para mejorar su transparencia. Esto hacía imposible consultar quién pagó por el anuncio, cuánto dinero invirtió o los datos de alcance que consiguió. Facebook ha corregido la situación tras el aviso de eldiario.es y ha desactivado el anuncio.
Según los datos que incluyó la semana pasada la plataforma tras recalificar el anuncio, el mensaje de Iturgaiz y Ana Pastor se distribuyó entre 10.000 y 15.000 veces entre los usuarios de Instagram. El objetivo era el público joven: un 40% de esos impactos fue en personas de entre 18 y 24 años. Otro 27%, en la franja de 25 a 34 años. La coalición desembolsó menos de 100 euros para ello, aunque la herramienta de transparencia de la publicidad política de Facebook no ofrece detalles de la cifra exacta.
“Convertir el dolor en futuro”
En la Junta Directiva Nacional del pasado 8 de junio, el líder del PP reconocía en público por primera vez que detrás de toda esa estrategia de ataque al Ejecutivo está su intento de obtener rédito político de la pandemia. Animado por las últimas encuestas que auguran un leve crecimiento de apoyo para el PP, el líder de los populares cree que las consecuencias de la crisis pueden servirle para tumbar al Ejecutivo, consolidando además a su partido como “la única alternativa posible” a la coalición de PSOE y Unidas Podemos, en un contexto en el que la derecha sigue partida en tres.
“Esta crisis, además de sufrimiento y dolor, está generando también un capital nacional en forma de responsabilidad, moderación y cuidado mutuo que no tenemos derecho a desaprovechar”, decía Casado este lunes a los principales líderes de su partido, incluidos los barones territoriales, reunidos por primera vez de forma telemática en la Junta Directiva Nacional. “Tenemos que convertir todo este dolor en un sacrificio lleno de futuro, debemos hacer que este sufrimiento sea la tierra fértil de un nuevo tiempo de progreso y unidad. Tenemos que conjurarnos para hacer juntos algo tan bueno como para que jamás pueda decirse que nada de lo que vamos a perder en estos días haya sido una pérdida inútil”, remachaba.