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Armengol advierte que ser constitucionalista no es “levantar la Carta Magna como un tótem” sino cumplirla

Ceremonia de izado de la bandera frente al Senado, este jueves

José Enrique Monrosi / Elena Herrera

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Un llamamiento a cumplir con los artículos de la Constitución que abordan la protección de los derechos sociales más elementales y una advertencia directa a quienes se autodefinen como constitucionalistas, en clara referencia al PP y a Vox: “Ser constitucionalista no consiste en levantar la Carta Magna como si de un tótem se tratara, sino en asumir que podemos llegar a acuerdos para cumplirla y desarrollarla”, ha dicho la presidenta del Congreso, Francina Armengol, durante su discurso en los actos de aniversario de la Constitución.

El aviso lanzado por Armengol llega en pleno choque frontal entre el Gobierno y la oposición a cuenta de la renovación del Consejo General del Poder Judicial, que los de Alberto Núñez Feijóo bloquean desde hace cinco años. Las palabras de la presidenta no han pasado inadvertidas para los diputados y senadores presentes este miércoles en el hemiciclo y han sonado a claro reproche por la crisis institucional ante la falta de acuerdo entre los dos grandes partidos.

“En nuestra Constitución no están escritos la crispación, el desprecio o el enfrentamiento. Nuestra ley de leyes sigue siendo la cura más efectiva contra la discordia”, ha proclamado antes de plantear su propia definición de constitucionalista. “Es alzar el estandarte del diálogo ante los desafíos que afrontamos cada día y la propia Constitución nos plantea. Porque es el espejo que muestra nuestra mejor versión, pero en él no nos vemos reflejados del todo. Hace falta seguir trabajando para hacer realidad su palabra. No solo hay que celebrarla. Debemos seguir esforzándonos para reflejarnos en ella”. 

El primer discurso de Armengol como tercera autoridad del estado en los actos del 6 de diciembre ha tenido un contenido profundamente político, como ya ocurrió con sus palabras durante la sesión de inauguración de las Cortes la semana pasada. En el 45º aniversario de la Constitución la presidenta ha recordado “la total obligación” de cumplir cada uno de los preceptos constitucionales y ha puesto el foco, principalmente, en los que tienen que ver con “blindar cada pilar de nuestro estado del bienestar para imposibilitar su erosión”.

“Deberíamos acatar todos y cada uno de sus preceptos, pero la realidad es que quedan asignaturas pendientes”, ha insistido. Armengol ha hecho especial hincapié en los artículos que tienen que ver con el derecho a la vivienda digna, a una salud y una educación públicas de calidad, a la protección de las víctimas de la violencia machista e incluso a una fiscalidad justa.

“Seamos conscientes de que no conseguiremos todo eso si no cumplimos a rajatabla el artículo 31. Permitidme que lo lea”, dijo la presidenta. “'Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio'. Este artículo es el dibujo perfecto del reparto equilibrado de las riquezas. Porque nuestra Constitución está pensada para que nuestra sociedad sea un lugar donde se viva en armonía, donde haya justicia social y económica. Vayamos hacia ahí”.

En su repaso por algunos de los artículos que hacen referencia a los derechos de la ciudadanía, ha reparado también en el acceso a la vivienda “Es un derecho, y así lo declara el artículo 47 de nuestra Constitución. Pero, en nuestro país, tenemos aún esa asignatura pendiente. La edad media de emancipación ha superado por primera vez los 30 años, y creo que esto pone de manifiesto las dificultades en las que se encuentran muchísimas personas para vivir en solitario, para formar una familia o simplemente para encontrar un techo. Dirijámonos a iluminar ese lugar de sombra, garantizando y facilitando esta necesidad esencial”.

Tampoco ha olvidado en su discurso a las 55 mujeres asesinadas en lo que va de año a manos de sus parejas y exparejas. “55 mujeres asesinadas solo por el hecho de serlo. Y esos brutales asesinatos son solo la punta del iceberg del terror cotidiano que, en tantos aspectos, supone la desigualdad de la mujer frente al hombre. Trabajemos con urgencia, desde un compromiso total, para eliminar esta brecha y acabar con la violencia machista”, ha reclamado. 

Armengol se ha detenido también en el artículo 49, que ha señalado como uno de los motivos, junto a la reconversión del Senado como una cámara de verdadera representación territorial, que motivan la necesidad de una reforma de la Carta Magna. “A título totalmente personal, me gustaría detenerme a defender la urgente reforma de un artículo concreto, el artículo 49, para que en nuestro texto fundacional las personas con discapacidad sean tratadas como corresponde y desaparezca de una vez el ofensivo término ”disminuido“, tal y como reclama el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad”, ha reclamado entre el aplauso de los asistentes. 

La presidenta del Congreso de los Diputados no ha querido olvidar a “las madres de la Constitución”, en referencia a las diputadas que participaron en las Cortes Constituyentes. Y ha concluido su intervención con un último llamamiento al acuerdo y el diálogo entre todas las fuerzas políticas. “Desde nuestras diferencias, tenemos que llegar a acuerdos en beneficio del bien común y contribuir a diseñar el país de las próximas generaciones”.

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