El rey apela en el Congreso a una “España serena” que respete el pluralismo y pide honrar el espíritu de la Constitución

El Rey Felipe VI ha reivindicado que la defensa de la Constitución no supone “mirar atrás con nostalgia” sino reafirmar el logro que supuso para la convivencia democrática de España. Ante diputados y senadores, entre los que no estaban los representantes de ERC, EH Bildu y BNG, el jefe del Estado ha puesto en valor la vigencia de la Carta Magna como “marco democrático” y que recoge toda una serie de valores que “no están anclados en el pasado y que deben proyectarse permanentemente hacia el futuro”.

Felipe VI, acompañado por la Reina Letizia y la Princesa de Asturias ha felicitado a Pedro Sánchez por su elección como presidente “al haber obtenido la confianza de la Cámara”. Y ha hecho un llamamiento a que los jóvenes reciban “una España cohesionada y unida en la que puedan desenvolver sus vidas y proyectar sus ilusiones”.

El rey ha ensalzado de manera constante durante sus palabras el valor de la Constitución. “Una Constitución que establece la libertad, la justicia y el pluralismo político como valores en los que se basa nuestra convivencia democrática”, ha dicho. Y ha llamado a honrar su espíritu, respetarla y cumplirla para hacer efectiva la definición de España como un Estado Social y Democrático de Derecho“.

Armengol defiende la legitimidad del nuevo Gobierno

La sesión de apertura de las Cortes ha comenzado con las palabras de la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que ha defendido ante el Rey que la formación del nuevo Gobierno nace de una mayoría parlamentaria “legítima” y que “emana de la voluntad de los ciudadanos” en las elecciones del 23 de julio, en claro mensaje a las fuerzas políticas de la derecha que han puesto en tela de juicio esa legitimidad y han llegado a acusar al presidente de “fraude electoral”.

“Distorsionar la realidad o cuestionar importantes valores democráticos, desde la opacidad de la disputa, solo va a aumentar la desafección de la sociedad hacia las instituciones”, ha dicho este miércoles en el discurso que ha precedido al de Felipe VI en la apertura oficial de las sesiones del Congreso y el Senado que se celebra este miércoles en la Cámara Baja.

Armengol ha pronunciado un discurso de cierto contenido político que el Partido Popular ha evitado aplaudir al finalizar. La presidenta del Congreso ha recordado la erosión de las democracias alrededor del mundo “por el empeño de algunos” y ha pedido esfuerzo para conservar la española “intacta”. “El Parlamento es, sin duda, la espina dorsal de una democracia”, ha defendido. “No solo debemos comprometernos a ejercer el parlamentarismo de forma leal y honesta, sino también a evitar, en todo momento, su degradación y, por supuesto, su desaparición”, ha dicho a continuación.

En este punto, ha recordado que la “polarización global” también permea en las instituciones españolas. “Un país con una sociedad que avanza, pero que no es ajena a la polarización global, como hemos visto en las últimas semanas”, ha dicho en referencia a las manifestaciones convocadas durante días por la extrema derecha ante la sede del Partido Socialista en Madrid.

Una polarización que, ha afirmado, también penetra en el Congreso. “La crispación, la polarización y el ruido es algo de lo que, en ocasiones, adolece el actual parlamentarismo, y nuestra obligación para con la sociedad es dar ejemplo, desde la transparencia y el respeto”, ha dicho.

Feijóo: “Armengol no es la presidenta de todos los diputados”

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha criticado el discurso de Armengol y ha justificado por qué su grupo no ha aplaudido: “Cuando la presidenta del Congreso no es la presidenta de todos los diputados y senadores que estábamos reunidos y simplemente se comporta como una diputada de un partido, no merece el aplauso”, ha asegurado en declaraciones a los periodistas. Además, ha dicho que es el “peor discurso de un presidente del Congreso” que ha escuchado en su “vida”, lo ha tildado de “lamentable” y ha indicado que lo volverían a hacer.