La asociación ultracatólica HazteOir se ha sumado a Manos Limpias y ha presentado una querella contra Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, por supuesto tráfico de influencias. La organización liderada por Ignacio Arsuaga afirma que es una querella “fundamentada en hechos e informaciones de manera cronológica y rigurosa”, anunciando una “batería de acciones judiciales” contra Gómez.
Desde hace varios días un juzgado de la Plaza de Castilla de Madrid investiga bajo secreto de sumario a Gómez a raíz de una denuncia presentada por el pseudosindicato Manos Limpias. Una denuncia cuya admisión a trámite ya ha sido recurrida por la Fiscalía y que, según ha reconocido la propia organización dirigida por Miguel Bernad, se basa en noticias de prensa –una de ellas un bulo de The Objective– cuya veracidad no han comprobado.
La asociación ultracatólica HazteOir ha optado por presentar una querella en el mismo juzgado acusando a Gómez de “un número por ahora indeterminado” de delitos de tráfico de influencias. No especifican si, como Manos Limpias, se han limitado a aportar las noticias que diversos medios publican desde hace dos meses sobre la actividad profesional de Gómez, o si aportan algún tipo de prueba o testimonio adicional como viene exigiendo el Tribunal Supremo para que una querella se admita a trámite.
En los últimos años, HazteOir ha multiplicado sus ingresos mientras impulsaban campañas y acciones judiciales contra el derecho al aborto o los derechos de las personas transexuales. Unidos a la plataforma CitizenGO después de perder el apoyo de la Iglesia española, HazteOir llegó a ser distinguido en 2013 por el Gobierno de Mariano Rajoy como una asociación de “utilidad pública”. Ahora afirma que inicia acciones penales contra la esposa del presidente del Gobierno “ante la intranquilidad de los ciudadanos al ver que Begoña Gómez podía no tener que dar la cara ante la Justicia”.
Está por ver si el juzgado 41 de la capital decide admitir a trámite su querella como ha hecho con la denuncia de Manos Limpias e incorporarla al procedimiento, o si decide que sus acusaciones deben tramitarse en unas diligencias distintas, incluso en otro juzgado. Por el momento, el magistrado ha puesto la investigación bajo secreto de sumario y ha llamado a testificar a dos periodistas que firman las informaciones esgrimidas por el pseudosindicato de Miguel Bernad.
La apertura de esta causa se ha traducido en un terremoto político con el anuncio de Pedro Sánchez de darse unos días para reflexionar si sigue o no en el puesto de presidente del Gobierno ante lo que considera un ataque de elementos de derecha y extrema derecha contra su entorno más cercano.