Asturias pide a Sanidad que autorice un confinamiento domiciliario de 15 días y cierra “toda la actividad económica no esencial” desde el miércoles
Asturias ha acordado cerrar “toda la actividad económica no esencial” a partir del miércoles, establecer el toque de queda a las diez de la noche, dos horas antes del actual, y pedir al Ministerio de Sanidad que autorice un confinamiento domiciliario durante 15 días para tratar de contener la expansión del coronavirus en la región, que ha visto superados ya los 400 contagios por cada cien mil habitantes y cómo sus hospitales y unidades de cuidados intensivos batían récord de ocupación. El Gobierno ha descartado esta opción por el momento, a la espera de conocer el impacto de las medidas ya adoptadas, y Salvador Illa ha anunciado que convocará una reunión mañana por la mañana con Asturias.
“Estamos en un momento crítico de la evolución de la segunda ola de la epidemia. No era lo esperado, ni mucho menos”, ha dicho el presidente del Principado, Adrián Barbón, que ha realizado el anuncio en una rueda de prensa celebrada tras reunir con carácter de urgencia al comité de crisis de la COVID-19, en la que ha subrayado que “todos los países están tomando medidas muy drásticas para contener la epidemia”.
Barbón ha explicado que desde el Gobierno del Principado, no pueden “establecer un confinamiento domiciliario”, por lo que van a pedir “formalmente” al Ministerio de Sanidad que se apruebe: “Es una cuestión vital para el control de la pandemia, si queremos de verdad doblegar la curva no hay otro camino”. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, rechazó durante una conferencia telemática de Intermèdia Agencia de Comunicació este mismo lunes la posibilidad de decretar esta iniciativa en los próximos días: “Ahora no lo prevemos. Ni estamos trabajando en ello ni lo prevemos. Pensamos que con el abanico de medidas que están a disposición de las autoridades de las Comunidades Autónomas para poder actuar es suficiente”. Fuentes del Ejecutivo han señalado, además, que el estado de alarma “permite implementar otras medidas de contención del virus antes de llegar al confinamiento domiciliario”.
El presidente del Principado de Asturias ha insistido en que lo que más les preocupa “y por eso el comité de crisis se ha visto obligado a examinar nuevas medidas, es el crecimiento de las hospitalizaciones. De seguir este ritmo y no ser capaces de controlar la expansión o las hospitalizaciones, podríamos llegar a una situación límite”. Los pacientes hospitalizados ya superan los 625 y de ellos, casi un centenar ocupan camas de cuidados intensivos, servicio en el que más del 30% de las plazas ya es para pacientes con COVID. Además, este domingo, la comunidad autónoma pasó al nivel cuatro de alerta (riesgo extremo) por el fuerte aumento de la presión asistencial de los últimos días y el de los contagios, que han superado los 3.000 en los últimos ocho días de octubre.
“El comité de crisis ha analizado una resolución que firmará el consejero de salud y se publicará mañana que entregará en vigor el miércoles (entre la noche del martes y miércoles) con un cierre de una parte mayoritaria de las actividades económicas”. Según el Gobierno asturiano, las medidas están orientadas a “intensificar la disminución de la movilidad y de la interacción personal” en un momento “crítico” en el que se ha disparado la presión asistencial y el índice de positividad se mantiene entre el 6 y cerca del 10%, por encima del 5% que la OMS fija como umbral para considerar controlada la pandemia.
Desde la semana pasada, en Asturias hay establecido un cierre perimetral de toda la comunidad autónoma y de sus tres principales municipios, Oviedo, Gijón y Avilés. También hay toque de queda entre las doce de la noche y las seis de la mañana, está prohibido mantener reuniones con más de seis personas y se ha decretado a las once de la noche el cierre de la hostelería, que no tiene permitido servir en barra.
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