La Audiencia Nacional ha absuelto hoy a los 40 acusados de pertenecer a la ilegalizada Segi que fueron juzgados entre el pasado octubre y febrero, al entender que sus actuaciones eran de contenido político y no estaban vinculadas ni a la citada organización juvenil ni a la violencia callejera.
En sendas sentencias (36 fueron juzgados en primer lugar y después otros cuatro), la sección primera de la Sala de lo Penal sostiene que los acusados actuaban bajo la cobertura de la plataforma denominada Gazte Independentistak, colectivo del que no consta que “dependiera de ETA ni que ésta diseñara su estrategia y actividades” y tampoco se ha acreditado que Segi la controlase.
Las sentencias, de las que ha sido ponente el magistrado Ramón Sáez Valcárcel y que suscribe también Manuela Fernández de Prado, cuenta con el voto particular discrepante de Nicolás Poveda.
El fiscal pedía para los 40 penas de 9 años de prisión en el caso de los nueve presuntos dirigentes de la organización y de 7 años de cárcel para el resto en calidad de miembros.
En sus conclusiones, el fiscal afirmaba que Segi “complementa la actividad de lucha armada de la banda terrorista ETA mediante actos de kale borroka o lucha callejera que, incidiendo en la seguridad ciudadana, persiguen producir profundo temor atacando al conjunto de la sociedad democrática y constitucional del Estado de Derecho, o de otro modo, atentando contra la paz pública”.
De los 40 supuestos miembros de Segi, 34 de ellos fueron arrestados el 24 de noviembre de 2009 en una operación conjunta de la Policía y de la Guardia Civil dirigida por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, quien en uno de sus autos calificó a la ilegalizada organización juvenil de “tentáculo de ETA” y “una auténtica academia terrorista”.
Con la detención de estas personas, el Ministerio del Interior dio por descabezada la cúpula de la organización juvenil, a la que consideraba la “cantera de ETA” y máxima responsable de la violencia callejera en el País Vasco y Navarra.
Segi es la organización juvenil de la “izquierda abertzale”, sucesora de las también ilegalizadas Jarrai y Haika y el Supremo la ilegalizó en 2007 por considerarla una organización terrorista.