El juez del caso Púnica, Manuel García-Castellón, ha archivado la causa contra Inés de Borbón y Borbón por su presunta participación en la trama de blanqueo de capitales de Francisco Granados y David Marjaliza. El juez concluye que la prima del rey Juan Carlos I no conocía el “trasfondo” de las operaciones en las que contribuyó para que los dos presuntos cabecillas de la trama de corrupción pudieran esconder dinero en Suiza.
En un auto al que ha tenido acceso eldiario.es, el juez García-Castellón ordena dar traslado de sus investigaciones a la Agencia Tributaria, toda vez que considera acreditado que Inés de Borbón y Borbón ha utilizado “mecanismos opacos para ocultar su patrimonio”.
El “mecanismo de compensación” al que alude el juez en su auto consiste en que individuos que quieren esconder dinero en Suiza se sirven de otros que tienen cuentas bancarias en el país helvético y les entregan cantidades en efectivo en España.
Inés de Borbón declaró como imputada el 3 de febrero de 2016 en la Audiencia Nacional. Durante los 24 minutos de interrogatorio al que fue sometida en la Audiencia Nacional el pasado 3 de febrero, Inés de Borbón negó rotundamente cualquier participación en la trama. Sí admitió que se había acogido a la amnistía fiscal para regularizar un dinero procedente de la herencia de su padre, Alfonso de Borbón, fallecido en 1964.
Hasta en tres ocasiones negó conocer cuál fue el montante de la herencia. En realidad, fueron dos por un importe equivalente a 5,9 millones de euros. Así lo evidencia la investigación de Los Papeles de la Castellana, publicada en junio de ese año, y elaborada conjuntamente por las redacciones de eldiario.es, La Marea y Diagonal, a partir de una documentación remitida al buzón filtrala.org.
La hipótesis del juez, las fiscales anticorrupción y la Guardia Civil en el caso Púnica apunta a que el dinero que el “amigo” de Inés de Borbón –el directivo del banco Lombard Odier de Ginebra, Javier Martín– llevaba a la residencia de esta en Madrid no procedía de Suiza sino de Valdemoro y formaba parte del botín de la trama corrupta de Marjaliza y Granados. Se trata, según los investigadores, de un mecanismo habitual en los casos de blanqueo para evitar que los fajos de billetes tengan que recorrer miles de kilómetros por media Europa camino de Suiza: si en España hay una persona que quiere enviar dinero a Ginebra y otra que pretende repatriarlo desde allí, basta con hacer el intercambio aquí y luego cuadrar los ingresos y las salidas en el banco helvético.
“De todo lo actuado hasta la fecha no se ha constatado evidencias de que la investigada conociera el trasfondo de dichas operaciones, por lo cual no existe inconveniente en acordar el sobreseimiento provisional solicitado por la representación procesal de Inés de Borbón y Borbón”, recoge el auto.