El macrosumario que investiga los negocios del comisario jubilado José Manuel Villarejo salpica ya a siete bancos y grandes empresas del país. El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón indaga sobre los trabajos que el policía jubilado –en prisión preventiva desde hace más de dos años– hizo cuando todavía estaba en activo para entidades financieras como BBVA y CaixaBank; gigantes del sector energético como Iberdrola o Repsol; y otras compañías como la aseguradora Mutua Madrileña o el conglomerado mediático y editorial Planeta.
Además, el instructor ha abierto recientemente una nueva línea de investigación centrada en los contratos del comisario con la constructora San José, según adelantó Europa Press. La constructora participa junto al BBVA en Distrito Castellana Norte, la sociedad que promueve la Operación Chamartín. Las pesquisas sobre los trabajos que el policía hizo para esta empresa forman parte de la pieza separada número 16, declarada secreta, de las 25 abiertas en el conjunto de la Operación Tándem.
Las piezas a través de las que el juez y la Fiscalía Anticorrupción indagan sobre la relación de Villarejo con estas grandes empresas siguen un patrón similar que combina actividades ilegales para el cliente camufladas tras contratos de supuesta asesoría en materia de seguridad y uso de información confidencial.
El instructor acusa al policía jubilado de haber “instrumentalizado” los recursos públicos en beneficio propio y de sus clientes gracias al “grado de infiltración” que tenía en la Policía y que le permitía acceder a información “legalmente clasificada” para proyectos de espionaje privados por los que cobró millones de euros. Sobre todas estas investigaciones, algunas de ellas todavía en fase embrionaria, pesa por el momento el secreto de sumario.
BBVA, el banco imputado
Los encargos secretos del BBVA al comisario a cambio de millones de euros acreditados por la Fiscalía llevaron a la imputación al segundo banco del país como persona jurídica. El juez García Castellón acordó el pasado julio la imputación del BBVA tras un informe del Ministerio Público que detalló que desde el BBVA se habían realizado contrataciones y pagos ilícitos a la mercantil Cenyt, cuyo titular era Villarejo, que afectaron a varias áreas sensibles del banco y a diversos ejecutivos de la entidad durante un prolongado periodo temporal.
El banco ha reconocido los pagos, que superan los doce millones de euros, y ha añadido que obligaba a su proveedor a “cumplir la ley”. El representante legal del banco, Adolfo Fraguas, fue interrogado durante 14 horas por el instructor y los fiscales. Además, más de una decena de altos cargos de la entidad cuando se celebraron esos contratos han desfilado por la Audiencia Nacional en calidad de investigados. Entre ellos, el expresidente Francisco González, que responsabilizó al ex número dos, Ángel Cano, y a quien fuera jefe de seguridad, el excomisario Julio Corrochano, de los encargos, que incluían espionaje a rivales.
La del BBVA es la más antigua de las piezas abiertas sobre los negocios del comisario con grandes empresas mientras éste estaba destinado en el corazón de la seguridad del Estado. Además, es la única gran compañía imputada. En otras piezas sí están siendo investigados el despacho de abogados Herreros y Asociados y la naviera Pérez y Cía, propiedad de los hermanos Ángel y Álvaro Pérez-Maura.
Además de al BBVA, los negocios oscuros de Villarejo han salpicado a otra entidad financiera: CaixaBank. En este caso, el juez García Castellón y los fiscales del caso investigan en otra pieza secreta si el banco, antiguo accionista de Repsol, recurrió junto a la petrolera al comisario para tratar de neutralizar la alianza suscrita entre Sacyr y la mexicana Pemex para tomar el control de Repsol. El Confidencial publicó en noviembre de 2018 que ambas empresas habían encargado al comisario el espionaje de Luis del Rivero, entonces presidente de la constructora, y que habían camuflado esos trabajos con facturas falsas.
Los encargos de Iberdrola
Las citadas no son las únicas empresas del Ibex 35 cuyos negocios con el comisario están en entredicho. La Audiencia Nacional también investiga si Iberdrola contrató a Villarejo para intentar frenar la intención de ACS de estar en el consejo de administración de la eléctrica. Florentino Pérez pidió personarse en la causa como acusación particular después de que varios medios publicaran que Iberdrola había contratado los servicios del comisario para chantajearle.
Iberdrola reconoció que dos investigaciones internas, abiertas en noviembre de 2018 y otra en julio de 2019, concluyeron que se había contratado a Villarejo entre 2004 y 2017 para 17 servicios de tipo ordinario, si bien señaló que en esos encargos se habían aplicado de manera correcta todos los controles y procedimientos internos de la compañía. En esta pieza está siendo investigado por presuntos delitos de cohecho y revelación de secretos el ex jefe de seguridad Antonio Asenjo, también expolicía.
La documentación que los agentes de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional encontraron en noviembre de 2017 en las viviendas y oficinas del comisario también contenía pruebas de su relación con la aseguradora Mutua Madrileña cuando todavía estaba en activo en el Cuerpo Nacional de Policía. Según adelantó VozPópuli, Mutua Madrileña facturó a Villarejo al menos 42.595 euros (más 8.636,53 euros de IVA) entre 2012 y 2017. De hecho, la aseguradora abonó entre esos años un fijo mensual a las empresas del policía, que se jubiló en el verano de 2016.
Por otro lado, el juez también investiga supuestos encargos del Grupo Planeta al policía para obtener información sobre la empresa tecnológica Zed Worlwide y Kiss FM. El instructor del caso abrió esta pieza separada después de que el expresidente de Zed Javier Pérez-Dolset declarara en sede judicial que había recibido dos audios en los que el consejero general del Grupo Planeta, Luis Elías, habría reconocido sus contactos con Villarejo para requerirle sus servicios de espionaje.
Las citadas son las grandes empresas sobre las que existen indicios de que contrataron los servicios de Villarejo cuando todavía era policía en activo. Sin embargo, el comisario ha advertido en varias ocasiones en sus comunicaciones al juez y a los medios de comunicación de que si se sigue “tirando de la manta” se puede poner “en la picota” a buena parte de la élite política, judicial y, por supuesto, empresarial del país.