La grabación que se realizó en la Audiencia Nacional del careo entre Jorge Fernández Díaz y su número dos, Francisco Martínez, en la causa del espionaje a Luis Bárcenas da cuenta del enfrentamiento entre ambos. Pese a que Martínez niega que ninguno de los dos hiciera algo ilegal y rebaja el tono de los mensajes encontrados en su móvil, incluso llega a disculparse de los insultos, el enfrentamiento surge al acusar el ex ministro al antiguo secretario de Estado de Seguridad de haber manipulado los mensajes.
Fernández reprocha a Martínez que está imputado en el caso Kitchen enteramente por su culpa y por esos mensajes que depositó ante notario, falsos según él, y que le sitúan como conocedor de la operación “parapolicial” en beneficio de la cúpula del PP y pagada con fondos reservados.
El ex ministro tacha de “surrealista” atribuirle mensajes escritos con “k” y Martínez le insta a que le enseñe al juez cómo tiene en su agenda reflejado a monseñor Cañizares. “Eres muy moderno (escribiendo mensajes)… he estado cinco años pegado a ti”, le dice.
Lejos de servir para profundizar en la investigación, el careo se convierte en un cruce de reproches, especialmente duro cuando Fernández Díaz saca a colación los insultos que Martínez le dedica en el móvil incautado. Rajoy, el presidente de la Audiencia Nacional… “Los epítetos que me has dedicado… el último salió ayer en prensa: me llamas idiota integral. Me has llamado cabrón, hijo de puta, miserable, como a Rajoy y a Sáenz de Santamaría… Me has llamado bobo (…) No había mucho afecto de ti para mí”, se queja amargamente Fernández Díaz.
El ex secretario de Estado también se queja de las declaraciones públicas de Fernández Díaz, previa a la protocolización de los mensajes, en las que el ministro niega conocimiento alguno del espionaje a Bárcenas y evita defenderle públicamente. El ministro dice: “Te voy a decir una cosa y te lo voy a decir mirándote a los ojos: si hubiera podido hacer algo por ti lo hubiera hecho (…) Me quieres decir, Paco, de qué te tenía que proteger…”. Martínez insiste: “No declarando cosas que me perjudicaban”.
Ambos coinciden en que el caso Kitchen ha sido el final de su carrera política en el Partido Popular, pero Martínez dedica una frase a la actual dirección de la formación, con Pablo Casado al frente. “Es una actitud inmoral e indigna del Partido Popular. Si el PP del señor Pablo Casado no sabe cuidar a la gente que ha trabajado bien, mucho me temo que no sabrán cuidar nunca a los españoles que no conocen”.